Disminuye la protesta social pero aumenta el descontento ciudadano
El último informe sobre el Estado de la Nación nos indica que durante la actual Administración ha disminuido la protesta social. Esta es, sin dudas, una buena noticia y un mérito de este Gobierno.
Sin embargo, surge entonces la duda de por qué si disminuyó la protesta social durante este período, también ha aumentando la insatisfacción y molestia ciudadana con el quehacer gubernamental. ¿No sería lógico esperar que un nivel menor de protesta social esté asociado a un mayor nivel de satisfacción con la acción gubernamental?
Esta aparente contradicción se podría explicar en parte porque el actual control del Ejecutivo (PAC) y una mayoría del Legislativo (PAC más FA) la tienen quienes hasta el 2014 lideraron buena parte de esa protesta social en contra del bipartidismo histórico.
Primero el PAC y luego el FA, en alianza con movimientos sociales sindicales, ambientalistas y otros muy diversos, enfocaron su crítica vehemente contra la corrupción del sistema político a partir de la emergente "ética PAC", así como contra las políticas económicas posteriores a la crisis de los ochentas ("neoliberales") por empobrecer a la población, aumentar la desigualdad y desmantelar el Estado de Bienestar. No es así, pero el mensaje caló.
Canalizaron políticamente el descontento que se acumuló desde mediados de los años noventas con las reformas a las pensiones del magisterio y luego el Combo ICE, finalmente aglutinados en el No al TLC con los Estados Unidos (CAFTA).
Este sentimiento popular fue la base emocional que permitió que el PAC gobierne hoy por primera vez, así como que el FA pasara de fracciones unipersonales (Merino y Villalta) a elegir nueve diputados en la actual Asamblea Legislativa. En la primera ronda del 2014 casi la mitad de los votos (casi un millón) fueron para el PAC y el FA, y juntos obtuvieron 22 diputados, lo cual les permitió controlar la Asamblea Legislativa durante el primer año de gobierno.
Luego estos partidos firmaron el año pasado una alianza política con el colectivo sindical Patria Justa en el Teatro Melico Salazar. Los protagonistas de los movimientos sociales y políticos durante la época de mayor protesta social antes del 2014 convergieron en el Pacto del Melico, combinando una alianza de facto con un pacto de no agresión política. Pasaron de la protesta social a un gobierno progresista plus.
Sería entonces muy extraño que hoy protesten contra sí mismos ahora que tienen el poder político. Por ejemplo, Patria Justa enfoca su lucha en bloquear cualquier intento de reforma a los privilegios de los pluses salariales, en alianza con otros sindicatos e intereses corporativos. Apoya en las calles la agenda que impulsa el FAC desde el Ejecutivo y el Parlamento.
Hoy la pobreza sigue estancada, la desigualdad crece y la sensación de falta de transparencia continúa, aunque la protesta social desapareció, a pesar del progresista y antiliberal cogobierno del Pacto del Melico.
Parece que el frío no estaba en las cobijas y que no era lo mismo verla venir que bailar con ella.