Estudio confirma crecimiento de grupos criminales en Costa Rica con más nexos internacionales y corrupción

SERT – Caso Traición
La situación criminal en Costa Rica es crítica, y su crecimiento en los últimos años fue destacado por el Índice Global de Delincuencia Organizada 2025, publicado este lunes. El informe confirma un incremento significativo de grupos criminales en el país, mayores vínculos con clanes internacionales, fuerte corrupción y un aumento de las extorsiones relacionadas con el crimen organizado.
El estudio indica que el país pasó de 35 a 340 grupos criminales en los últimos diez años. Menciona organizaciones locales relevantes como Los Picudos, en La Carpio, y otros dos grupos que ganaron poder en Pavas, en la disputa por controlar los puntos de venta de droga en esos distritos josefinos.
También destaca la expansión de estructuras que adquirieron alcance nacional, como la de Alejandro Arias Monge, alias Diablo, actualmente prófugo, por quien la Administración de Control de Drogas (DEA) ofrece $500.000 a cambio de información sobre su paradero.
"El cártel Diablo, ahora el más poderoso del país, domina el tráfico de cocaína, la extorsión y los asesinatos por encargo, con influencia a nivel nacional y vínculos documentados con policías corruptos. Las autoridades temen el surgimiento de un megacártel a medida que se intensifica el narcotráfico", indicaron.
El informe también menciona la presencia y operación en Costa Rica del grupo mexicano Los Moreco, debilitado por el trabajo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y el Ministerio Público, aunque reconoce que algunos miembros siguen activos con nuevos liderazgos, incluso operando desde prisión.
Según el documento, muchos grupos criminales locales establecieron alianzas con organizaciones transnacionales de alto nivel, como el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Clan del Golfo de Colombia, facilitando envíos de cocaína mediante apoyo logístico con combustible y lanchas. También recibieron respaldo en armas por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"El tráfico de armas es un problema crítico, ya que la mayoría de los homicidios en Costa Rica involucra armas de fuego. El país actúa como destino y punto de tránsito para el comercio ilícito de armas, provenientes principalmente de Honduras, Guatemala, México y Estados Unidos. Los grupos criminales adquieren AK-47, AR-15 y otras armas para facilitar sus actividades de narcotráfico. Las incautaciones de armas ilegales se mantienen elevadas, pero menos del 5 % de las armas utilizadas en homicidios son legales. La relación entre el tráfico de armas y la violencia creciente se refleja en la aumentada tasa de homicidios del país".
El estudio confirma además la presencia en Costa Rica de la ‘Ndrangheta‘ italiana, los intentos de expansión de la mara MS-13 tras las medidas represivas en El Salvador, y células del Tren de Aragua de Venezuela, entre grupos de migrantes que atraviesan el país, generando preocupación por el tráfico de personas y la extorsión.
"Si bien no se han confirmado vínculos directos con altos funcionarios, las autoridades han observado posibles conexiones entre figuras políticas locales y cárteles internacionales".
Lavado de dinero y corrupción
El informe advierte que parte del sector privado facilita la legitimación de capitales, permitiendo la entrada de dinero proveniente del narcotráfico. Por ello, se insta a revisar con atención ciertos negocios específicos.
"El sector privado de Costa Rica desempeña un papel importante en la facilitación del crimen organizado, especialmente en el tráfico ilícito de bienes sujetos a impuestos especiales y los delitos financieros. Sectores como la construcción, el inmobiliario y la hostelería se utilizan comúnmente para el lavado de dinero, mediante la inversión de traficantes en negocios legítimos para ocultar fondos ilícitos".
El documento también resalta la corrupción de funcionarios públicos, vinculados con delitos financieros y malversación de fondos. Menciona que la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción (Fapta) mantiene varios procesos en distintas instituciones estatales y ha logrado avances en la reducción del atraso en la tramitación de casos.
"En 2024, surgieron acusaciones de que el presidente había intentado sobornar al presidente del Congreso, lo que dio lugar a una investigación en curso por parte de la Fiscalía. Además, casos de fraude financiero a gran escala, como la desaparición de casi 6 millones de dólares del Banco Nacional y la expedición irregular de permisos de construcción, evidencian profundas vulnerabilidades en las estructuras estatales".
Aunque el país se considera un centro importante de lavado de dinero, el informe reconoce que Costa Rica mantiene un sistema bancario sólido que cumple con las regulaciones internacionales.
"A pesar de la existencia de múltiples leyes contra el lavado de dinero e instituciones de supervisión, las condenas por delitos financieros siguen siendo bajas. En 2024, Costa Rica fue incluida nuevamente en la lista gris de la UE por preocupaciones relacionadas con la evasión fiscal, si bien los organismos internacionales de monitoreo financiero han reconocido las mejoras en las medidas contra el lavado de dinero".
Criminales en cibercrimen

El estudio también analiza el crecimiento de redes dedicadas al cibercrimen, involucradas en fraude financiero, robo de identidad y ataques de ransomware. Estas estructuras, conformadas por grupos criminales, han incrementado la violencia mediante coerción psicológica y física para mantener el control.
"El cibercrimen es un mercado en rápido crecimiento en Costa Rica. El país se ha visto gravemente afectado por ataques de ransomware, siendo las instituciones gubernamentales objetivos frecuentes. Los ciberdelincuentes utilizan mensajes engañosos y malware para interrumpir las operaciones comerciales. Los informes indican que las denuncias por cibercrimen aumentaron drásticamente en los últimos años.
(…) Costa Rica cuenta con un mercado de delitos financieros bien establecido, que incluye evasión fiscal, robo de identidad y fraude en línea. Los grupos criminales emplean técnicas como estafas de lotería y cheques falsificados para defraudar a particulares y empresas.
Las estafas generadas por inteligencia artificial que suplantan la identidad de figuras públicas también se han vuelto comunes. Son frecuentes las transacciones financieras sospechosas vinculadas a diversos sectores económicos, como el inmobiliario y el comercio local. Los esquemas fraudulentos han ocasionado pérdidas multimillonarias, y los casos internacionales que involucran a actores costarricenses han puesto de manifiesto el papel del país en las redes globales de delitos financieros"