Bartender de la casita de Bad Bunny relata cómo pasó de la felicidad a la tristeza en cuestión de horas
Marce Daviu trabajó como bartender en el primer concierto de Bad Bunny, en La Casita, pero en sus redes sociales relató cómo, en cuestión de horas, pasó de la felicidad máxima a la decepción, situación que aseguró haber tomado con tranquilidad.
Todo comenzó el sábado, cuando publicó en su perfil de TikTok un storytime sobre cómo terminó siendo uno de los encargados del bar durante el concierto. Explicó cómo fue que recibió la oportunidad.
Una compañera de trabajo llegó y me dijo: 'Mirá, ¿querés ir a trabajar en el evento de Bad Bunny?'. Lo pensé mucho y después la mae me dijo: 'Vamos a estar adentro de la casa de Bad Bunny y vamos a ser bartender de los invitados de Bad Bunny', y acá estamos en el Nacional".
La historia empezó a cambiar cuando, en el video, explicó que antes de ingresar a La Casita les retiraron los teléfonos personales. Comentó que intentó ingresar su teléfono de trabajo y, además, describió cómo guardaban los dispositivos decomisados.
Los meten en una bolsa que se cierra con un imán, como los imanes que le ponen a la ropa en las tiendas para que la gente no se la lleve.
En medio del relato, mostró brevemente la fachada de la famosa estructura y luego la describió:
Estaba bonita. Me pareció como una casa bastante típica por dentro, con adornos y vainas así. Literalmente, está bastante bueno.
En la parte final de la grabación se observaron tomas del concierto, frases del artista y el juego de pólvora.
Sin embargo, horas después, las cosas cambiaron para Marcelo. Publicó otro video en el que dio una "buena y mala noticia".
La mala es que, al parecer, al equipo de Bad Bunny no le gustan los TikTok y la buena es que Bad Bunny vio mi video.
Lo único malo es que no me dejaron ingresar; perdí dos horas de mi tiempo, vengo de lejos hasta el Estadio Nacional. Pienso que jugaron un poco con el tiempo de uno; me hubieran dicho de una vez que no confiara en que grabara un video, lo cual en ningún momento incumplí, porque en el video que subí no hay grabaciones dentro de la casa y, para mí, no estuvo mal.
Me disculpo si los ofendí o no les gustó lo que grabé. Jamás pensé que lo fuera a ver tanta gente. Lo que me queda de experiencia es que debo tener cuidado con las redes sociales, que tienen mucho alcance.
Los videos sobre cómo terminó la historia generaron numerosos comentarios, desde quienes resaltaron la lección que obtuvo tras lo sucedido, hasta quienes lo regañaron. El creador aclaró que la parte sobre el intento de ingresar el teléfono de trabajo fue un chiste para agregar drama al primer video.