Dejó su trabajo para dedicarse a su pasión: hacer queques
La receta se la dio su mamá y ella la perfeccionó
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A veces el destino le cambia el rumbo a las cosas y aunque en un principio todo parece incierto, después tiene sentido. Eso fue precisamente lo que le pasó a Anny Calvo.
Su gran sueño siempre fue ser odontóloga, pero por varias razones no pudo entrar a la carrera en la Universidad de Costa Rica (UCR). Después, se especializó como técnica dental y aunque era feliz en su trabajo, su realización estaba en un campo muy diferente: la pastelería.
Desde niña aprendió a hacer queques con la receta de su mamá y poco a poco la fue perfeccionando. Ella era la encargada de hacer los pasteles para las fiestas de su familia y amigos pero no como negocio.
"Trabajando como técnica dental una vez conocí a una persona y me instó a profesionalizarme un poco más en los queques. Le hice caso y pedí un permiso en la clínica para trabajar medio tiempo y poder llevar el curso. Yo salía del curso y tenía que volar prácticamente para poder llegar al trabajo a tiempo", recordó.
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Durante 18 años trabajó en lo que estudió, pero su verdadera felicidad era hacer queques, por lo que decidió renunciar y dedicarse de lleno a su negocio.
"Estaba acostumbrada a tener mi sueldo fijo, vacaciones y todas la garantías y fue muy difícil. Empecé con una mano adelante y otra atrás pero gracias a Dios poco a poco me fui haciendo de clientes porque en ese momento solo había como cuatro personas famosas que se dedicaban a eso. Una de ellas me dijo que creyera en mi trabajo y así fue", afirmó.
Doña Anny empezó a pautar en revistas y a participar en ferias de novias pero su buen trabajo fue su mejor recomendación.
"Poco a poco me fui dando a conocer. Ya son 14 años de estar en esto y me siento realmente feliz y realizada con lo que hago. No me veo siendo odontóloga ahora porque cuando veo la felicidad de los clientes me reconforta el corazón aunque son horas de mucho sacrificio para poder sacar la tarea", aseguró.
Esta vecina de Escazú trabaja en conjunto con su esposo, su hija y su cuñada para mantener su empresa de queques. Reconoce que no ha sido fácil pero también está convencida que "Costa Rica es un país de oportunidades, para gente que lucha por lo que quiere, no para vagos".
Tiene muchas anécdotas y sonríe al recordarlas, aunque algunas le sacaron las canas, como las veces que han dejado caer queques que le costaron varias horas de esfuerzo.
"Es algo muy bonito porque uno va formando lazos con los clientes. Tengo una amiga que le hice el queque para la despedida de soltera y ya voy por la primera comunión de la chiquita. Eso no tiene precio y es de las cosas lindas que tiene mi trabajo. Me han pedido queques de muchos rincones del país", citó.
Si usted desea contactar a esta artista puede hacerlo a través de su página en Facebook Anny Calvo o a los teléfonos 8729-6039 y 2289-9333.