Araya Vlogs cuenta cómo terminó detenido en Rusia y la historia de película que vivió
Araya Vlogs publicó uno de los videos más esperados por sus seguidores, en el que contó la historia de cómo, por volar un dron sobre un pueblo de Rusia, terminó detenido en un desenlace inesperado y digno de una película.
En la primera parte explicó que se encontraba en Vorkutá, una ciudad cercana al Polo Norte. Usó su dron para grabar unos edificios abandonados y, en ese momento, llegó la policía para detenerlo.
Se baja el policía con el celular grabándome y me empieza a hacer señas de que baje el dron. Entonces bajé el dron, lo traigo, y de inmediato el oficial lo agarró, revisó el dron, no sé qué, me cargan a la patrulla y aquí es donde empezó el problema.
Él les explicó que era de Costa Rica, pero los oficiales no lo entendían bien porque no ubicaban al país. Luego, otro oficial revisó varias cosas y le explicó que en Rusia está prohibido volar un dron en cualquier lugar: podía tenerlo, pero no utilizarlo.
Posteriormente, llegó otra persona, quien le preguntó por qué estaba en Vorkutá, revisó sus documentos, lo cuestionó sobre cómo financiaba sus viajes y el creador de contenido les mostró sus cuentas en redes sociales para demostrar cómo costeaba sus recorridos. Sin embargo, se asustó cuando vio llegar a militares.
Después de esto llegó el ejército. Creí que nos estábamos llevando bien porque todo se estaba desenvolviendo bien. Cuando veo que llega el ejército con todos sus trajes, la cuestión… nos cargaron a la 'perrera' y nos trasladaron a la estación principal.
Le permitieron grabar dentro de la unidad, aunque sin enfocar a los oficiales. En la estación lo volvieron a entrevistar sobre qué hacía en la ciudad, hasta que un agente le cuestionó por qué entrevistaba personas y grababa incluso el aeropuerto, que estaba congelado. Fue entonces cuando pasó por un momento que nunca imaginó.
Vino algo que nunca pensé que me fuera a pasar en la vida: me hicieron las típicas fotos, foto de frente, foto de lado, foto para el otro lado, como un criminal. Me tomaron huella por huella, las pusieron en un papel y luego tuve que firmar que había roto la ley que rompí y que me iban a cobrar una multa.
Después de seis horas salió en libertad. Un oficial le ofreció llevarlo al hotel, le permitió fotografiar las auroras boreales y los principales edificios de la ciudad. Horas después recibió una invitación de la televisión rusa para visitar un teatro, ver una obra y ser entrevistado para su noticiero, donde relató la experiencia y destacó la amabilidad de los lugareños.
Concluyó agradeciendo a sus seguidores por el apoyo y asegurándoles que estuvieran tranquilos, pues solo fue una experiencia más dentro de sus aventuras.



