Empresario ofreció al ICE electricidad 60% más barata para sostener planilla
Eduardo Kopper lamenta que ICE compre electricidad en $90 al exterior que en $50 a costarricenses
(CRHoy.com).- Con tal de no despedir a los empleados de su planta generadora de electricidad, el empresario Eduardo Kopper le ofreció al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) venderle energía a $20 por kWh, cuando la tarifa más baja es de $50.
Sin embargo, la entidad autónoma le rechazó la oferta a pesar del rebajo de un 60% en su tarifa, obligándolo a dar un giro en su negocio. Ahora su planta se dedica a brindar servicios ligados a la minería de bitcoins (una moneda virtual) con energía limpia.
Kopper narró su historia durante el foro titulado "¿Qué pasaría si se libera la compra-venta de electricidad en Costa Rica?" que organizó la Universidad Lead.
El empresario tuvo que apagar sus plantas hidroeléctricas Poás I y II debido a que el ICE decidió suspenderle la compra de electricidad.
Desde setiembre, cuando Kopper tuvo que darle un giro al negocio familiar de más de treinta años, se han cerrado ya seis plantas de generadores privados ante la decisión del ICE de cancelarles los contratos.
"Yo firmé una carta de intención con el ICE de que yo le vendía energía a $20 con tal de no despedir a los empleados. Solo para mantener a los empleados. Y el ICE prefiere importar energía ¿Cómo explicamos eso? No, no es que el ICE prefiere importar energía, es que el ICE perdió su función. Aquel monopolio ya ahora necesita preservar sus finanzas antes que defender los intereses del consumidor costarricense", lamentó el empresario.
Durante el foro, el Kopper calificó como una "aberración como país", el hecho de que el ICE decida importar energía eléctrica que compra en el exterior a $90 kWh, cuando la tarifa autorizada para los generadores privados que operan en Costa Rica es de $50 kWh.
Sobre la pregunta de qué pasaría si el país decidiera abrir el monopolio en la compra y venta de electricidad que ostenta el ICE, Kopper no titubeó.
Para él está claro que el efecto sería una reducción de los precios de la energía eléctrica al consumidor.
"No tenemos un solo ejemplo en el mundo donde ese no haya sido el caso", afirmó.
El generador consideró que el monopolio se creó con fines muy específicos, uno de ellos era electrificar al país, lo cual se logró. Una vez alcanzado ese objetivo, consideró, la exclusividad del ICE debe acabarse.
Y una de sus advertencias tiene que ver con la atracción de inversión extranjera directa (IED), uno de los principales generadores de empleo de calidad en el país. Para Kopper, está claro que ese flujo se puede detener si el país es incapaz de bajar los costos de la electricidad que consumen las empresas transnacionales.
"Desde el ‘combo del ICE' ya se hablaba del cambio, el cambio no va a esperar. La regulación siempre va a venir atrás del cambio tecnológico. (…) Hoy en día el ICE no está tomando decisiones en función del consumidor o del país. (…) El ICE está pensando en la salud del ICE, no en la salud de los costarricenses. No es posible cerrar el ICE, hay que pagar sus deudas y seguir adelante. Lo que no es admisible, es que sigamos cometiendo los errores del pasado", señaló.
¿Colapso del ICE?
No todos opinan igual que el empresario. Salvador López, director del Centro Nacional de Control de Energía (Cence), despacho adscrito al ICE, afirmó que antes de pensar en la apertura del monopolio, se debe realizar una amplia discusión para impedir daños al Instituto, jugador dominante en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Según el funcionario, si se permite que los generadores privados vendan electricidad en condiciones de competencia, puede colapsar el ICE y las demás empresas distribuidoras.
Él considero que cuando se habla de cambios en el modelo eléctrico, se debe hacer con mucho cuidado y afirmó que es importante que se haga una reflexión nacional para definir de qué manera se va a tocar el modelo.
