Estudiantes del TEC se unen para reparar puente que une a familias indígenas

Estudiantes del TEC se unen para reparar puente que une a familias indígenas en Turrialba
Un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) decidió transformar lo que normalmente sería un proyecto académico en una misión de impacto social real. Bajo el nombre "Puente de Esperanza", 45 jóvenes de las carreras de Ingeniería en Producción Industrial e Ingeniería Física trabajan para reparar el único puente que conecta a la comunidad indígena cabécar de Simiriñak, en Turrialba.
La estructura, un puente tipo hamaca sobre el río Pacuare, se encuentra en un estado crítico: las tablas podridas, el cableado corroído y la inestabilidad han provocado incluso que varias personas caigan al agua al intentar cruzarlo. Aun así, por allí transitan diariamente estudiantes, adultos mayores, agricultores y familias enteras que necesitan llegar al otro lado para acceder a educación, salud o alimentos.
"Actualmente el puente está muy dañado; hay personas que se han caído al río por la falta de tablas. Son más de 1.800 personas las que viven del otro lado del puente", explicó Lissy Aguilera Cordero, estudiante del TEC y una de las participantes del proyecto.
Un aula convertida en comunidad
El proyecto forma parte del curso Administración de Proyectos, donde los estudiantes aprenden a gestionar una iniciativa real desde cero: planificación, presupuesto, gestión de recursos y ejecución. Sin embargo, para este grupo, el aprendizaje traspasó los muros del aula.
"En el proyecto somos 45 compañeros junto con profesores. Tenemos un gerente nombrado por los mismos compañeros. Trabajamos como si fuéramos una empresa. Como es de un curso que se llama administración de proyectos, lo que se busca es que los estudiantes del TEC vivan en todos los aspectos cómo es un proyecto. Son dos carreras las que estamos en este proyecto. La carrera de ingeniería física y la carrera de ingeniería en producción industrial. Cada semestre debemos de adoptar un proyecto de ayuda social", detalló Aguilera.
La solicitud llegó desde la Asociación Pro Indígena Quircó que vela por las comunidades indígenas y pidió apoyo urgente para el puente. Tras someterlo a votación, los estudiantes eligieron por mayoría hacerse cargo del reto.
"El puente lo arrancamos el segundo semestre del 2025 por también solicitud de una asociación de Turrialba que también vela por estos indígenas y por el puente y nos mandó la solicitud. Lo tiramos a votación y la mayoría de los estudiantes elegimos ayudarles a ellos. Son 16 semanas que debemos de trabajar duro en el proyecto".
Avances del puente
En las últimas semanas, los estudiantes han trabajado en el diagnóstico estructural con la ayuda de ingenieros y ahora se preparan para iniciar los trabajos de campo.
"Acabamos de recibir las valoraciones de diferentes ingenieros para ver cómo podemos intervenir el puente y recién nos salió un reporte real. Ahora entonces lo que estamos haciendo es correr a buscar donaciones de dinero y de material. Estamos haciendo ventas de comidas dentro de la institución para ayudarnos. Hacemos bingos, bailes, rifas. Estábamos en reunión y consideramos que los trabajos de campo inician como en 3 semanas. Nuestro proyecto se llama puente de esperanza", contó Aguilera.
La comunidad estudiantil también lanzó una campaña en redes sociales para ayudarse con el proyecto. Ellos escribieron:
"¡Con un rojo cruzamos juntos! Con solo ₡1.000, Súmate a la restauración del puente sobre el río Pacuare en la comunidad indígena Simirinak. Con tu aporte a Puente de Esperanza, llevamos seguridad, unión y un futuro digno a toda la comunidad. Descubrí más sobre esta causa en @fundaprodu"









