Denuncia de hija de Rufina en contra de su hermano permitió hallar cuerpo enterrado

Hace poco más de un mes, Rufina Marlene Jiménez Arias, de 54 años, fue reportada como desaparecida en Corredores, Puntarenas. Madre de tres hijos, su ausencia encendió la alarma en su familia y en la comunidad, que la recordaba como una mujer trabajadora, alegre y muy dedicada a sus hijos.

Ayer martes, tras semanas de incertidumbre, las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hallaron un cuerpo en la vivienda donde Rufina residía con su hijo menor de 17 años, quien ahora figura como principal sospechoso. La clave para este descubrimiento fue la denuncia presentada la semana pasada por su hija de 22 años, Keisha Ariana Coto Jiménez, contra su propio hermano.

La desconfianza que encendió las alarmas

De acuerdo con su hermano mayor, Wilmer Fabián Hernández Jiménez, desde el inicio de la desaparición, Keisha empezó a notar inconsistencias en la versión del adolescente.

"Hace unos días yo hablé con mi hermana, le dije que las investigaciones del caso sobre la desaparición no estaban llegando a nada. Ya habían llegado al punto que iban a dejar de buscar y todo porque ya era mucho gasto y no se había resuelto nada.

Entonces ella se fue para la Zona Sur, me comentó que llamó al investigador del OIJ que llevaba el caso de la desaparición, llegaron juntos a la casa (donde vivía la mamá). Ella me comentó que todo lo que mi hermano le había dicho que mi mamá se había llevado, todo estaba ahí, es decir, mintió. Yo le dije a mi hermana que eso no era normal, que algo no estaba bien y yo le dije que nunca he confiado en mi hermano", relató Wilmer a CR Hoy.

De acuerdo con el testimonio, el investigador coincidió con esa sospecha y le recomendó a Keisha interponer una nueva denuncia directamente contra su hermano. Así lo hizo hace unos 12 días, lo que reactivó las pesquisas.

"Yo le dije a mi hermana que preguntara cómo se podía manejar eso. Como a las 2 horas ella me comentó que el investigador del OIJ notó extraño eso y que le dijo a mi hermana que eso ya no ameritaba para una desaparición, que él recomendaba realizar otra denuncia contra mi hermano. Ella me consultó qué hacer y yo le dije: 'hágalo, hágalo'. Ella entonces hizo la denuncia de mi hermano", agregó.

El hallazgo que confirmó los peores temores

La mañana de ayer martes, agentes del OIJ de Ciudad Neily allanaron la vivienda donde Rufina vivía desde hacía dos meses y medio con el menor de sus hijos. En el operativo, el propio joven habría indicado a las autoridades el lugar donde estaba enterrado el cuerpo de su madre, presuntamente dentro de un tanque séptico en el patio de la casa.

Aunque todavía falta la confirmación científica, la familia no tiene dudas de que se trata de ella.

"Aún no han confirmado que el cuerpo sea de mi mamá. Hay que esperar los resultados de ADN, pero por descarte sabemos que es mi mamá porque de hecho fue mi mismo hermano quien dijo dónde estaba mi mamá enterrada. Cuando los agentes llegaron a allanar, él mismo dijo dónde estaba mami. Tengo entendido que estaba como en un tanque séptico. No sé bien porque yo no estaba, eso es lo que dicen".

"No lo odio, le tengo lástima"

Wilmer Fabián contó a este medio lo que actualmente siente por su hermano menor.

"Yo a mi hermano ahorita no le tengo odio, le tengo lástima. Fue despreciable con una persona que le dio la vida. Si lo tuviera de frente le reprocharía que por qué lo hizo", indicó.

El joven de 36 años contó además que desde hace alrededor de 4 años no le habla a su hermano.

"Cuando mi hermana puso la denuncia por desaparición yo le pregunté que como estaba él porque yo con mi hermano no me llevo. Yo no le hablo como desde hace 3 o 4 años porque él ya le había hecho una chanchada a mi mamá por dinero, la había dejado abandonada, la había dejado mal parada con los vecinos y muchas cosas más. A mi mamá la dejó endeudada y muchas cosas más. Yo le había dicho a mi mamá y a mi hermana: 'para mi él no existe' (…) Todo el mundo me decía que él andaba en drogas, que pasaba metido en los bunkers, que lo encontraban borracho en los caños, que mi mamá tenía que llegar a levantarlo"

Una madre dedicada, una hija valiente

Rufina era recordada por sus hijos como una mujer trabajadora, alegre y muy dedicada a su familia, incluso en medio de sus problemas de salud. Crio a tres hijos, y Keisha, la del medio, fue quien se armó de valor para denunciar al hermano menor, a pesar del dolor que ello significaba.

El gesto de Keisha fue determinante no solo para esclarecer la desaparición de su madre, sino también para dar un giro crucial a la investigación.

Lo que sigue

Mientras se esperan los resultados de ADN que confirmen oficialmente la identidad del cuerpo, el adolescente de 17 años permanece detenido como principal sospechoso. De momento, se espera que se determine su situación jurídica.

"La Fiscalía Penal Juvenil de Corredores informó que el joven se encuentra detenido a la espera de que se defina su situación jurídica. De momento, es toda la información que se maneja", indicaron en el Ministerio Público.