Esta es la realidad de los “volcanes dormidos” de Costa Rica

En un país repleto de volcanes, los habitantes de Costa Rica se han acostumbrado a escuchar principalmente los nombres del Turrialba, el Poás o el Rincón de la Vieja.

Esos colosos, los más activos de la actualidad, tuvieron erupciones  periódicas y emanaciones de gas y ceniza en los últimos años. No obstante, hay otros macizos de los que se sabe muy poco.

Un informe preparado por el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) detalló el estado de "volcanes dormidos" (o poco activos), como el Arenal o el Barva.

¿Qué ha pasado con ellos? En el caso del Arenal, uno de los más icónicos del país, su período de nula actividad –vigente desde 2010- se mantiene muy similar a otros años.

La institución científica lo reporta con un nivel de actividad equivalente a cero, lo cual es lo mismo que dormido.

"La deformación asociada a la estabilización de los flancos del edificio volcánico disminuyó este año 2018. Se registraron algunos LP (sismos de largo periodo con menos de 1 minuto de duración) aislados que no representan una actividad novedosa en el volcán. No hay emisiones de dióxido de azufre (SO2). No se detectó actividad magmática", recalca el documento.

En una categoría similar están los volcanes Tenorio (Guanacaste), Platanar (San Carlos) y Barva (Heredia). En el primero de estos 3, hubo un enjambre sísmico a partir del 9 de enero que se mantuvo por varios días con una magnitud máxima de 5.0 grados el 11 de enero.

"Desde los años de 1990, el volcán ha presentado al menos 3 enjambres sísmicos con magnitudes superiores a 5. El Ovsicori instaló una estación sísmica, 2 sistemas de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) en la zona e intensificó sus campañas de análisis de los gases a fin de monitorear un posible aumento de la actividad", acotó el reporte.

En el Platanar se registraron pequeños temblores cerca de la cima, asociados a fallas tectónicas y no hubo actividad magmática.

Sobre el Barva se tienen pocos detalles. En este año, Ovsicori instaló una nueva estación sísmica con el fin de monitorear una posible actividad magmática. "Se está evaluando el nivel sísmico de fondo del volcán, que corresponde a sismos tectónicos asociados a fallamiento local".

[leer-mas url="https://www.crhoy.com/mundo/erupciones-del-volcan-de-fuego-asemejan-al-arenal-de-1968/" caption="Erupciones del volcán de Fuego asemejan al Arenal de 1968″][/leer-mas]

¿Y los más activos?

En el mayor nivel de actividad, categoría 3, están el Turrialba y el Rincón de la Vieja (ubicado en Guanacaste).

“Durante el año 2018, el volcán Rincón de la Vieja mantuvo una actividad freatomagmática (interacción magma y agua) intensa con frecuentes erupciones de freáticas a freatomagmáticas, pero de amplitud inferior al año 2017. Se observó un cambio en el patrón de deformación hacia la extensión a partir de octubre”, manifestó Ovsicori.

En el Turrialba, los científicos determinaron que de 336 días evaluados durante el 2018 unos 194 han tenido actividad el volcán, lo cual significa más del 58% del total.

Ese es el tiempo que tuvo emanaciones de ceniza durante este año.

[leer-mas url="https://www.crhoy.com/nacionales/el-turrialba-registra-erupciones-en-mas-de-la-mitad-de-los-dias-del-2018/" caption="El Turrialba registra erupciones en más de la mitad de los días del 2018″][/leer-mas]

El Turrialba presenta periódicas erupciones caracterizadas por emanaciones constantes de gas, ceniza y bloques balísticos alrededor del cráter.

Según el reporte científico, registró períodos importantes de actividad durante este año: agosto-setiembre, febrero-marzo, mayo y octubre.

El Irazú fue catalogado con un nivel de categoría 1. pues hubo un enjambre sísmico a mediados de mayo.

Este tipo de actividad podría estar ligada a intrusión magmática (proceso por cual el magma procedente del interior de la Tierra permanece dentro de la corteza terrestre consolidada) de 15 a 20 millones de metros cúbicos, a una profundidad entre 10 y 15 km por debajo del nivel del mar localizado a 3 km al sur este del cráter del Irazú.