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Mejora en ingresos reales de los costarricenses no se percibe en el poder de compra de los hogares

Por Alexánder Ramírez | 20 de Nov. 2025 | 12:31 am

Imagen con fines ilustrativos. (CRH).

Aunque los ingresos reales de los costarricenses crecieron este año, esa mejora no se percibe en el poder adquisitivo de los hogares.

Así lo reconocieron los economistas Luis Vargas y Fabio Hernández, quienes aseguraron que esa recuperación ha sido más lenta en los hogares de menores ingresos.

Según el Informe de Política Monetaria (IPM) de octubre, elaborado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), los salarios reales aumentan a diferente ritmo según el sector y el tipo de puesto.

El ingreso real es aquel que refleja la cantidad de bienes y servicios que una persona puede adquirir con los ingresos que recibe, después de ajustarlos por inflación.

En agosto de 2025, los ingresos reales registraron una variación interanual de 6,5 %, de acuerdo con los datos de la entidad monetaria.

Por tipo de empleador, los salarios del sector privado crecieron de forma más acelerada en lo que va del año, con un aumento promedio del 5,8 %, mientras que en el sector público lo hicieron en 4,3 %.

El crecimiento en el sector público se explica, en parte, por la implementación de nuevas escalas salariales bajo el salario global, especialmente en las nuevas contrataciones.

Según el grado de calificación de los puestos de trabajo, en agosto de 2025 se observó que los de calificación media aumentaron 6,9 %, mientras que los de calificación alta y baja lo hicieron en 6,7 % y 3,5 %, respectivamente.

Es relevante mencionar que los ingresos en puestos de calificación media y alta han experimentado un crecimiento más acelerado durante 2025, mientras que los de calificación baja continúan aumentando, pero a tasas más moderadas.

Insuficiente

A pesar del crecimiento en los salarios reales observado en 2025, este aumento no ha sido suficiente para alcanzar los niveles previos a la pandemia de la covid-19, admite el Banco Central.

Los ingresos actuales han disminuido 9,8 % respecto con lo observado en febrero de 2020.

Vargas explicó que, aunque en 2024 y en los primeros meses de este año los hogares costarricenses experimentaron mejoras en su poder adquisitivo, como lo muestra el Informe del Estado de la Nación 2025, a este periodo le antecedieron años en los que, indistintamente del estrato de ingreso, los hogares enfrentaron aumentos en sus principales categorías de consumo (alimentos y transporte) mucho más pronunciados que los incrementos en sus ingresos. Es decir, pérdidas en su poder de compra.

"Particularmente, los hogares de ingresos bajos presentaron una recuperación más lenta en sus ingresos tras la pandemia y efectos más pronunciados del choque inflacionario en alimentos, lo que minó fuertemente su poder adquisitivo. Por ello, es de esperar que las recientes mejoras en la capacidad adquisitiva de los hogares no compensen las pérdidas asumidas durante cinco años y, por eso, no se perciba mejoría", dijo el investigador.

¿A qué se debe?

Por su parte, Hernández explicó que, si bien los ingresos reales en promedio han aumentado, esto se debe en buena medida a una inflación negativa que, lejos de ser alentadora, refleja una política cambiaria que afecta la competitividad del país y, por lo tanto, incide en una desaceleración del crecimiento económico proyectado por el mismo BCCR.

"Adicionalmente, la inflación es negativa a nivel agregado, pero para el caso de aquellas personas con calificación baja, su crecimiento en términos reales fue menor al promedio (3,5 %). Y son, precisamente, estas personas las que forman parte de los hogares cuyo consumo está más orientado hacia bienes de necesidades básicas, como alimentos y vivienda, que han tenido variaciones positivas en los precios a pesar de la inflación negativa a nivel general", detalló el consultor.

También mencionó que el crecimiento económico del régimen definitivo (RD), del cual dependen la gran mayoría de personas en el país, avanza a un ritmo mucho menor que el régimen de zona franca; por lo tanto, las oportunidades de empleo y de salarios competitivos para la mayoría de familias son menores.

Sin compensar

El Informe del Estado de la Nación 2025 destaca que, incluso a pesar de que en 2024 la inflación se ubicó en 0,8 %, después de haber registrado -1,77 % en 2023 —lo que consolidó un periodo de estabilidad en los precios—, esta tendencia solo permitió una recuperación parcial del poder adquisitivo de los hogares.

Esa mejora aún no compensa el deterioro acumulado —y desigual— entre los distintos estratos de ingreso durante los cuatro años previos.

El rubro de alimentos mantiene aumentos superiores al promedio general de precios. En él se concentra el 37 % del gasto de los hogares del estrato de ingreso bajo, mientras que en los de ingreso medio y alto representa el 28 % y el 18 %, respectivamente.

"Con una inflación del 0,8 % en 2024, el costo de vida sigue presionando a los hogares más vulnerables, que destinan hasta el 40 % de sus ingresos a alimentos. La mejora en el poder adquisitivo es parcial y desigual", señala el documento.

El análisis de la evolución salarial muestra una tendencia dispar. Tras la pandemia, los ingresos reales de los estratos medio y alto se recuperaron con mayor rapidez, mientras que los grupos de menores recursos enfrentaron estancamiento o caídas, con mejoras apenas en los años más recientes.

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