Gasto de consumo de los hogares costarricenses: Así se comporta por ingresos, zonas y regiones
Imagen con fines ilustrativos. (CRH).
Los hogares costarricenses gastan en promedio ¢687.000 por mes en el consumo o adquisición de bienes y servicios para atender sus necesidades y gustos.
Así lo revelan los principales resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2024, que fueron dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Por su parte, los gastos no asociados al consumo (compromisos u obligaciones de pago al Estado, a instituciones sin fines de lucro y a otros hogares) suman en promedio ¢143.657 por mes.
¿Cómo se comporta el gasto de consumo según los ingresos de las familias, por zonas y regiones de Costa Rica? La encuesta también lo analizó.
Por ingresos
Los resultados 2024 evidencian que entre los grupos de gasto de consumo hay diferencias significativas en nivel y estructura según el quintil de ingreso en que se ubiquen los hogares.
A medida que aumenta el ingreso per cápita del hogar, disminuye la participación relativa del gasto en alimentos y vivienda; mientras que aumenta la participación en gastos de salud, transporte, educación, restaurantes y servicios de alojamiento.
La diferencia más amplia en la estructura del gasto de consumo se presenta en el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que representa el 32,2 % del gasto de consumo en los hogares del quintil uno (los que tienen los ingresos más bajos), pero que para el quintil cinco (con los ingresos más altos) representa el 13,4 %.
En síntesis, para el primer grupo de hogares el rubro de alimentos y bebidas es el más importante del gasto de consumo, mientras que para los segundos el rubro de mayor peso es el transporte, con un 22,5 %.
Los hogares con menores ingresos concentran el gasto en alimentación y vivienda, que en conjunto suman casi el 50 % del presupuesto familiar.
Por su parte, los hogares con mayores ingresos distribuyen su consumo asignando más recursos a otros bienes y servicios que no son de primera necesidad, como el transporte (en el cual el rubro más importante se relaciona con la compra de vehículos) o los restaurantes y servicios de alojamiento, ambos vinculados al esparcimiento.
En cuanto al promedio por hogar del gasto de consumo mensual en cada quintil, se aprecia una diferencia considerable entre el quintil uno y el quintil cinco: el gasto del último es más de cuatro veces mayor que el del primero. En términos per cápita, esta diferencia se amplía todavía más y alcanza una proporción de 7,2 veces.
Por zonas
Respecto al comportamiento del gasto de consumo promedio por zona, la encuesta halló que en la zona urbana alcanza los ¢746.538 por mes.
Esto es significativamente superior al estimado para la zona rural, que es de ¢521.436 por mes.
En todos los grupos de gasto de consumo, el monto promedio en la zona urbana resulta mayor; sin embargo, al comparar las estructuras relativas de gasto, se advierte que la diferencia más amplia se presenta en vivienda y salud, rubros en los que la proporción del presupuesto asignado es considerablemente más alta en zonas urbanas respecto a las zonas rurales, con diferencias de 3,4 y 2,1 puntos porcentuales (p.p.), respectivamente.
En contraste, el peso relativo del gasto en alimentos es superior en la zona rural, con una diferencia de 5,9 p.p. respecto a la zona urbana. En los restantes once grupos, las discrepancias en puntos porcentuales son mucho menores.
Por regiones
La Enigh señala que, en torno al gasto de consumo por región, la Central posee un gasto de consumo promedio de ¢804.763 por mes, es decir, alrededor de ¢118.000 mensuales más con respecto al total nacional.
Las demás regiones presentan un gasto de consumo promedio cercano a ¢504.000 por mes, muy por debajo del promedio nacional.
Las regiones Huetar Caribe y Brunca registran el gasto de consumo promedio más bajo (¢457.068 y ¢489.216 por mes, en ese orden), con diferencias estadísticamente no significativas.
En un nivel intermedio se sitúan la región Chorotega (¢541.873 por mes) y Pacífico Central (¢530.073 por mes), es decir, un gasto de consumo promedio sin diferencias estadísticamente significativas entre ellas.
La región Huetar Norte alcanza un gasto de consumo promedio de ¢500.536 por mes, ubicándose en una posición intermedia entre las cinco regiones de planificación, fuera de la Central.
Finalmente, la región Central presenta diferencias estadísticamente significativas con el resto de regiones del país en los grupos de gasto de alimentos y bebidas no alcohólicas y en el de educación.
En el grupo de alimentos, la diferencia alcanza hasta 8,6 p.p. en comparación con la región Huetar Caribe, cuya proporción de gasto de consumo promedio en este grupo es más alta respecto a todas las demás (26,5 % frente a 19,3 % a nivel nacional). En cambio, en educación, la región Central registra un porcentaje de participación del gasto de consumo promedio superior en 1,7 p.p. respecto al resto de las regiones.