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Estudiante del TEC obtuvo segundo lugar en el Congreso Latinoamericano de Ingeniería Química

Joven presentó su proyecto que detecta bacterias de manera rápida

Por Rachell Matamoros | 11 de Sep. 2024 | 11:42 am

La estudiante Merylin Seas Jiménez, de Ingeniería en Materiales del Tecnológico de Costa Rica (TEC), obtuvo el segundo lugar en la categoría de carteles en el XXIX Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Ingeniería Química y Afines (COLAEIQ), en El Salvador.

La joven obtuvo dicho puesto con la creación del proyecto sobre la funcionalización de electrodos de oro con aptámeros para biosensor impedimetrico para la detección de bacterias.

Mi participación significó una oportunidad única de crecimiento tanto personal como profesional, ya que me permitió interactuar con expertos de diversas áreas de la ingeniería química, aprender e intercambiar conocimientos.

Del mismo modo, la competencia de carteles, en particular, fue una plataforma que me permitió no solo compartir los avances del proyecto, sino también destacar la relevancia del trabajo en nanotecnología y química aplicada que estamos desarrollando en Costa Rica, además de tener la oportunidad de recibir retroalimentación valiosa de un panel de jueces, aseguró la estudiante.

Seas presentó y defendió su proyecto de investigación ante un panel de jueces compuesto por académicos y profesionales destacados en la industria.

Según la estudiante, su trabajo se centra en la creación de un dispositivo pequeño y avanzado llamado aptasensor, diseñado para detectar de manera rápida y precisa una bacteria específica conocida como Brucella abortus.

"Esta bacteria es peligrosa porque causa la enfermedad brucelosis, que puede afectar tanto a animales como a personas, siendo especialmente problemática en la producción de leche y carne", detalló la joven.

El aptasensor permite detectar la bacteria de manera rápida y eficiente, sin necesidad de procedimientos complicados o costosos. Esto podría ser muy útil en el control de la enfermedad en animales, ayudando a los agricultores y a la industria alimentaria a evitar pérdidas grandes por la brucelosis. También tiene el potencial de mejorar la salud pública, ya que la brucelosis puede transmitirse de animales a humanos.

La estudiante agregó que el proyecto consta de tres etapas principales: la funcionalización química, la creación del sistema microfluídico y el análisis de la bacteria.

Actualmente, me encuentro trabajando en la primera etapa, que es crucial porque sin una correcta funcionalización, las siguientes etapas no se podrían llevar a cabo, señaló.

El proyecto forma parte del proyecto del FEES, que es el desarrollo completo del sistema de microfluídica para la detección de esta bacteria.

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