Exjefe de la DEA: Costa Rica corre el riesgo de “convertirse fácilmente en narcoestado”
Informe de ICG reprocha mala preparación de las policías en ambos países.

Foto tomada de la publicación de Bloomberg.
Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA (Drug Enforcement Administration), analizó la situación que vive Costa Rica con la penetración del narcotráfico y advirtió que el país sigue cumpliendo un papel de tránsito para la droga y es una de las rutas más importantes, por lo cual corre el riesgo de "convertirse muy fácilmente en un narcoestado".
El exmiembro de la agencia antidrogas de Estados Unidos concedió una entrevista a Bloomberg en Línea, medio digital que publicó un reportaje en el que compara el crecimiento criminal que sufre Costa Rica con la escalada de violencia que vivió Ecuador hace diez años, hasta llegar a la situación actual en varias ciudades de esa nación.
Ecuador cerró 2024 con una tasa de 38,76 homicidios por cada 100 000 habitantes, la segunda peor de su historia, mientras que Costa Rica terminó con una tasa de 17 tras haber registrado años atrás cifras de 12 o menos, un panorama similar al que vivió Ecuador antes de que estallara su crisis de violencia.
"El problema en Costa Rica y en Ecuador es que estas dinámicas ya están desencandenando olas de violencia.
Una disputa territorial entre dos facciones de la organización criminal Los Tiguerones en Ecuador, el pasado 6 de marzo, terminó en una masacre que cobró la vida de 22 pobladores de Nueva Prosperina, Guayaquil, según la Policía.
Y en Costa Rica, donde el Ministerio de Seguridad Pública identifica 340 organizaciones dedicadas a las rentas ilegales la situación, es similar", menciona el reportaje.
El reportaje señala incluso el peligro que existe de que Costa Rica llegue a tener números y eventos similares a los de otros países de Centroamérica, donde los asesinatos tienen cifras elevadas desde hace muchos años, debido a la incursión directa en operaciones de las grandes mafias de la región.
"El riesgo, sin embargo, es que la problemática del narcotráfico en el país se desborde, como en Honduras, que pasó de punto de tránsito, a tener tanto grandes plantíos de coca como laboratorios para procesarla, o, en menor medida, como en Guatemala, donde están contratando a agricultores colombianos" detallaron basados en un informe del International Crisis Group (ICG).
Vigil validó esa información y adicionó que las órdenes de cárteles de Jalisco Nueva Generación y Sinaloa es llevar campesinos colombianos experimentados a Guatemala.
"El principal cambio en las organizaciones narcotraficantes es que ahora no tienen el control de todo el negocio, desde la producción hasta la entrega de la droga al consumidor, como el otrora Cártel de Medellín, por ejemplo, sino que en su mayoría cumplen un solo rol dentro de toda la cadena, hecho que dificulta desmantelarlas, pese a la captura de reconocidos capos", apunta la publicación.

Foto tomada de la publicación de Bloomberg.
"Mal preparadas fuerzas de seguridad"
El informe de ICG indica que, actualmente, en Latinoamérica existe una cadena de narcotráfico estructurada en cuatro niveles: inversores, traficantes globales, socios y facilitadores.
Los inversores son los encargados de aportar el capital inicial para abrir rutas nuevas, principalmente hacia Asia y Oceanía.
"Son empresarios, políticos, personas de la élite que tienen acceso al sistema bancario. (…) Personas que, en México, por ejemplo, pueden facilitar la entrada de precursores químicos del fentanilo, con sus compañías de importación y exportación", explicó Elizabeth Dickinson, analista de ICG.
Los traficantes globales son, básicamente, los cárteles más poderosos en la actualidad: Cártel de Jalisco Nueva Generación, Cártel de Sinaloa y Primeiro Comando da Capital de Brasil.
Los otros dos niveles se encargan de colocar la droga en los destinos finales. Los socios garantizan que el productor transite por la ruta que dominan; allí intervienen los clanes ecuatorianos, responsables de la logística para mover los cargamentos hacia otros puntos donde actúan socios menores o facilitadores.
"Desde estos lugares, la droga sale rumbo a países de tránsito como Costa Rica y, luego, hacia México, para después ingresar a Estados Unidos. Además, sale en contenedores que llegan a Europa, donde el consumo aumentó en 80% desde 2011, según el Reporte Mundial de Drogas 2024", dice el reportaje.
El informe de la ICG menciona que los cárteles eligen a Ecuador como punto de partida y a Costa Rica como puente porque consideran que ambos cuentan con "mal preparadas fuerzas de seguridad".
La cocaína sale de Ecuador en lanchas rápidas que abordan buques portacontenedores o camuflada en las exportaciones de bananos, una "tradición" heredada de Colombia, según Dickinson, tras contaminar los cargamentos en las fincas productoras de la fruta.
El Informe de Seguridad Global 2024 de Gallup señala que Costa Rica había evitado ser "absorbido" por las redes del narcotráfico, pero ahora están llegando grandes cantidades de cocaína y marihuana, en algunos casos procedentes de Ecuador.
"Este país (Costa Rica) tiene policía, pero no cuenta con Ejército, entonces le falta mucha seguridad. Además, es un punto clave, porque está al sur de Centroamérica y, una vez llega la droga a este punto, puede ser trasladada por carreteras hasta llegar a México", reforzó el exagente de la DEA.
Según Vigil, los grupos narco operan con "ejércitos de hormigas", buscando penetrar los puntos débiles para crear nuevas rutas por las cuales transitar sin riesgo de ser descubiertos por la policía, tomando en cuenta que, a su juicio, Estados Unidos dispone de tecnología sofisticada—radares, aviones y buques en el Caribe—para detectar estos cargamentos, aunque resulta menos efectivo en el Pacífico.