¿Qué consecuencias trae que la economía crezca menos de lo esperado?
Sector productivo pide medidas urgentes de reactivación

Banco Central. (CRH)
(CRHoy.com) Este lunes, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunció que debido a factores externos e internos, la economía nacional crecerá solo un 2,2% a final de este año y un 2,6% el próximo.
Al inicio del año, la proyección era de 3,2% para 2019 y 3% para 202o.
"La meta es simplemente inalcanzable"; manifestó Rodrigo Cubero, presidente del BCCR.
¿Qué pasó?
La caída de un punto porcentual en la expectativa de crecimiento se fundamenta en una peor trayectoria de la economía internacional, a choques climáticos adversos, a la caída en el precio de importantes productos agrícolas de exportación, a bajos niveles de confianza de consumidores e inversionistas locales, y a la subejecución de obra pública.
La producción continuó desacelerándose en esta primera mitad del presente año (aunque a un menor ritmo en comparación con el semestre previo), y el desempleo permanece en niveles muy altos (11,3% en el primer trimestre de 2019).
Asimismo, la desaceleración de la economía mundial y el comercio internacional; tensiones comerciales, en especial entre Estados Unidos y China; la incertidumbre sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea; y la severa recesión económica en Nicaragua, que ha golpeado las exportaciones costarricenses hacia ese país y el resto de Centroamérica, también pesan para ver esta caída en el crecimiento.
"Tal y como lo reiteramos en enero de este año, es urgente, y no se puede dilatar más un trabajo en conjunto que lleve al país hacia una verdadera reactivación económica, máxime ahora que tenemos una reducción sensible de crecimiento esperado para el 2019 el cual será de 2,2% según el BCCR. Si la perspectiva de crecimiento del 3,2% nos parecía tímida, esta nueva proyección nos resulta preocupante dado que Costa Rica lo que necesita es reactivar la economía que ayude a la reducción del déficit fiscal, pero con estos datos la situación se vislumbra compleja. Así es muy difícil tratar de reducir el desempleo", dijo Gonzalo Delgado, Presidente de la Unión de Cámaras Empresariales.
¿Cuáles son las consecuencias?
Una baja en las expectativas de crecimiento traen consecuencias nada alentadoras para la economía nacional:
- Baja en recaudación. Cuando el crecimiento de la economía es bajo, el gobierno no tendrá las suficientes fuentes para recaudar impuestos y por lo tanto deben tomar más deuda para resolver su problema fiscal, de hecho, ahora la expectativa es que el déficit cierre en 6,3% del PIB este año.
- Menos empleo. Las fuentes de empleo podrían verse afectadas si no existe el crecimiento adecuado para que lleguen más inversiones, por ende, el riesgo de la que pobreza aumente, está latente.
- Presión a la baja en la inflación. Un bajo crecimiento también podría significar una caída inflación, que la llevarían incluso a niveles negativos, lo cual es una señal de que la economía no camina bien; no obstante, el BCCR aseguró que tomará las medidas necesarias para evitar esto.
- Menos confianza, menos consumo. Con este escenario, es casi imposible que en el corto plazo los consumidores recuperen la confianza en la economía y sin este elemento, el consumo tampoco aumentará, lo cuál genera un circulo vicioso para la economía.
"Sumado a lo anterior, tener un menor crecimiento o una velocidad de crecmiento más lento, hace que el país no sea atractivo para nuevas inversiones, lo cual afectaría el flujo de efectivo y podrían causar una presión del tipo de cambio a la alza; pero bueno, son solo escenarios de lo que podría pasar", explicó Daniel Suchar, economista.
Con el agua al cuello… ¿dónde está el salvavidas?
A priori, las medidas del gobierno para reactivar la economía han fracasado y no se vislumbra como el país puede salir adelante de este bache que inició en 2015.
"El nuevo escenario que nos plantea el Banco Central, debe ser un llamado de atención adicional para impulsar medidas de reactivación y crecimiento de la economía, y para que se promueva, con políticas claras y acciones específicas, un mayor clima de confianza para las familias y las empresas", instó Francisco Gamboa, director ejecutivo de la Cámara de Industrias.
Algunas de las medidas que propone el sector productivo incluye la agilización de proyectos como educación dual, flexibilidad laboral, reformar el empleo público e incluso venta total o parcial de activos estatales.
"En lo que resta el año las autoridades deben enfocar sus esfuerzos en restituir la confianza de la ciudadanía para que las personas se atrevan a invertir y consumir. A pesar de un entorno cargado de tareas pendientes y retos, el país goza de características como estabilidad política, seguridad jurídica, mano de obra calificada, entre otras, que le brindan ventajas competitivas que deben ser explotadas para enfrentar la coyuntura actual", dijo Luis Diego Herrera, economista de Acobo.