Enviudó 2 veces y quedó con 3 hijos pequeños; hoy ayuda a otras a poner color a la vida

(CRHoy.com) Rosibel Oviedo hoy se dedica a ponerle color a las cosas y a la vida de muchas mujeres a través de la pintura vintage. Sin embargo, no siempre fue así. Quedó viuda dos veces y con 3 niños que mantener.
La primera prueba la vivió cuando tenía 26 años. Su esposo era el proveedor de la casa y le diagnosticaron leucemia, la enfermedad que le cobró la vida.
"Yo tenía una maquinita y en el transcurso de la enfermedad de él, asumí el rol de mamá, esposa, ama de casa y de proveedora. Siempre trabajé cosiendo, mantuve a la familia mientras mi esposo duró vivo, pero cuando enviudé comencé una maquila de ropa", afirmó.
Desde Tilarán de Guanacaste y con dos niños pequeños, Rosi -como le dicen de cariño- decidió alistar maletas e irse a vivir a Heredia, para poner de lleno su maquila y dedicarse a confeccionar ropa. Allí conoció a su segundo esposo.
"Empecé a vender en tiendas, gimnasios y distribuidoras de ropa y así mantuve a mis hijos. Me volví a casar a los 33 años, tuve otro hijo con mi segundo esposo y dos años después volví a enviudar. Mi segundo esposo también falleció de leucemia. ¡Fue muy difícil! Fue ponerle el pecho a todas las balas que venían de frente porque no quedaba de otra. Todos mis hijos estaban pequeños, yo alquilaba casa y con la maquila en la sala de mi casa, pero soy super resiliente", recordó.
Doña Rosibel no tuvo tiempo de sentarse a llorar ni deprimirse. Aunque fueron dos pérdidas muy duras para ella, sabía que por sus pequeños debía levantarse y salir adelante.
Tiempo después conoció a su actual esposo, quien llegó a darle el apoyo que necesitaba, tanto en lo emocional como en su trabajo y con sus hijos. Además, procrearon a dos pequeños. Su hija mayor hoy tiene 30 años y la menor tiene 10.
"Fue muy complicado con él al principio porque era mi tercer esposo, ya había hijos, pero él fue muy inteligente y enamoró a mis hijos a tal punto que para ellos él es el papá. Yo creo en la promesa que Dios nos hace a las viudas y es que Él nunca nos desamparará", afirmó.
Ya con sus hijos un poco más grandes, Rosibel empezó a asistir a clases de pintura, pues reconoce que desde niña le llamó la atención el arte. Allí conoció a una profesora, quien le recomendó viajar a México para especializarse.
El arte vintage
Hace 3 años decidió emprender con Arte Vintage, donde se dedica a restaurar muebles y utilizar los productos que para otras personas son basura. Además, vio la posibilidad de ayudar a otras mujeres a aprender las técnicas y a superar muchas situaciones difíciles pintando.
"La maquila sigue en pie y ahora mis hijos y mi esposo me ayudan, pero también estoy con Arte Vintage que es mi pasión. Es un trabajo en familia y entre todos nos apoyamos. Yo les enseño a muchísimas señoras en etapas de depresión, me llegan muchas pensionadas que tienen mucho tiempo libre o quieren montar su propio negocio. Es impresionante porque me llegan señoras y al verlas yo pienso ‘yo estuve así, yo también pasé por eso'. Siento que Dios me ha usado para ser inspiración para otras personas", expresó.
Con 50 años está convencida que el dinero no compra la felicidad. Todo lo que tiene le ha costado y por eso lo valora.
"Para mi lo lindo es compartir, enseñar y que las personas se lleven una parte linda de mi, el dinero es secundario porque como he vivido tantas pérdidas, uno se da cuenta que hoy estamos y mañana no. Lo lindo es dejar una semillita ahí sembrada. ", manifestó.
Si usted desea contactar a esta emprendedora puede hacerlo a través de Facebook haciendo clic aquí o al teléfono 8824-9195.