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En la bifurcación de los caminos

Por Agencia | 30 de Abr. 2025 | 4:32 am

A propósito de un borrador de licitación de frecuencias para radio y televisión.

El proyecto de licitación que la Sutel ha puesto en conocimiento público tiene la enorme virtud, de acabar con los sueños de los radiodifusores actuales por cuanto las condiciones que se exigirían están bien ideadas técnicamente pero carecen de estudios de mercado que determinen la viabilidad de la licitación, por cuanto exigen:

Dos repetidoras por zona de cobertura regional y si se pretende dar servicio en la región central deberá ofertarse por una concesión nacional que obliga a tener 12 transmisores.

Si hipotéticamente estimamos una inversión de ciento veinte mil dólares por sitio de concesión para televisión (equipo básico y antenas) y de 70 mil para radiodifusión tenemos que para una cobertura nacional, el mínimo de inversión por concesión de TV rondaría casi el millón y medio de dólares y en radio de 840 mil dólares.

Pero si adicionalmente agregamos los costos de concesión en áreas de parque nacional o puntos de repetición que conllevan el monto de electricidad, pago del sitio, levantamiento de torre, tendríamos otra buena cantidad para sufragar.

Pero los gastos aquí no terminan, agreguemos el pago por la concesión que no está definida en el proyecto de cartel más la pretensión del gobierno la para que la televisión pague el 7.75 % de sus ingresos brutos y la radio un 3%.

Ah. Y claro, la televisión y la radio deben producir contenidos, pagar patentes y recaudar IVA y si tienen ganancias pagar renta.

Entonces tenemos que el círculo se cierra. ¡Difícilmente habrá postores en el concurso de frecuencias!

Es importante señalar, que el proyecto de licitación propuesto por la Sutel adolece de un estudio de mercado, de fuente confiable, en el que hayan analizado los cambios en las audiencias y como la incursión de OTTs han impactado los flujos de publicidad.

La próxima licitación, más que un sueño es una verdadera quimera. Lo bueno es que vamos a un cierre de ciclo y preveo que la industria de radio y televisión cambiará notablemente. En nuestro país la oferta de televisión y radio para los años venideros será muy básica, sino nula.

Lo anterior por falta de visión y por encono.

Esperar que en 15 años de concesión no ocurra nada en esos mercados es pecar de ignorancia extrema.

Pero ya que estamos en presencia de ver un derrumbe de los medios tradicionales de televisión y radio no perdamos de vista que los más pobres solo se podrán informar con diversidad de contenidos si pagan por ello.

La reforma contra los pobres puede llamarse la licitación de radio y televisión.

Director General de Ciber Regulación Consultores

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