Bajo ‘Un montón de estrellas’, Gilberto Santa Rosa fue el que más brilló esta noche en La Sabana
Era poco después de las 8:00 p.m. y el puertorriqueño Gilberto Santa Rosa saltó al escenario para interpretar "Me gustan las navidades": así arrancó su concierto gratuito esta noche de domingo en el Parque Metropolitano La Sabana.
El concierto internacional de Fin de Año en la Ciudad, organizado por la Municipalidad de San José, aseguró un lleno total en la explanada ubicada detrás del Estadio Nacional, a donde los asistentes que pudieron ver al boricua en primera fila llegaron desde cinco horas antes o más.
Con el sabor isleño que caracteriza a los artistas originarios de Puerto Rico, el Caballero de la Salsa saltó al escenario a cantar con una energía contagiosa como si tuviera la mitad de su edad actual y siguió el concierto con uno de sus mayores éxitos: "La agarro bajando".
La primera hora estuvo cargada de mucho ritmo, con sus reconocidas canciones salseras que pusieron a bailar a los miles de josefinos que se acercaron al recinto. Fue tal la asistencia, que tuvieron que cerrar las puertas del perímetro designado para el concierto cerca de las 7:30 p.m. No cabía un alma más.
La mayoría estaba en pie, como si picaran por empezar a bailar. Aunque más de una familia completa estaba cómodamente en sus sillas de playa, guardando su espacio y aguardando a que el boricua cerrara con broche una larga jornada de conciertos.
Había de todas las edades y de todos los contextos: señoras que venían acompañadas con sus hijas y aprovecharon la pachanga, parejas que preferían moverse más abrazados o agarrados de la mano y también los muy jóvenes que probablemente es la primera vez que vean a Santa Rosa a unos cuantos metros de distancia.
No pudieron faltar éxitos como Vivir sin ella, Lo importante que es perdonar, Conciencia, Un montón de estrellas, hasta cerrar con Que alguien me diga, canción que cantó en bolero y en salsa, y en la que subió a un tico llamado "Andrés" a cantarla junto a él en el escenario.
Como el público no podía quedarse sin "¡otra, otra!", añadió una más y cantó Qué manera de quererte, con maracas en manos y baile en las piernas, antes de despedirse de sus fanáticos hasta la próxima.
Como en cada presentación, el cantante se tomó un rato para presentar a cada uno de los miembros de su orquesta, provenientes de todas partes de Latinoamérica y entre los que tiene a doctores en música, campeones de baile y músicos que han tocado con los cantantes más icónicos del género.
En algún momento de la noche, el puertorriqueño recordó que visita Costa Rica para brindar su show desde los años noventa, y que hace un año estuvo en Alajuela compartiendo con el público nacional.
Este fue además el último concierto del Caballero, quien decidió cerrar su año artístico en el país, en uno de esos masivos que recuerda que los espacios públicos y las ciudades pertenecen a su gente.
Y así fue como Gilberto cerró casi 10 horas de música y fiesta. Le precedieron el talento tico: el cantautor de reggae Shel Dixon, quien se quedó hasta bien tarde bailando salsa, así como el infaltable conjunto Son de Tikizia.
Se sumaron a la previa los DJs nacionales Jime Piza, Tocuma y Dani Gómez.
