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Costa Rica se enrumba a un futuro “espeluznante”, opina especialista

ECONOMISTA PROPONE DEJAR FUNCIONANDO "SERVICIOS ESENCIALES" PÚBLICOS Y CUESTIONARNOS POR EL TAMAÑO DEL ESTADO

Por Josué Alvarado | 28 de Mar. 2020 | 5:59 pm

Eli Feinzaig (Archivo).

(CRHoy.com). -El economista y exviceministro Eli Feizaig opina que es "espeluznante" el futuro de Costa Rica en temas económicos y lo que eso desencadenaría en lo social, debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19. Para el experto "esto es una bomba social en potencia".

Pilar Garrido, ministra de Planificación, dijo este jueves 26 de marzo que el Gobierno maneja cifras "alarmantes" de familias que ya dejaron de percibir ingresos económicos, o bien, que pronto se quedarán sin la fuente de dinero.

Por ejemplo, hay 181 empleados del sector turismo que a partir del 1 de abril no recibirán salario. La Cámara Costarricense de Restaurantes y Bares (Cacore) calcula que 109 mil ticos fueron despedidos tras el cierre de 8 mil bares y restaurantes. Algunas personas podrían estar contabilizadas en ambas listas.

Otro de los fuertes golpes a la economía es el colapso del sector aéreo, que genera casi 155 mil empleos en el país. 

Feinzaig cree que ante estas cifras no habrá soluciones sencillas, pero que por mientras tanto tenemos que aceptar la realidad y cuestionar si se puede continuar de la misma forma.

"Creo que tenemos que aceptar la realidad de que la economía se va a contraer, de que el Producto Interno Bruto (PIB) costarricense va a decrecer y tenemos que cuestionarnos si para este tamaño del PIB necesitamos tener el mismo tamaño de Estado que tenemos hoy, si se vuelve infinanciable o si no habría que ahorcar al sector privado", comentó Feinzaig.

Su propuesta para contrarrestar los efectos económicos de la crisis sanitaria va por la línea de dejar en funcionamiento en el sector público solo los "servicios esenciales". En el caso de instituciones que no tengan funciones de este tipo, o departamentos, recomienda reducir jornadas y adecuar salarios para atender a quienes se quedaron sin recursos.

Cerrar el Ministerio de Cultura y Juventud o algunos departamentos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto son algunas de las ideas de Feinzaig, quien también cree que decretar la suspensión del salario escolar para el próximo año podría dejarle al Gobierno más dinero que el impuesto social que pretende cobrar a los salarios mayores a ¢1.100.000.

"Hay otras cosas que se pueden hacer y que serían más acertivas que ese impuesto que pretenden cobrar con el que pretenden recaudar 186 mil millones de colones", dijo Feinzaig a CRHoy.com.

"La intención de esto es que si hay segmentos grandes de una institución que no se necesita que permanezcan abiertos, el personal que está en estas actividades se tiene que ir, no se le despide, no se le suspende, pero sí se le da una jornada reducida y salario reducido", añadió.

Surgen propuestas

Distintas figuras y sectores han externado sus propuestas de soluciones.

En una mesa que se conformó entre empresarios, el Gobierno y la Asamblea Legislativa surgieron 11 propuestas, entre las que van flexibilizar las jornadas de trabajo, decretar la suspensión del salario escolar y bajar tarifas de electricidad y combustible. 

William Hayden Quintero, exgerente general del Banco Nacional, propuso a través de redes sociales que el Gobierno emita bonos en dólares por el orden de mil millones de dólares a un año plazo, al 3,5% de interés, y que sea el Banco Central quien los adquiera. Hayden dijo que el Central cuenta con 8 mil millones de dólares en Reservas Monetarias Internacionales invertidos en el exterior, la mayor parte en dólares.

Con el cambio a colones, explicó, el Gobierno tendría ¢565 mil millones de liquidez para inyectarlos a la atención de la emergencia. 

"Al BCCR no le afectaría para nada este canje transitorio de divisas por bonos nacionales en vez de foráneos y le quedan reservas para cubrir 7 meses de importaciones que además se verán disminuidas por la crisis económica inducida".

Otra de las propuestas llegó de la curul del diputado frenteamplista José María Villalta, quien sugirió pedir a los organismos internacionales suspender la deuda pública. La petición se haría, según la idea de Villalta, al Banco Mundial (BM), al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), entre otros.

Para este año Costa Rica separó de sus recursos cerca de ¢217 mil millones para amortización y ¢367 mil millones para pago de deuda externa. 

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