Contralora: Hay incertidumbre sobre la magnitud del déficit en 2025

La contralora general de la República, Marta Acosta, aseguró este miércoles que existe incertidumbre sobre la magnitud del déficit financiero del Gobierno debido a faltantes en el presupuesto para 2025.

En una audiencia con los diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa, se refirió a gastos subestimados que provocan esa incertidumbre.

En primer lugar, mencionó un faltante de ¢118.000 millones para el Ministerio de Educación Pública (MEP), de los cuales se incluyen ¢100.000 millones para el pago de remuneraciones a sus funcionarios y ¢18.000 millones para financiar comedores escolares y transporte estudiantil, así como gastos subestimados por el orden de ¢459.000 millones que corresponderían a transferencias del Gobierno a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

"De incluirse el monto completo que solicitó la Caja para 2025, se observaría un incremento de 1% del Producto Interno Bruto en el déficit financiero y el superávit primario estimado sería apenas de un 0,5% del PIB", explicó la jerarca de la Contraloría General de la República (CGR).

Indicó que, adicionalmente, para la estimación del Servicio de la Deuda se utilizó un tipo de cambio promedio de ¢550 para 2025, a diferencia del establecido por el Ministerio de Hacienda de ¢517,93.

Acosta también sostuvo que el proyecto de ley de presupuesto ordinario y extraordinario para el ejercicio económico de 2025, por un monto de ¢12,5 billones, refleja un incremento en el saldo de la deuda pública a niveles por encima del 60% del PIB, a diferencia de las estimaciones que se tenían al mes de julio.

"Las colocaciones netas que el Gobierno espera realizar para atender las necesidades de financiamiento del presupuesto 2025, así como mantener una reserva de liquidez del 1% del PIB, originarían que la deuda al cierre de 2025 se ubique en ¢32.495.761 millones", puntualizó la Contralora.

Manifestó que el aumento de los pasivos del Gobierno en los años 2024 y 2025 representaría 2,5 veces lo que se incrementó la deuda en el bienio 2022-2023, y la razón deuda/PIB a diciembre 2025 continuaría siendo superior al 60% del PIB.

Según Acosta, la propuesta de gasto para 2025 refleja egresos que decrecen en términos generales con respecto a la producción.

Explicó que la reducción del gasto total obedece principalmente a la menor previsión para la partida de amortización y a un menor crecimiento de los intereses.

"En lo que respecta al gasto primario, se registra un crecimiento de 0,9%, y el gasto corriente crece menos de lo establecido por la regla fiscal, acompañado de faltantes presupuestarios que podrían reflejar un deterioro en la oportuna prestación de servicios a la ciudadanía", afirmó.

"Se evidencia un panorama fiscal menos alentador que en años anteriores, dada una carga tributaria con tendencia a la baja e incremento moderado del gasto que impacta las expectativas de una relación deuda/PIB menor al 60%, lo anterior aparte de que existen demandas financieras no reflejadas en el presupuesto de gastos, lo cual genera incertidumbre sobre los resultados fiscales y resta confiabilidad al presupuesto como fuente de información para la toma oportuna de decisiones", concluyó Acosta.