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En la UCR hay secretarias y guardas que ganan más que el Ministro de Hacienda

Mientras rectores llaman a marchas, principal casa de enseñanza mantiene grandes disparidades

Por Luis Valverde | 19 de Feb. 2021 | 12:05 am

Los rectores de las universidades estatales convocaron a una manifestación este jueves en contra del proyecto de Empleo Público, de la cual participaron. Foto cortesía: Marco Monge

(CRHoy.com) Mientras por un lado el principal responsable de las finanzas públicas del país hace malabares para conseguir recursos frescos y buscar de dónde ahorrar para sostener las finanzas del país con un salario de apenas ₡1,7 millones mensuales, por el otro lado, hay instituciones estatales como la Universidad de Costa Rica (UCR) que sin ningún sonrojo le paga más que eso a oficiales de seguridad, secretarias, mensajeros, mecánicos, camarógrafos y periodistas.

La UCR es una de las entidades que todavía mantiene grandes disparidades salariales. Aún así, la Administración de esta casa de enseñanza, encabezada por su rector Gustavo Gutiérrez, apoyó y llamó este jueves a un movimiento de protesta contra el proyecto de ley de Empleo Público, del cual los rectores desean ser excluidos.

CRHoy elaboró un análisis a partir de la planilla pagada por la UCR para comparar las disparidades salariales en especial en el área administrativa.

Para ello se tomó como ejemplo la planilla pagada en noviembre pasado (diciembre o enero podían arrojar datos no representativos por el pago de aguinaldos o salario escolar), y con ello se tomaron todos aquellos puestos administrativos comparables con cargos similares en la función privada para los que el Ministerio de Trabajo elabora la lista de salarios mínimos.

De 16 tipos de puestos analizados se encontró que existen diferencias que van desde el 180% hasta el 499% de diferencia. Es decir, la UCR llega a pagar en algunos casos hasta seis veces más de lo que se paga en el sector privado para un empleado con similares responsabilidades.

Uno de los casos más representativos son los oficiales o guardas de seguridad. En el sector privado el Ministerio de Trabajo establece un salario mínimo de ₡11.853 por jornada. Si se toma un promedio de meses de 30 días para un guarda que trabaja seis días a la semana, por 26 días laborados le equivale un ingreso cercano a los 308.178 a fin de mes.

No es el caso de la UCR. El guarda que menos ganó en noviembre recibió ₡343.390, pero hubo otros que ganaron más, 30 de ellos con un sueldo superior a los ₡1,7 millones que reporta Elian Villegas por dirigir Hacienda.

De hecho, hay dos cuyos salarios superan los ₡2 millones, con más de tres décadas de servir en esa casa de enseñanza.

Otro caso que sobresale es el de las secretarias. Se comparó a los funcionarios nombrados en este cargo en la UCR con el salario máximo establecido por Trabajo en el sector privado, correspondiente a trabajadoras de esta profesión con licenciatura. Las diferencias llegaron hasta un 180%, en donde hay funcionarias universitarias que llegan a ganar hasta ₡1,9 millones mensuales.

La lista de disparidades se elaboró únicamente con funcionarios que reportaron jornadas completas, no toma en cuenta cuartos de tiempo o medios tiempos, por ejemplo. Para hacerlo comparable se excluyeron variantes de un mismo cargo (como por ejemplo en mecánicos, solo se incluye a mecánicos automotrices y no de precisión o de ingeniería mecánica que también posee la UCR).

El gasto en remuneraciones es de los más pesados para las universidades públicas, en parte comprensible si se toma en cuenta que su principal núcleo de trabajo es la enseñanza y que para ello requieren de profesores.

Sin embargo, la crítica que existe es el desmedido pago de pluses que terminan elevando el gasto y vuelven insostenible la situación financiera de las universidades.

En 2019 el Consejo Universitario de la UCR conoció un informe de la Oficina de Planificación Universitaria (Oplau) donde advertía sobre la insostenibilidad financiera de la institución, al punto de alcanzar pérdidas por 25 mil millones en el término de cinco años si la situación se mantenía.

El propio exrector Henning Jensen aceptó la difícil situación de la casa de enseñanza durante una comparecencia ante una comisión legislativa en noviembre del 2019 lo que llevó a la entidad a acoger, a finales del año pasado, lo que estipula la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas para reducir el porcentaje de cálculo de las anualidades aunque de manera "temporal", mientras se resuelve una queja planteada ante la Sala Constitucional.

Sin embargo, el gasto en incentivos sigue siendo desproporcionado en relación con el salario o remuneración básica. Para este 2021 la Universidad planteó un gasto de ₡65.685 millones en remuneraciones básicas y ₡3.342 millones en remuneraciones eventuales, contra más de ₡111 mil millones para incentivos.

Las anualidades siguen siendo el principal rubro.

La Ley de Empleo Público que se discute en la Asamblea Legislativa pretende crear un sistema de remuneraciones más equitativo en toda la función pública, o al menos uno en donde no se produzcan tales disparidades.

Pese a las protestas, los diputados mantienen la discusión de la iniciativa.

 

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