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En plena bonanza mundial, productores nacionales de café sufren pérdidas por tipo de cambio

Por Alexánder Ramírez | 4 de Sep. 2025 | 12:34 am

Imagen con fines ilustrativos. (CRH).

En plena bonanza de los mercados internacionales del café, a causa de precios de venta históricamente altos, los productores nacionales no ven reflejada esa abundancia; por el contrario, arrastran pérdidas económicas que los ponen en riesgo de perder sus tierras y desaparecer.

Mientras los productores de otros países competidores de Costa Rica —como Honduras, Colombia y Brasil— aprovechan la prosperidad generada por el alza en los precios internacionales, los costarricenses enfrentan angustias y luchan por mantenerse en esta actividad.

¿Qué inclina la balanza en contra de los caficultores nacionales? El tipo de cambio extremadamente bajo, que afecta el negocio de 26.653 familias productoras del grano, según datos del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé). De ese total, el 87 % corresponde a pequeños productores afectados directamente por la política cambiaria impulsada por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) desde 2023.

Xinia Chaves Quirós forma parte de una de esas familias dedicadas a la producción y exportación de café en el país.

"En este momento, el café ha registrado precios internacionales históricos no vistos desde hace años, tal vez desde la década de 1970, cuando las heladas en Brasil impactaban fuertemente el precio del café", comentó.

Los precios en los mercados internacionales han rondado los $400 por saco de 46 kilos en algunos momentos y se han mantenido entre los $370 y $380.

Sin embargo, el precio que se les paga a los productores en Costa Rica es inferior al recibido en la cosecha 2021-2022.

En ese periodo, el precio promedio que recibieron los caficultores fue de ¢132.445 por fanega, el más alto de las últimas cinco cosechas. Este valor se obtuvo a partir de un precio promedio de venta de $260,19 por saco.

En la cosecha 2021-2022, el tipo de cambio promedio de los dólares recibidos por exportación de café era de ¢649,59 por dólar. Hoy es de ¢502,57 por dólar.

En la cosecha 2023-2024, el precio pagado a los productores nacionales fue de ¢86.058 por fanega. Es decir, se pasó de ¢132.445 en 2021-2022 a ¢86.058, una diferencia de ¢46.387.

"Hay un impacto en los bolsillos de estas familias, a las que se está poniendo en riesgo de perder sus tierras", manifestó Chaves.

Estimaciones

Según datos del Icafé, en la cosecha 2024-2025 se registraron los mejores precios internacionales de las últimas cinco cosechas.

Con corte al 22 de agosto de 2025, el precio fue de $302,78 por saco de 46 kilos, sin incluir los gastos de exportación. Con ello, el precio de liquidación al productor estimado para la cosecha 2024-2025 es de ¢118.398 por fanega, cifra que tampoco constituye la más alta de las últimas cinco cosechas.

"La política cambiaria de Costa Rica está erosionando los ingresos de todos los participantes del sector agroexportador, especialmente de la base agropecuaria, cuyos egresos están denominados en colones. Comparativamente con los dos principales países productores de café en América, Brasil y Colombia, enfrentamos una gran desventaja competitiva debido a esta política cambiaria", afirmó Marco Antonio Araya, economista agrícola de la Unidad de Estudios Económicos y Mercado del Icafé.

No ven la prosperidad

Lo más preocupante —según relató Xinia Chaves— es que hoy venden el producto más caro en dólares en el exterior, pero reciben menos dinero en colones en el país, incluso menos de lo que cuesta producir el café.

"Mientras en Honduras se vende también en dólares, pero con una moneda que sí está devaluada, un productor de café recibe mucho más dinero que el costarricense, a pesar de que Costa Rica vende en condiciones más diferenciadas", sostuvo.

En Costa Rica, una finca que produce 18 fanegas tiene un costo de producción de ¢112.159; y una con una productividad de 23 fanegas, un costo de ¢94.433.

"En ambos casos, la producción del café queda en pérdidas", lamentó.

"Ese 87 % de pequeños productores —más de 20.000 familias— está en riesgo de perder la tierra, que es lo único que tienen, y no ha habido ninguna acción. El tipo de cambio está en ¢500, pero se puede llevar a un tipo de cambio de equilibrio, incluso para los importadores, con una cifra razonable de ¢619. En estas condiciones nos están llevando al fin de la caficultura", advirtió.

Impacto

Dos indicadores reflejan claramente el impacto negativo que la política cambiaria del Banco Central ha tenido en los productores nacionales de café.

Uno es el área dedicada a la siembra de café en el país: antes eran alrededor de 92.000 hectáreas, hoy son 82.539.

El otro es la cobertura territorial: antes se producía café en 52 cantones, ahora en 47.

"Hay zonas que ya no tienen café, hay familias que ya no son productoras. Pasamos de un registro de 26.600 a 24.600 familias; es decir, una pérdida de 2.000, y eso se refleja en las cosechas", subrayó Chaves.

La caída en el área productiva y en la cantidad de productores se refleja directamente en las cosechas: el país se mantiene en un promedio de 1,7 millones de fanegas y la meta de llegar a dos millones no se ha podido concretar.

"No pueden condenar a las familias productoras a desaparecer. Ojalá todos podamos comer y pagar nuestras deudas. Me siento responsable de alzar la voz por los productores de café. No se ha interiorizado ni ha habido suficiente sensibilidad para comprender el impacto que esto está generando en el campo y en las familias productoras, a quienes estamos despojando de su único bien", concluyó Chaves.

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