El doloroso relato de Miss Somalia: Sin anestesia, fue víctima de mutilación genital a los 7 años
Realizó la confesión durante la 72.ª edición del certamen Miss Mundo
La Miss Mundo Somalia 2025, Zai Jama, está captando la atención de medios internacionales tras revelar uno de los episodios más dolorosos de su infancia: a los 7 años fue víctima de mutilación genital femenina, una experiencia que marcó su vida para siempre.
Durante la 72.ª edición del certamen Miss Mundo, que se llevó a cabo en Telangana, la modelo hizo una dolorosa confesión durante la etapa Head to Head. En esa instancia, alzó la voz a través de su fundación Female Initiative por cada una de las niñas que son víctimas de esta terrible práctica cultural, la cual ha afectado a cientos de mujeres a lo largo de los años.
Como sobreviviente de la mutilación genital femenina, hablo por los millones de niñas cuyas voces fueron silenciadas antes de que tuvieran la oportunidad de vivir libremente, mencionó.
La modelo relató que, desde niña, enfrentó distintas situaciones complicadas en su entorno familiar, como no saber lo que era un hogar estable, ya que su familia se vio obligada a emigrar de su país debido a diversos problemas. Con palabras conmovedoras, narró el momento que, según dijo, cambió su vida para siempre, y el dolor indescriptible que vivió.
Tenía siete años. Estaba afuera, jugando con mis amigos, cuando me recogieron. Me arrancaron la ropa y me llevaron a una habitación donde unas mujeres me esperaban con cuchillas, tijeras y otras herramientas. Estas mujeres no eran doctoras ni tenían capacitación médica, simplemente seguían una tradición transmitida de generación en generación.
Cortaron mi clítoris, esa parte de mi cuerpo vinculada a la feminidad; luego cortaron los labios internos y externos. Grité de dolor, porque durante el procedimiento no usaron anestesia. No había consuelo, solo sangre… y un silencio ensordecedor.
Recuerdo haber llorado y rogado a la mujer, pero ella me ordenó callar, me dijo que fuera valiente y que estuviera orgullosa, porque eso era parte de la tradición.
Una vez que hicieron el corte, cosieron mi piel con hilo, dejando solo una pequeña abertura, lo suficiente para que pasaran la orina y la sangre”, relató, antes de recalcar que, tras el procedimiento, la llevaron a una habitación oscura, donde permaneció durante días.
Solo tenía carbón a mi lado y solía dibujar en la pared. Dibujaba mis sueños para mantener viva la esperanza, porque esa parte, después del procedimiento, es donde muchas niñas mueren y no logran sobrevivir.
Ese momento me cambió para siempre. Mi infancia llegó a su fin. Yo sobreviví, pero muchas niñas no. Y hoy me levanto porque mi madre no pudo cosechar su amor.
Por generaciones, nuestras madres y abuelas han sufrido este dolor en silencio. Les enseñaron que sufrir es parte de ser mujer, que es algo normal. Pero no lo es. No está bien. No es el destino, concluyó la modelo.