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El empedrado camino hacia el FMI: 135 días de confusión que también los sufrieron los mercados

En su ruta a la negociación, gobierno ha pecado de omisiones, salidas en falso, problemas de comunicación y vacilación con las cifras

Por Luis Valverde | 14 de Ene. 2021 | 12:05 am

(CRHoy.com) 135 días pasaron desde que el momento en que el gobierno anunció formalmente la decisión de que acudiría al Fondo Monetario Internacional (FMI) a solicitar un acuerdo de facilidad ampliada y el momento en que por fin se sentaron a negociar el lunes pasado. Un camino que, lejos de aclarar servir para aclarar el panorama para el país, más bien sembró muchas dudas que aún hoy no han sido disipadas.

Durante ese periodo, el gobierno más bien fue sembrando piedras, no solo por el primer intento fallido que terminó con protestas y el retiro de la propuesta, sino porque además ha estado lleno de salidas en falso en la comunicación entre los propios ministros, incertidumbre sobre la agenda de iniciativas que finalmente se aprobarán e incluso "olvidos" con proyectos de ley que deben tramitarse en la Asamblea Legislativa.

En vez de sembrar confianza, los 135 días previos a la negociación más bien generaron dudas, algo que se nota en los mercados financieros. Por ejemplo, el precio de los eurobonos traía una tendencia de recuperación después de la estrepitosa caída ocasionada por la pandemia, pero en lugar de mantenerla, el precio entró en un periodo de subibajas movidos al ritmo del tambor con que sonaron las noticias financieras de los últimos cuatro meses y medio.

Por ejemplo, el precio eurobono costarricense de más largo plazo (bde45), que es el de mayor volatilidad, se cotizaba antes de la pandemia por encima de los 100 puntos. Para abril alcanzó su punto más bajo por el orden de los 70 puntos y para agosto ya había logrado recuperarse hasta cerca de los 90 puntos.

Luego del 29 de agosto que se dio el anuncio formal, el precio del eurobono tuvo una primera reacción positiva que lo llevó hasta casi los 96 puntos, pero después de conocerse que la propuesta incluía un fuerte componente de impuestos y que se desatara un periodo de protestas, el precio se vino abajo.

Con la mesa de diálogo se comenzó a retomar cierta confianza  que se estancó en una especie de valle hacia finales de noviembre. Coincidió con el periodo en que el gobierno mostró mayor indecisión sobre si se iría al FMI o no. Nadie, ni siquiera el ministro de Hacienda Elian Villegas, se atrevía a aceptarlo. El 4 de diciembre el presidente Carlos Alvarado finalmente aceptó que si se acudiría a solicitar el auxilio del Fondo y hubo una buena reacción.

La mejora alcanzó su valor máximo el 15 de diciembre. Tan solo un día antes la agencia calificadora Fitch Ratings señaló la posibilidad de que la propuesta del país al FMI quizás no iba a ser suficiente. Desde ese momento y hasta el lunes pasado de nuevo el ambiente se llenó de incertidumbre debido al secretismo con que el gobierno manejó el tema de las propuestas. Estas no se conocieron hasta horas antes de la negociación.

"El principal elemento que se mueve es la confianza, tiene que existir confianza en los indicadores, en las cifras y con todo lo que ha pasado no es la mejor forma de arrancar la negociación. Y esto lo observan los mercados internacionales que desde el anuncio en octubre del Presidente de que nos retirábamos del Fondo, los precios de los bonos han estado literalmente en una verdadera montaña rusa. Ante alguna noticia positiva vuelve a recuperar el nivel pero tan pronto sale una noticia de alguna descoordinación absoluta entre los líderes del país, entonces tenemos efectos negativos", dijo el economista de Prival Bank Vidal Villalobos.

Según Villalobos el temor hace que la gente salga de los bonos de mayor riesgo como los costarricenses a otros de menor riesgo como los de Europa y Estados Unidos, incluso a pesar de la situación política y económica en estos sitios.

El problema es que en el caso de Costa Rica este movimiento "ha sido un poco mayor".

"No puedo decir que extraordinariamente grande, pero sí, en las últimas dos jornadas la animadversión ante la duda de cómo puede salir lo del Fondo y todo lo que ha estado ocurriendo con las contradicciones, afecta", aseveró.

Solo en las últimas semanas el gobierno entró en contradicciones y se desdijo con las cifras y algunas iniciativas. En entrevista a Enfoques la semana pasada el ministro de Hacienda Elian Villegas confesó por primera vez que el ajuste necesario sería del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) y no del 3%, y el viernes, a horas hábiles de iniciar las negociaciones, dijo que ni Sicop ni Hacienda Digital podían ser tomados en cuenta, pese a ser acuerdos de la mesa de diálogo.

Y si los 135 días previos a la negociación estuvieron enmarcados por la incertidumbre, los primeros cuatro días de negociaciones han sido de completo oscurantismo.

Salvo un comunicado y un micrositio con un listado de proyectos dado a conocer el lunes, ni Casa Presidencial ni las autoridades económicas han ofrecido un adelanto de cómo marchan los diálogos, quiénes serán los invitados del sector político y la sociedad que podrán reunirse virtualmente con el equipo del FMI y menos aún si ya existe alguna idea de si el Fondo aceptará el ajuste propuesto por el gobierno.

"La conclusión es que es un modus operandi, yo creo que el gobierno realmente lo que hace es que manda proyectos sin consensuar, mal hechos, para trasladar la responsabilidad a los diputados y eso me atrevería a decir que lo hace adrede, porque no hay cómo explicar tanta torpeza", afirmo Daniel Calvo, analista político este miércoles en Enfoques, al hablar de los yerros y omisiones reiterados de parte del Ejecutivo.

 

 

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