"Si se le quitan los grandes consumidores a las distribuidoras, estas pueden colapsar. Lo único prescindible hoy son los contratos de generación privada. Hay una sobreinstalación en la actualidad porque la demanda ha caído", manifestó.
"(El cambio de modelo) plantea una concertación nacional y mucho tiempo de negociación. (El nuevo modelo) debe garantizar los principios de solidaridad y acceso universal", agregó durante el foro.
Para López, no se puede permitir la compra-venta de electricidad al margen del actor dominante, porque todas las inversiones que se hicieron en el ICE fueron para atender la totalidad de la demanda.
"Sin esta no serían rentables esas inversiones y no habría recursos para cubrir los costos AOM (de distribución de energía), lo cual llevaría a su colapso (del ICE)", enfatizó.
Sobre la posibilidad de que los generadores privados puedan tener acceso al Mercado Eléctrico Regional (MER, que abarca a toda Centroamérica) López la objetó con el argumento de que solo se debería permitir en el caso de las plantas no comprometidas para atender la demanda nacional.
El abogado Uri Weinstock, experto en regulación, agregó durante el panel que Costa Rica tiene un modelo eléctrico que data de hace 70 u 80 años, cuando se consideraba que la industria eléctrica era un monopolio natural.
Hoy en día, dijo, la tendencia es que la regulación debe centrarse en el usuario y no en el proveedor del servicio de electricidad.
Entre los obstáculos que el experto ve en la legislación costarricense para que el país cuente con un mercado de electricidad en competencia están que se considere la energía eléctrica como servicio público, que haya una empresa única integrada verticalmente, en referencia al ICE y que se ponga un tope máximo a la producción privada de electricidad.
Además citó la limitación del tamaño de plantas generadoras privadas, que el ICE sea el comprador único, los potenciales conflictos de interés que habría en el Cence, despacho que funciona dentro del ICE, el acceso exclusivo del ICE al MER, y la regulación de tarifas por tasa de retorno, así como el rol limitado del regulador.
Entre las reformas legales que sugirió para que el país dé el paso hacia la apertura del mercado de electricidad, Weinstock citó la necesidad de que la actividad se declare como un servicio económico de interés general, en lugar de como un servicio público.
También sugirió la separación de actividades, reglas de acceso a red de transmisión, eliminar restricciones de inversión y de acceso al mercado y acceso al MER para los generadores, entre otros.
Tecnología presiona el cambio
Por su parte, Mario Mora intendente de energía de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), afirmó que la eventual apertura del mercado no puede ocurrir con visión de corto plazo, porque sería la peor de las estrategias.
"Por muchos años hemos dedicado tiempo a discutir, a veces sin avanzar, sobre el tema de la generación, pero el futuro de la transformación de los sistemas eléctricos está en las redes y en el aprovechamiento de esas redes que son las carreteras para la prestación de los servicios", comentó.
Costa Rica ha pospuesto por más de 20 años la decisión de formular una Ley General de Energía.
El empresario Eduardo Kopper lamentó que mientras todos los sectores afirman estar anuentes a un cambio, en realidad no haya acciones concretas para romper el monopolio de la electricidad.
"Hay una gran pregunta y es quién lidera el cambio, quién lo lleva adelante. (…) La tecnología no nos va a esperar. Hace seis años aquí no había ninguna regulación sobre paneles solares y hoy en este país en un 30% del territorio nacional no se puede poner un panel solar porque nos ha tomado seis años actualizar un reglamento. Entonces, lamentablemente, tiendo a creer que la tecnología se nos va a imponer y tristemente como sociedad no fuimos capaces para ponernos de acuerdo para declarar un derrotero en Costa Rica que nos pusiera otra vez en el mapa y diéramos el ejemplo", subrayó.
Una de las tendencias mundiales que aún presiona por surgir en Costa Rica es la generación distribuida, basada en la producción de electricidad a través de la energía solar. Los diputados aún discuten un proyecto de ley para regular esa actividad.