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Diablo debe pagar “mucho dinero” a su círculo cercano para evitar traiciones, concluye OIJ 

Pese a jugoso ofrecimiento de la DEA que da $500 mil de recompensa por su captura, sus hombres más cercanos no han caído en la tentación

Por José Adelio Murillo | 17 de Sep. 2025 | 5:11 am
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La recompensa que la Administración para el Control de Drogas (DEA) ofrece por Alejandro Arias Monge, alias Diablo, el criminal más buscado de Costa Rica, todavía no ha tentado a sus círculos más cercanos.

Esto sería una muestra de que este cabecilla muy probablemente paga altas sumas de dinero a sus hombres de confianza.

Esta es una de las conclusiones a las que llega el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), luego de que hayan transcurrido ya cuatro meses desde que se anunció el ofrecimiento de 500.000 dólares a cambio de información que permita ubicarlo, capturarlo o condenarlo.

Cuando se emiten este tipo de propuestas, una de las intenciones de las autoridades es lograr que alguna persona del círculo cercano del requerido se vea tentada a brindar datos útiles para obtener la jugosa suma de dinero. Sin embargo, transcurridas casi 20 semanas, esto no ha ocurrido.

El director del OIJ, Randall Zúñiga, explicó en entrevista con CR Hoy que ninguno de los reportes confidenciales recibidos ha sido lo suficientemente certero como para acercarlos más al arresto de Arias.

"A pesar de que hay una recompensa bastante importante por este sujeto, de todas las informaciones que hemos tenido no ha habido alguna que nos genere una pista bastante buena para ubicar a esta persona.

El grupo que lo está blindando o cubriendo debe ser bastante bien remunerado, ya que no han caído en la tentación de venderlo. Es parte de la misma recompensa: que alguien interno del  mismo grupo sea el que lo entregue", explicó el jefe policial.

 

La búsqueda conjunta de las autoridades estadounidenses y costarricenses no ha mermado la operación, dado que actualmente socios o grupos que responden a Diablo incluso intentan incursionar en otras regiones, como el Pacífico Central.

No obstante, Arias Monge ha mantenido un perfil bajo, sin apariciones públicas y procurando mantenerse lo más escurridizo posible, justamente para evitar que la policía lo capture, a diferencia de otros capos del Caribe costarricense como el exmagistrado y extraditable Celso Manuel Gamboa Sánchez.

"Él siempre ha tratado de mantener el perfil bajo: no es de hacer comunicados ni afirmaciones a través de medios o redes sociales. Él no busca tener esa mediatización que algunos otros como este señor Gamboa ha tenido en algún momento. (Diablo) siempre ha mantenido un perfil bajo", añadió Zúñiga.

El pasado 30 de abril, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el ofrecimiento de medio millón de dólares como recompensa a cambio de Diablo, quien ha permanecido prófugo durante años.

De acuerdo con la agencia antidrogas estadounidense, Arias es requerido por tráfico de narcóticos, asesinato y lavado de dinero en territorio costarricense, así como por conspiración para fabricar, importar y distribuir sustancias controladas hacia EE. UU.

La DEA describe a Diablo como el jefe de una violenta organización criminal transnacional y lo señala como el fugitivo más buscado en Costa Rica, debido a múltiples órdenes de captura por tráfico de drogas, robo, homicidio agravado y legitimación de capitales.

Según las autoridades norteamericanas, este capo ha conspirado con numerosos narcotraficantes y organizaciones de tráfico de drogas para transportar cargamentos de cientos de kilogramos de cocaína originaria de Colombia.

Posteriormente, la droga se contrabandea a través de Costa Rica, Honduras y Guatemala hasta México, con destino final en Estados Unidos.

"La organización de Arias también utiliza las redes sociales para intimidar a los ciudadanos costarricenses publicando imágenes de armas de fuego, mensajes amenazantes al público y a líderes gubernamentales y videos de asesinatos", señaló la publicación del Departamento de Estado.

La recompensa se ofrece gracias a gestiones del fiscal general de la República, Carlo Díaz Sánchez, y la dirección del OIJ, en encuentros mantenidos con contrapartes estadounidenses desde 2024.

El gobierno de Estados Unidos habilitó varios canales de comunicación para recibir información: +1-956-517-7023 (texto/WhatsApp/Signal) o el correo electrónico CRInfo@dea.gov.

El más buscado

Según el Juzgado Penal de Pococí, desde el 5 de agosto de 2021 se dictaron órdenes de captura nacional e internacional contra Arias Monge, quien se mantiene prófugo de la justicia desde hace media década. Desde 2016 no ha vuelto a una celda.

Una orden de captura internacional es una solicitud dirigida a las fuerzas del orden de todo el mundo para localizar y detener provisionalmente a una persona en espera de su extradición o entrega, según lo define la Interpol.

Alias Diablo acumula al menos cinco causas penales en su contra. Así lo reveló en diciembre pasado CR Hoy, tras consultar múltiples despachos judiciales.

Arias es señalado como cabecilla de una de las organizaciones criminales con mayor influencia en el país, con presencia en cantones como Pococí, Guácimo, Siquirres, Sarapiquí, San Carlos, Turrialba y ahora Quepos.

La detención del fugitivo se ha complicado, pese a que las autoridades han capturado a su presunto jefe de sicarios, familiares y otros colaboradores.

El supuesto capo de Guápiles y la Zona Norte fue declarado rebelde años atrás, pues debía afrontar una causa judicial por dos homicidios, pero desde entonces ha permanecido en evasión, lo que le permitió presuntamente construir un imperio de narcotráfico y legitimación de capitales.

La Fiscalía Adjunta de Pococí concentra la mayoría de expedientes contra el supuesto líder narco, cuya base de operaciones se ubica principalmente en Guápiles. Según los registros de esa fiscalía, Arias Monge enfrenta investigaciones abiertas desde 2019 por delitos como venta de droga, robo agravado y amenazas a funcionario público.

Este último delito le dio mayor notoriedad pública, tras difundirse audios de WhatsApp en los que supuestamente ofrecía millonarias recompensas por asesinar a oficiales de la Fuerza Pública y del OIJ.

El fugitivo ha logrado evadir varios intentos de captura y, según la policía judicial, también ha conseguido escapar de retenes. Indicios del OIJ apuntan a que suele refugiarse en zonas limítrofes con Nicaragua, de muy difícil acceso, en áreas boscosas y lluviosas que le permiten observar a kilómetros de distancia cualquier contingente policial.

Al detectar movimientos, se presume que cruza la frontera hacia territorio nicaragüense. Esta situación, según Zúñiga, se ha repetido en varias ocasiones.

Desde que se anunció la recompensa, tanto el OIJ como la DEA han recibido un alto volumen de reportes, incluso de supuestos miembros de la estructura criminal de Diablo, quienes han proporcionado pistas falsas o contradictorias.

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