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Ciencia

El meteorito de Aguas Zarcas: una maravilla de la ciencia que cautiva a investigadores

Investigadores de todo el mundo bajo asombro por insumos dados por fragmentos

Por Pablo Rojas | 15 de Ago. 2020 | 12:03 am

(CRHoy.com). Pocos tienen idea de lo que en realidad representó la caída de un meteorito el 23 de abril de 2019 en la Zona Norte de Costa Rica.

Más allá del emocionante fenómeno, que ya de por sí eso genera los insumos científicos aportados por las rocas encontradas en la localidad Aguas Zarcas de San Carlos y sus cercanías, las mismas tienen un valor incalculable para los investigadores (y no necesariamente en términos económicos).

Hoy, casi año y medio después de ese emocionante evento, la ciencia mundial sigue sorprendida por todo lo que representa el denominado meteorito de Aguas Zarcas. No en vano este 13 de agosto, la prestigiosa revista científica Science divulgó un extenso reportaje que da cuenta sobre numerosos detalles tras la caída de esa roca proveniente del exterior del planeta Tierra.

Para tener una idea de lo que esto representa, hay que tener claras varias cosas. Las caídas de meteoritos no son extrañas ni infrecuentes. Cada año, miles caen a través de la atmósfera terrestre. No obstante, lo que sí es extraño es encontrar los fragmentos.

Hasta la fecha, los científicos han encontrado y clasificado solo 60 mil. Pero, son aún más extraños los impactos y las caídas presenciadas por los seres humanos: solo se han documentado 1.196. Y sí, una de ellas ocurrió en Costa Rica.

“Aguas Zarcas, como pronto se llamarían colectivamente a los fragmentos, es una condrita (meteorito no metálico) carbonosa, un remanente prístino del Sistema Solar primitivo. La gran mayoría de meteoritos son trozos de piedra o metal. Pero fieles a su nombre, las condritas carbonáceas son ricas en carbono y carbono inorgánico, pero también en moléculas orgánicas tan complejas como los aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas. Ilustran cómo las reacciones químicas en el espacio exterior dan lugar a precursores complejos de la vida”, detalló la publicación hecha en Science.

Como lo menciona la publicación, algunos científicos creen que fragmentos como los del meteorito de Aguas Zarcas “dieron un empujón a la vida” cuando se estrellaron contra la Tierra hace más de 4.500 millones de años.

De Australia a Aguas Zarcas

Existe un antecedente similar al ocurrido en San Carlos. En 1969 cayó una roca condrita carbonosa que explotó en ese año en Murchinson, un pueblo ganadero en Australia. En esa oportunidad se recolectaron 100 kilos de material, de los cuales –hasta la fecha- se han detectado 100 aminoácidos diferentes (muchos usados por microorganismos terrestres, otros raros e inexistentes).

Los restos de Murchinson contenían nucleobases y componentes básicos de moléculas genéticas como el Ácido Ribonucleico (ARN). Incluso, a partir de este evento se desarrollaron avances importantes sobre astrobiología.

"Los 30 kilos de sobras primordiales de Aguas Zarcas encierran una promesa similar. Pero estas nuevas piezas son 50 años más frescas que las de Murchison, lo que permite a los científicos aplicar técnicas modernas para preservar y sondear lo que equivale a frágiles trozos de arcilla vieja. Podrían olfatear delicados compuestos orgánicos evaporados durante mucho tiempo de Murchison. Podían buscar no solo aminoácidos y azúcares, sino también proteínas, que durante mucho tiempo se sospecharon pero nunca se confirmaron en un meteorito. Y si fueran limpios y cuidadosos, podrían protegerse contra una crítica perenne de los hallazgos de Murchison asegurándose de que las moléculas descubiertas en el interior fueran nativas y no contaminación de los propios microbios de la Tierra", expuso la publicación.

¿Cuál fue el recorrido del meteorito antes de caer en Costa Rica? Con una existencia de miles de millones de años, los científicos creen que el material provino del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Y, a partir de una colisión, se dirigió hacia la Tierra hasta caer en Aguas Zarcas de San Carlos.

La caída del meteorito llamó la atención de coleccionistas e investigadores de países como Estados Unidos, Rusia, Alemania y Bélgica. Incluso, algunas muestras fueron compradas por los extranjeros a vecinos de la zona. De hecho, un gramo de fragmento puede venderse a precios de entre $200 y $400 (entre más de 100 mil y 200 mil colones por gramo).

Los fragmentos del meteorito han motivado investigaciones en la Universidad de Costa Rica (UCR), la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), la Universidad de Santa Cruz en California, la Universidad de Arizona o el Museo Field, en Chicago.

¿Por qué es un evento relevante?

Según un reporte publicado por la Universidad de Costa Rica (UCR) el 9 de julio de 2019, se trató de una lluvia de cientos o miles de fragmentos que cruzaron el cielo nacional con dirección sureste a noreste con avistamientos en el Valle Central, Quepos y San Carlos.

Precisamente, fue en Aguas Zarcas y zonas aledañas (como el distrito de La Palmera) donde se recuperaron varios fragmentos del meteorito.

Detalle de los hallazgos:

-La primera parte fue recuperada en el barrio de La Caporal de Aguas Zarcas. Ahí, un fragmento de 1.071 gramos impactó y rompió el techo de una casa, dañó una cercha de madera, golpeó una mesa plástica y se quebró en pequeños fragmentos. En total, en ese sitio se recuperaron 1.152 gramos.

-El 24 de abril, al noroeste de Aguas Zarcas, en Santa Rosa de La Palmera y La Cocaleca, entre pastizales, potreros, predios de casas y caminos se encontraron fragmentos con pesos de menos de 1 gramo hasta los 1.875 gramos.

-Se detectó un fragmento de 280 gramos que traspasó la casa de un perro. Los cráteres provocados eran poco superficiales y menores a 20 centímetros de diámetro.

-A finales de mayo se habían recuperado fragmentos por el orden de 30 kilos. Algo similar al volumen de una bola de playa pequeña.

-Los análisis determinan que el área de caída de los pedazos tiene orientación sureste-noroeste, con unos 6.5 kilómetros de eje mayor y 3 kilómetros de eje menor.

-El nombre del “Meteorito de Aguas Zarcas” fue aprobado formalmente por la Sociedad Meteorítica Internacional el 30 de mayo.

-Durante la caída, los meteoroides fueron sometidos a temperaturas de 1.500 ºC. Eso funde la superficie rocosa del cuerpo, pero preserva una corteza de fusión vidriosa con indicadores de la dirección de caída, conocidos como regmagliptos (50 gramos de peso en el meteorito de Aguas Zarcas).

"El fragmento de La Caporal indica 3 generaciones de regmagliptos, lo cual permite entender cómo se ha fragmentado e indican que la pieza se dividió en su caída antes de tocar tierra. Existen muchos otros con formas de gota, de plato, elípticos y con frecuentes patrones aerodinámicos y formas de domo frontal", subrayó el reporte de la UCR.

El meteorito caído en la Zona Norte se cataloga como condrítico carbonáceo. Es decir, sus componentes poseen minerales con agua en su estructura. Además, una matriz fina, componentes con carbón, minerales de sulfuro con níquel, y con valores de composición general y de los isótopos de oxígeno de la roca, muy parecidos a los del Sol.

Es probable que la edad ronde los 4.560 millones de años, pero para determinarlo con exactitud se requieren análisis más minuciosos.

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