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El “Mr. President Universe” o la búsqueda del bienestar social

Por Agencia | 30 de Nov. 2023 | 4:11 am

Mientras las sociedades latinoamericanas se enfrentan a enormes retos para aumentar la inversión en seguridad ciudadana, generar empleos de calidad, brindar opciones de formación profesional y robustecer los sistemas de salud estatal, los gobernantes latinoamericanos están más ocupados por desfilar en las pasarelas que por erradicar las brechas sociales producto de la distribución desigual de la riqueza de nuestras naciones. Somos testigos hoy de gobernantes actuando más como vedetes que como líderes de naciones, pavoneándose entre los aplausos y las alabanzas al estilo de una corte medieval.

Desde el inicio de gestión, el Presidente Chaves Robles y las diputaciones oficialistas han entrado en esa contienda regional por escoger a los gobernantes más simpáticos y populares, así retratados por encuestas, ya de por sí muy demeritadas por sus atroces yerros pasados en procesos electorales.

Mientras, América Latina sigue sumando dígitos a las nefastas estadísticas que hipotecan el futuro de la niñez y la juventud. Ya desde el año 2017 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) subrayó que nuestro continente debe trabajar por la inclusión social, superar el alto grado de pobreza, la desigualdad persistente y la economía informal, con el agravante que dichas condiciones se transmiten de una generación a otra. En el caso costarricense, en febrero pasado, la organización señaló como áreas prioritarias el sistema educativo, los bajos ingresos en familias lideradas por mujeres y su expulsión del mercado laboral debido a sus múltiples tareas domésticas, y una alta tasa de repetición en secundaria, especialmente en grupos vulnerabilizados por la pobreza, en pueblos y territorios indígenas y población migrante.

Estos si son desafíos canallas

El año 2023 será el más violento en nuestra historia, una masacre total. Hasta el pasado 17 de noviembre el Organismo de Investigación Judicial contabilizó la espantosa cantidad de 817 asesinatos: la sangre tiñe las comunidades del país ante la miopía del Poder Ejecutivo carente de propuestas y opuesto reiteradamente a otorgar de mayores recursos a las fuerzas de seguridad costarricenses.

Ya no se trata como ofensivamente adujo el gobernante Chaves Robles de que quien no tiene vínculos con las mafias no sufrirá las consecuencias de este flagelo porque la enorme cantidad de muertes colaterales sigue creciendo.

La falta de recursos públicos a la seguridad, el apagón educativo y la falta de oportunidades para los más jóvenes, entre otros factores, sigue fortaleciendo a las mafias organizadas, que han encontrado en las zonas geográficas vulnerabilizadas por la falta de empleo y oportunidades educativas el caldo de cultivo idóneo para sus propósitos.

Además, la falta de planes formativos de franjas poblaciones para dotar de empleos de calidad y bien remunerados es una tarea interministerial que no pasa de bonitas palabras. Recientemente, la misma Cámara de Industrias de Costa Rica hizo un llamado al Estado para diseñar una estrategia nacional que se anticipe a las demandas laborales actuales y futuras, especialmente en aquellos sectores excluidos del mercado, a saber los jóvenes, mujeres y personas de zonas rurales, remarcando que existen importantes áreas de oportunidades y así llenar las vacantes que persistentemente las empresas no satisfacen en el mercado laboral. El llamado, como muchos otros, cayó en el vacío como otros postulados por diversos sectores sociales y productivos.

A casi dos años de gobierno, los descalabros en la política pública en materia de seguridad ciudadana, educación, empleo y salud son, y seguirán siendo la piedra en el zapato durante la gestión de Chaves Robles; y cuando se presentan posibles salidas éstas carecen de fundamento técnico, legal o constitucional, convirtiendo a la gestión de Chaves en la que ha recibido más resellos legislativos, los cuales se seguirán sumando ante la impericia del gobernante y su equipo. En tanto, como país seguimos caminando en medio de una ruta hacia lo incierto.

Señor Chaves, el Estado costarricense no es una corte medieval y la Presidencia de la República tampoco es parte de un concurso de simpatía y menos el lugar propicio para berrinches de niño criado sin límites e incapaz de lidiar con el fracaso. Como nación hemos estamos viviendo las consecuencias del cortoplacismo de las clases políticas, ya es hora de dejar de señalar culpables y más bien buscar soluciones, esa fue su principal promesa de campaña.

Ya es hora que escuchar a los pequeños productores, a los jóvenes, a las mujeres, a las poblaciones indígenas, a las comunidades costeras para diseñar una estrategia a partir de sus ideas y necesidades, todas las voces son necesarias.
Ya es hora que reconozca que no tenía, y parece que aún no tiene, idea de la magnitud de lo que representaba ostentar la Presidencia de la República.

Ya es hora que se de cuenta que gobernar no es sinónimo de aplausos de su corte personal; ya es hora de, como dijo nuestro Benemérito de la Patria Jorge Volio Jiménez, de reemplazar los ídolos por los ideales y las querellas por la fecunda lucha de valores.

Señor Chaves, ya es hora de empezar a ser un Estadista y no un vedete presidencial más, "si así lo hiciereis, Dios os ayude, y si no, El y la Patria os lo demanden".

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