Empleo informal en Costa Rica sigue alto: Esto recomienda la OCDE
Prevalece entre personas de ingresos bajos y sin educación secundaria
El empleo informal en Costa Rica continúa siendo elevado, advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Según el estudio de Costa Rica para este año, la tasa de informalidad representa alrededor del 40 % del empleo total.
La organización define la informalidad como el porcentaje de trabajadores que cumplen alguna de las siguientes condiciones:
- Asalariados que no cotizan al sistema de seguridad social.
- Asalariados que reciben sus ingresos en efectivo o que son remunerados una sola vez, y que, por la naturaleza de sus contratos, no pueden ser afiliados a la seguridad social.
- Trabajadores sin remuneración.
- Trabajadores independientes y empleadores con empresas no inscritas y sin contabilidad formal.
- Trabajadores independientes con empleos a destajo (menos de un mes) o cuyos oficios, por su naturaleza, no suelen inscribirse en la seguridad social ni llevar contabilidad formal.
La OCDE señala que el empleo informal es un factor clave de la desigualdad y la pobreza, y constituye tanto una causa como una consecuencia de la baja productividad. Esta modalidad laboral predomina entre personas de bajos ingresos, trabajadores sin educación secundaria, trabajadores independientes y del sector agrícola.
En el trimestre que concluyó en febrero de este año, se estimó que la población ocupada con empleo informal en Costa Rica fue de cerca de 850.000 personas, de las cuales 535.000 eran hombres y 315.000 mujeres, según la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Del total de empleo informal, se calculó que 483.000 personas laboraban de forma independiente, mientras que 367.000 eran asalariadas o auxiliares familiares.
¿Qué influye?
La OCDE señala que los cargos de planilla que pagan los empleadores en Costa Rica son altos en comparación con el promedio de la organización, lo que dificulta la formalización.
"Dada la baja productividad laboral, uno de los mayores obstáculos para la creación de empleos formales es la presencia de contribuciones sociales obligatorias y otros impuestos sobre las planillas que son relativamente altos", indica.
Actualmente, los cargos de planilla representan un 37 % del costo salarial en Costa Rica y los empleadores pagan 72 % de estos. Una buena parte de los cargos de planilla (alrededor de un 35 %) no están destinados a financiar el sistema de seguridad social.
En su lugar, los recursos se asignan para financiar a otras instituciones como el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) o un banco público.
"Esta es una estrategia regresiva e ineficiente para financiar esas instituciones, ya que obstaculiza la formalización, y al mismo tiempo, erosiona la base tributaria. En particular, esta estrategia reduce las oportunidades de los trabajadores menos calificados para acceder a empleos formales, al ampliar la brecha entre su productividad y el costo de la mano de obra", sostiene.
El estudio también menciona que contar con un salario mínimo relativamente alto y un sistema complejo de salarios mínimos también puede fomentar la informalidad.
Costa Rica ha simplificado su sistema de salarios mínimos en los últimos cinco años, al reducir el número de salarios mínimos de 26 a 16, y actualmente espera reducirlo a 11.
El salario mínimo promedio de Costa Rica, de cerca del 90% de la mediana de los salarios promedio de los trabajadores formales a tiempo completo, es alto en términos relativos a otros países de la OCDE.
"En el caso de economías emergentes, por lo general caracterizadas por la coexistencia de empleos formales e informales, la presencia de salarios mínimos muy altos, que no se cumplen de forma efectiva, podrían empujar a los trabajadores hacia la informalidad", amplía el informe.
La informalidad es particularmente alta entre los trabajadores con jornadas parciales, situación que es más frecuente entre las mujeres.
En la actualidad, no existe un régimen de contribución a la seguridad social para trabajadores de tiempo parcial, quienes se enfrentan a una base mínima de contribución que es fija e independiente de las horas trabajadas. En consecuencia, los trabajadores con jornadas parciales se enfrentan a menudo a contribuciones a la seguridad social que son desproporcionadamente altas con respecto a sus ingresos.
Además de las altas tasas de cotización social, la presencia de una base mínima contributiva fija desalienta la formalización de pequeñas empresas, así como la formalización de mujeres y jóvenes que, con mayor frecuencia, trabajan jornadas parciales.
La OCDE asegura que las regulaciones onerosas y los trámites burocráticos también pueden actuar como barreras para la formalización.
"El indicador OCDE de Regulación del Mercado de Productos (PMR) muestra que Costa Rica cuenta con algunas de las regulaciones más estrictas entre los países de la OCDE, en particular en lo concerniente a la constitución de empresas formales. Existen espacios para reducir la burocracia y los costos económicos asociados con la formalización de nuevas empresas", señala.
¿Qué hacer?
La OCDE le recomienda a Costa Rica adoptar acciones coordinadas entre distintos frentes de políticas públicas para reducir la informalidad como las siguientes:
- Disminuir costos laborales no salariales.
- Reducir las barreras para el establecimiento de empresas formales.
- Simplificar el sistema de salarios mínimos.
- Ayudar a que más costarricenses adquieran nuevas habilidades para acceder a empleos formales.
- Simplificar los impuestos.
- Fortalecer la aplicación de las regulaciones fiscales y laborales.