Esposa de Samcam confía que OIJ encontrará a asesinos: “Roberto lo sabía, estamos en buenas manos”
Pareja de opositor al régimen Ortega-Murillo pide justicia y reconoce que temían por su seguridad
Claudia Vargas, la esposa de Roberto Samcam, el coronel jubilado del ejército de Nicaragua que estaba exiliado en Costa Rica que fue asesinado en Moravia este jueves dentro de su residencia, pidió justicia tras el homicidio.
Aseguró que tanto ella como su esposo confían en las autoridades judiciales costarricenses. Ahora aguardan que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), a cargo de las indagaciones, darán con los responsables del crimen.
"Como siempre, sabemos que estamos en uno de los mejores organismos de investigación judicial y que tiene la mejor credibilidad, de las mejores.
Roberto también sabía eso, leía investigaciones de la OIJ, estamos en buenas manos por ese lado", dijo a la prensa al salir de la vivienda donde se sucitó todo, al término de las diligencias judiciales.
Vargas recordó que ambos compartían la preocupación por su seguridad, al denunciar activamente al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que domina al país vecino.
"Siempre hablamos de estos temas de seguridad y de lo que podía pasar. Estamos tomando medidas de seguridad también, por supuesto. Invitamos también a toda la población nicaragüense en este momento a resguardarse", añadió.
La viuda de Samcam dejó entrever que consideran que el crimen pudo haber sido motivado por razones políticas, dado que su esposo no tenía conflictos más allá de su postura opositora contra los gobernantes nicaragüenses.
"Lo recuerdo coherente, lo recuerdo fuerte. Roberto era una voz poderosa y que además elevó una denuncia directa a la dictadura. Nunca anduvo en absolutamente ningún mal paso, ni absolutamente nada.
Su tema era la promoción de derechos humanos en Nicaragua y la denuncia constante a lo que estaba pasando", puntualizó Vargas, quien también agradeció los mensajes de solidaridad y pidió espacio para la familia.
El líder opositor fue ejecutado de al menos ocho disparos dentro de la casa donde residía, en el condominio Naples, en San Vicente de Moravia.
Al menos un gatillero ingresó hasta la propiedad, en apariencia aprovechando que el acceso estaba abierto, por razones que aún no han sido esclarecidas del todo.
Cuando el asesino ya estaba adentro, le descargó casi todo el magacín del arma e impactó al extranjero en el tórax y algunas extremidades. El crimen se dio aproximadamente a eso de las 7:30 a.m.
El asesino pudo entrar hasta la vivienda y sin mediar palabra, disparó en varias ocasiones, lo que hace suponer un caso de sicariato, de acuerdo la versión preliminar del OIJ. Los casquillos que se recolectaron corresponden a una pistola calibre 9 milímetros.