Esposa de Ricardo Blanco relata la dura pueba que pasaron: “No quería que me viera quebrarme”
El futbolista costarricense del Deportivo Saprissa, Ricardo Blanco, vivió uno de los momentos más emotivos de su carrera el pasado domingo 26 de octubre, al regresar a las canchas después de más de dos años y tres meses de ausencia, producto de una compleja lesión que lo obligó a pasar por el quirófano en ocho ocasiones.
Sin embargo, detrás de su esperado regreso no solo hay esfuerzo y disciplina, sino también una historia marcada por la fe, la perseverancia y el apoyo incondicional de su familia, que se convirtió en el pilar que lo sostuvo durante los momentos más difíciles.
Su esposa, Brenda Calvo, confesó que sintió emociones encontradas al verlo nuevamente en el terreno de juego, pues recordó cada uno de los desafíos que atravesaron juntos durante el proceso de recuperación.
Ver lo fuerte que ha sido, lo resiliente, la fe que tuvimos… Por eso ayer lloré muchísimo cuando lo vi entrar. Definitivamente son todas las oraciones contestadas; oré tanto por encontrar respuestas y Dios nos está haciendo el milagro, expresó Calvo.
Su hija, Antonella, también vivió con gran emoción el regreso de su padre. Según relató Calvo, la pequeña le dijo que se sentía "sumamente feliz" por verlo de nuevo en la cancha y que "se merecía todo lo bueno que le pasara". La última vez que lo había visto jugar era una niña más pequeña, lo que hizo del momento un recuerdo aún más especial para ella.
Durante su recuperación, Blanco tuvo que someterse a múltiples cirugías y en algunas ocasiones debió ser internado, lo que representó una dura prueba para toda la familia. Calvo recordó que hubo momentos en los que se preguntaban por qué estaban viviendo esa situación, pero destacó que la resiliencia y fortaleza de Ricardo fueron motivo de orgullo constante.
Uno de los episodios más dolorosos fue cuando el futbolista le entregó una carta en la que los médicos le indicaban que posiblemente debía retirarse del fútbol.
Cuando se subió al carro y me dio la carta diciéndome que debía retirarse, lloramos ese día. Pero al día siguiente, él se levantó con toda la actitud para ir a terapia. Su mentalidad siempre fue salir adelante, relató Calvo.
La esposa del jugador confesó que hubo momentos en los que ambos se derrumbaron, aunque trataban de mantenerse fuertes el uno frente al otro.
Yo debía visitarlo y siempre trataba de entrar con otra actitud, hablarle de otras cosas y enseñarle videos de Antonella, pero iba llorando todo el camino. Llamaba a una amiga y llorábamos juntas, pero no quería que él me viera quebrarme cuando más necesitaba mi apoyo. Él me contó que también quiso llorar muchas veces, pero no lo hacía para no preocuparme, añadió Calvo en conversación con CR Hoy.
Además, relató que mientras Blanco se recuperaba, ella tuvo que dividir su tiempo entre el trabajo, su hija y las visitas al hospital, lo que le exigió una gran fortaleza.
Solo Dios sabe cómo hacía yo para dividirme en todo. Cuando él estuvo internado, en mi trabajo me dieron permiso en las tardes para poder ir a verlo. Cuando le dieron la salida, también me permitieron hacer teletrabajo. Dios lo sostiene a uno, y también los amigos que estuvieron ahí ayudándonos, comentó.
Aunque siempre fueron una familia católica, confesó que antes de la lesión no solían asistir a la iglesia. Todo cambió cuando Blanco decidió acercarse nuevamente a Dios.
Ricardo llegó un día y me dijo: 'Vamos a la iglesia todos'. Aunque venimos de familias católicas, no íbamos a misa. Esta lesión nos hizo darnos cuenta de que sin Dios no somos nada. Así fue como comenzamos a unirnos más a Él y a orar juntos, expresó.
La fe se convirtió en su refugio, especialmente gracias al acompañamiento espiritual del padre Denis Féliz de la Cruz, párroco de la Inmaculada Concepción en La Unión de Cartago, quien también es seguidor del Saprissa y fue clave en su proceso.
Finalmente, Brenda y su familia agradecieron las oraciones y muestras de cariño que recibieron de todo el país, e incluso del extranjero, de personas que no conocían personalmente a Ricardo, pero que acompañaron con fe su recuperación y celebraron su regreso a las canchas.
