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“El rescate fue muy técnico y complejo”: relata bombero tras muerte de niño de 3 años en pozo

Por Rebeca Ballestero | 22 de Sep. 2025 | 12:48 pm

Un menor de 3 años perdió la vida ayer domingo tras caer en un pozo de aproximadamente 30 metros de profundidad en Pocosol, San Carlos. La operación de rescate fue descrita por Carlos Garita Sánchez, técnico en rescate y miembro de la Unidad Operativa de Rescate en Cavernas y Montañas del Cuerpo de Bomberos, como una de las más complejas que ha enfrentado.

Según Garita, la primera dificultad del sitio fue la falta de puntos de anclaje seguros para las cuerdas.

"Se debe contar con un dispositivo, un desviador alto artificial, un trípode para tener un punto de anclaje y poder acceder al lugar. Esa es la primera complicación, porque no podemos pasar las cuerdas a nivel de suelo; de no contar con ello, surgirían varios problemas al sacar al rescatista o a la víctima", explicó.

El especialista indicó que la estructura del pozo era artesanal y no ofrecía seguridad para apoyarse.

"Este recinto es bastante artesanal, por lo que tampoco nos brinda un punto de seguridad donde poder apoyarnos. Inicialmente, los compañeros utilizaron una técnica con escaleras, y posteriormente, al ingresar las unidades especializadas, ya empleamos el trípode."

Garita detalló que, debido al tiempo transcurrido y a las condiciones del lugar, la operación pasó de un modo rescate, destinado a una persona viva, a un modo de recuperación, dada la baja probabilidad de supervivencia del menor por el tiempo y el pozo inundado.

Para poder ingresar, los bomberos vaciaron parte del pozo mediante una turbina y manguera del camión de bomberos durante aproximadamente 30 minutos, logrando extraer más de tres o cuatro metros de agua.

"Realizamos una incursión y nos metimos al agua con nuestros equipos de respiración, pero no tocábamos fondo. Además, el agua estaba oscura, por lo que tampoco podíamos ver. Posteriormente, al intentar vaciar el pozo, llegó un colaborador que es buzo, con su equipo especializado. Decidimos entonces retirar la turbina, suspender el vaciado del pozo y aprovechar al personal especializado que estaba en el lugar para que el buzo ingresara.

En el momento en que él se sumergió, desde donde nosotros podíamos observar, se internó seis o siete metros bajo el agua, y fue allí donde se confirmó el hallazgo del cuerpo del menor".

Garita destacó la complejidad del rescate.

"Es una tarea que involucra múltiples disciplinas: rescate en espacios confinados, rescate con cuerdas, colapso de zanjas y excavaciones, además de valoración del terreno y trabajo en aguas. El rescatista debe estar capacitado en todas estas áreas para poder intervenir de manera segura y efectiva".

Otras dificultades enfrentadas durante la operación

Garita señaló que las dificultades en la operación fueron numerosas. Una de las principales fue el tiempo de respuesta.

"Al ser una zona tan alejada, se retrasa la posibilidad de obtener resultados positivos para preservar la vida de las personas. Aunque hay una estación de Bomberos cercana, como la de Los Chiles, este tipo de incidentes es muy complejo y técnico; requiere mucho personal, amplia capacitación y equipos especializados, los cuales, lamentablemente, no se encuentran en todas partes del país".

De acuerdo con la declaración del Bombero, otro obstáculo fue la topografía del lugar.

"El pozo estaba ubicado en un espacio muy reducido, similar a una casa o un galerón pequeño, y se trataba de un pozo artesanal. Estructuralmente, siempre existía riesgo de colapso, ya que no estaba apuntalado ni con madera ni con concreto, solo con tierra. Los compañeros que debían descender, además de planificar la extracción y el rescate de la víctima, tenían que evaluar constantemente por dónde avanzaban y vigilar cualquier signo de daño estructural en la conformación del pozo".

Finalmente, según el testimonio del funcionario del Cuerpo de Bomberos, la atmósfera presentaba riesgos importantes.

"Otro enemigo es silencioso e invisible: la atmósfera contaminada. Aunque en teoría el agua parecía limpia, al llegar abajo estaba contaminada y podía generar gases tóxicos, como el sulfuro de hidrógeno. Además, se ha observado que en pozos verticales, por cada tres o cuatro metros de profundidad, el nivel de oxígeno disminuye, generando ausencia de oxígeno en el lugar. A nivel de aire ambiente, el oxígeno es del 21 %, pero en estos pozos puede descender hasta 17-18 % o menos, dependiendo de la profundidad y las condiciones.

Por último, está el riesgo biológico al estar en contacto con aguas contaminadas. Por ello, el personal debe someterse a un proceso de descontaminación inicial y mantener un periodo de observación posterior al incidente, para prevenir cualquier enfermedad derivada de esta contaminación orgánica".

El despacho inicial de Bomberos ocurrió ayer a las 11:46 a.m., y la primera unidad llegó al lugar en aproximadamente 15 minutos. La operación finalizó alrededor de las 6:00 p.m.

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