Director del OIJ: Principal sicario en Puntarenas tiene solo 16 años
"Hay niños que dicen que quieren ser sicarios", dijo el jerarca
(CRHoy.com) La policía judicial ha enfocado sus fuerzas en tratar de desarticular las bandas criminales que tienen sumido al país en la peor crisis de homicidios de la historia y producto de esos trabajos han logrado identificar que la gran mayoría son adolescentes.
Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) puso como ejemplo que en Puntarenas "el principal" sicario de un grupo narco apenas tiene solo 16 años y ya cuenta con varios casos con saldo mortal en su expediente.
Sin embargo, el jerarca dijo que lo más preocupante es que conocen de casos de menores entre 13 y 15 años que ya tienen conocimiento en este tipo de criminalidad debido a que desde pequeños los empiezan a formar en varias áreas "y luego asumen roles importantes en las agrupaciones".
Para el funcionario, la falta de oportunidades y la baja escolaridad, así como el incentivo de dinero fácil desde que están en edades donde usualmente los menores no financieramente independientes, seducen a estos jóvenes.
"Los jóvenes cada vez más están sin oportunidades de trabajo, el 77% de la población en las costas, por ejemplo en Limón, no tiene el noveno año de colegio y es donde tenemos gente joven sin educación y sin empleo bueno y bien remunerado, entonces ven la puerta fácil de convertirse en sicarios, tener minutos de fama en la vida, tener posesiones, tener respeto, se invierte la pirámide de principios y es donde vemos la situación tan difícil que vemos en el país", detalló.
"Hay niños que dicen que quieren ser sicarios"
Zúñiga añadió que los grupos criminales saben que la policía tiene dificultades a la hora trabajar en la investigación de los sospechosos, ya que conocen que se debe llevar expedientes paralelos, no se lleva registro de los nombres y eso les permite delinquir muchas veces sin que queden registros.
"Es como un hedonismo cultural que hay, se llevan la fama aunque mala, hay niños que dicen que quieren ser sicarios porque ven que un papá o un vecino pudieron comprar una casa o un carro, son víctimas de violencia social y optan por esta salida rápida para generar ingresos y llevar una vida indigna", resaltó.
Lo lamentables que las autoridades estiman que la mayoría de ellos no duran más de tres años delinquiendo, pues muchos son "eliminados por las mismas bandas" o en el mejor de los casos caen en las manos de la policía.
Para Zúñiga, los muchachos se dejan llevar por casos como el "La Pioja" en los barrios del sur de San José, en el cual el líder se ganaba hasta ¢15 millones diarios por las ganancias que le generaba su búnker, lo cual le permitía vivir en un penthouse en la capital.
El jefe policial insistió en que para poder atacar muchos de los nichos delincuenciales se necesita recursos, más personal y herramientas tecnológicas que en este momento no tienen.
"Se cortaron ingresos extras como el impuesto a la exportación de cajas de banano o impuesto a ley de casinos que no están llegando a la policía", lamentó.