Personas con obesidad tienen tres veces más posibilidades de tener presión alta, diabetes y colesterol elevado a la vez

La coexistencia de múltiples afecciones crónicas es significativamente más común en personas con obesidad, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves y eleva la demanda de servicios de salud. Así lo revela el Informe Técnico Multimorbilidad y Obesidad en Costa Rica: resultados de la Vigilancia Nacional de Factores de Riesgo Cardiovascular 2025, elaborado por la Dirección de Desarrollo de Servicios de Salud y la subárea de Vigilancia Epidemiológica (SAVE) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
En Costa Rica, las personas con obesidad tienen tres veces más probabilidades de presentar simultáneamente presión alta, diabetes y colesterol elevado: un 9 % frente al 3 % observado en la población sin obesidad. Esta combinación incrementa la concentración de riesgos metabólicos y favorece la aparición de complicaciones en la población adulta.
El estudio, basado en la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo Cardiovascular 2018 y representativo de la población adulta del país, confirma que quienes viven con obesidad triplican la presencia simultánea de hipertensión, diabetes y dislipidemia. Esta agrupación de enfermedades constituye una carga clínica más compleja que demanda un seguimiento médico más cercano.
Multimorbilidad: un problema creciente
De acuerdo con el doctor Roy Wong McClure, epidemiólogo de la SAVE y coautor del documento, la multimorbilidad —definida como la presencia de dos o más enfermedades crónicas— se asocia con un mayor riesgo de discapacidad, complicaciones severas y muerte prematura.
"El estudio evidenció que la multimorbilidad alcanzó el 18,5 % en la población adulta general, con diferencias marcadas según el estado de obesidad: 13,1 % en personas sin obesidad y 30,0 % en personas con obesidad", explicó Wong. Añadió que seis de cada diez personas con obesidad presentaron al menos una de las condiciones evaluadas, mientras que en la población sin obesidad la proporción fue de cuatro de cada diez.
Por su parte, la doctora Diana Paniagua Hidalgo, también coautora de la investigación, destacó que la combinación más frecuente entre dos enfermedades es la de hipertensión arterial y dislipidemia, un binomio que incrementa el riesgo cardiovascular y puede preceder otras complicaciones. Subrayó la importancia de identificar de manera temprana a las personas con perfiles combinados de riesgo para optimizar su control desde el primer nivel de atención.
Radiografía de la obesidad en Costa Rica
Los datos del informe señalan que, de los 3 278 162 adultos representados en los resultados, 1 052 820 —equivalentes al 32,1 %— presentan obesidad. De este grupo, el 55,7 % corresponde a mujeres y el 44,3 % a hombres.
En contraste, dentro del grupo sin obesidad predominó el sexo masculino con un 51,9 %, mientras que el femenino representó el 48,1 %.
La distribución por edad de la población con obesidad refleja que el 45 % pertenece al grupo de 20 a 39 años, el 45,1 % al de 40 a 64 años y el 9,9 % a personas de 65 años o más.
Frente a este panorama, el doctor Wong destacó el compromiso institucional para continuar fortaleciendo acciones integradas, sostenibles y centradas en la persona. Entre ellas destacan la promoción de la alimentación saludable, la actividad física regular, la detección temprana de enfermedades y la atención integral desde la atención primaria.
Ambos especialistas hicieron un llamado a la población para adoptar estilos de vida que prevengan la obesidad y acudir puntualmente a los chequeos de presión arterial, glucosa y perfil de lípidos, especialmente en personas con mayor riesgo.
La clave está en el movimiento
La máster Yesika Valverde Valverde, educadora física de la subárea Deporte y Recreación de la CCSS, recordó que la actividad física es uno de los principales factores protectores de la salud y contribuye a prevenir enfermedades crónicas no transmisibles como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes. También ayuda a controlar la hipertensión, el sobrepeso y la obesidad, además de favorecer la salud mental y el bienestar integral.
Durante noviembre, la CCSS impulsa una campaña para promover los beneficios de la actividad física, su impacto en la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas, y la importancia de incorporarla en todos los momentos de la vida.
La institución enfatizó que integrar el movimiento en las rutinas diarias es esencial para mejorar la calidad de vida y reducir la aparición simultánea de múltiples factores de riesgo.