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“¡Estoy súper estresado!” La frase más común de nuestros tiempos

Hombres y mujeres... Todos hemos sucumbido a las presiones 

Por Mariana Calleja | 30 de Jul. 2017 | 5:36 am

Todos hemos culpado al estrés de nuestros males, de nuestras preocupaciones y de nuestros olvidos.

Y es que ¿cuántas veces decimos esta frase sin detenernos a pensar en lo que estamos haciendo, o en lo que podríamos hacer para salirnos de esa espiral?

El famoso estrés es real. Pero también es verdad que hay mucho que podemos hacer para no vivir tan dependientes de él.

Resulta que nuestra forma de administrar la vida se relaciona con los niveles de tensión y preocupaciones que manejamos normalmente. Y resulta también que todo esto tiene un efecto en el cuerpo, es decir, un trastorno o beneficio para la salud -según como lo veamos.

 Visualicemos este ejemplo: Es lunes y tenemos que ir a trabajar. Por algún motivo el reloj despertador no sonó… Cuando nos damos cuenta es hora de salir disparado a la ducha y vestirnos en carrera para no llegar tarde, si es que logramos escapar de las presas. Agarrando aire, llegamos. Pasa el día y vamos tomando ritmo. Hora de ir a casa. Pasa así la semana, entre jornadas largas de trabajo (las normales), quehaceres de la casa, estudios y ojalá, si sacamos el ratito, un poco de ejercicio o tiempo para esa actividad que nos relaja un poco de la rutina.

Llega el jueves (afamado juernes) ya con ganas de que llegue el fin de semana para descansar de la semana laboral. Y claro, sábado y domingo están llenos eventos programados, y algunos que salen de repente. Con gusto vamos, disfrutamos y llegamos a casa para de repente ver que ya es domingo, son las 8:00 pm y hay que programar el despertador y cocinar el almuerzo de mañana porque ya empieza la semana otra vez.

Aunque todo fue bonito, pasó demasiado rápido, y el cuerpo en un pequeño reclamo (si le dejamos) nos dice "pucha, estoy cansado, no me dan las piernas y el estómago está resentido. Dame algo, porfa." Y lo que mejor se nos ocurre es darle unas panadol o tabcin para amanecer sin dolores, rápido y fácil.

¿Por qué pensamos solo en lo físico y en soluciones temporales?

Así se nos pasa la vida. Aceptando el ritmo. Indudablemente es bueno mantener la mente ocupada y activa, pero estamos viviendo poco conscientes de lo necesario que es detenernos para pensar y vivir la vida con calma.

Y al cuerpo no le queda más remedio que irse adaptando a nuestras exigencias. Entre comida rápida, noches cortas, y una mente que va a la velocidad de la luz, el cuerpo tiene que buscar soluciones estilo McGyver para mantenerse al corte.

Así es como el reflujo y la acidez se convierten en algo normal, que aprendemos a controlar con pastillas y jarabes para aliviar eso que creemos no tiene remedio. ¿El estreñimiento? "Ah, es que soy así de toda una vida. Me cuesta mucho y así es." Así es como el corazón, sin más opción tiene que acelerar el paso y aumentar el esfuerzo porque el músculo no le da y sin embargo, nosotros no nos detenemos, así que el corazón en su mejor esfuerzo "le pone". Hola, hipertensión arterial.

Haga pequeños cambios en su rutina para vivir (y dormir) mejor.

Haga pequeños cambios en su rutina para vivir (y dormir) mejor.

Nos hemos llegado a acostumbrar al estrés como si fuera un miembro más de la familia, y peor aún, sin una relación saludable en la que podamos vivir en balance con este nuevo miembro. Nos hemos llegado a acostumbrar a vivir en modo acelerado, asumiendo que el cuerpo aguanta infinitamente… hasta que descubrimos que no es así.

Así es, mis queridos lectores.

¿Qué estamos haciendo con nuestro día a día, con nuestra rutina y con nuestra salud que no le estamos dejando opción a esa naturaleza sabia de mantenernos a buen ritmo? Estamos empeñados por todos los medios en vivir la vida a extremos que nos llevan a encontrarnos con el paredón de la enfermedad, de la presión alta, de la diabetes, de la depresión, de la ansiedad, de la gastritis, del cáncer y más.

Estamos justificando cada momento de estrés en nuestras vidas como si no pudiéramos hacer pequeños cambios para vivir mejor y prevenirlo. Y así lo absorben nuestras familias, nuestros niños, nuestros colegas, nuestros amigos. Así lo estamos absorbiendo todos, con un único efecto sobre nuestra salud física y mental.

Es hora de retomar control, de volvernos cada vez más conscientes. Conscientes de las pequeñas cosas que estamos dejando de hacer y que nos harían bien retomar. Lo más simple, nada complicado hace una gran diferencia: 15-30 minutos de actividad física con cierta regularidad, tomar al menos 1 litro de agua al día, quejarnos menos durante el día, buscar dormir mejor, sin el celular en la oreja enviando notificaciones durante la noche. Comer tranquilos.

Sí, es posible vivir más tranquilos. Y el inicio de todo está en nosotros. ¡Es hora de empezar a ponerle límite al estrés en nuestras propias vidas para vivir mejor!

Doctora Mariana Calleja

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