Las piedras en el zapato del alcalde de Heredia
Las centenarias piedras de las aceras son defendidas a capa y espada por el Comité Cívico Herediano

Manrique Álvarez lidera el movimiento a favor de las piedras andesitas. El alcalde José Manuel Ulate se libró de una medida cautelar por incumplir acuerdos municipales.
Se denominan andesitas y fueron colocadas hace 150 años en las aceras del centro histórico de la ciudad de Heredia. Siglo y medio después, son el origen de un agrio enfrentamiento entre el inquieto alcalde José Manuel Ulate Avendaño y el apasionado empresario Manrique Álvarez Rojas, líder del Comité Cívico.
La de ahora es la más reciente batalla por las andesitas, pero la lucha lleva tres décadas.
Ya en 1988 el director de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, Roberto Le Franc -ante los trabajos que se estaban haciendo en las aceras de la ciudad- advirtió al Concejo Municipal que las piedras deberían conservarse en su sitio porque "constituyen parte muy importante del patrimonio cultural local".
Le Franc manifestó que esas aceras constituyen ejemplo de una técnica que ya no se practica y que "es nuestro deber transferir a las futuras generaciones, en forma intacta, nuestro patrimonio cultural".
Ese mismo año, el destacado columnista Julio Rodríguez echó mano a Cartas a la Columna en el diario La Nación y bajo el título "Barbarie en Heredia" denunció que la Municipalidad había ordenado arrancar las aceras de piedra para reponerlas por planchas de cemento. Pidió explicación sobre el paradero de las piedras y exigió detener el acto de barbarie.
Los picapedreros de Barva trabajaron esas andesitas, casi tan duras como el granito, hace siglo y medio, en la misma época en que el joven Cleto González Víquez recibía clases de latín y castellano impartidas por la Universidad de Santo Tomás en las aulas de la Escuela República Argentina, hermoso edificio hoy convertido en el Centro de la Cultura Herediana Omar Dengo.
Por aquellas aceras caminó también otro expresidente de la República, Alfredo González Flores, pues su casa estaba justo en el costado norte de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, donde hoy funciona la Casa de la Cultura.
Entre la accesibilidad y la conservación patrimonial
Propios y extraños reconocen que bajo la administración del alcalde Ulate Heredia ha mejorado, pero el Comité Cívico le reclama su escaso respeto por el patrimonio histórico.
Hace dos años, la Municipalidad hizo un contrato con una empresa privada para la reparación de las aceras con un corredor de accesibilidad, es decir, con la demarcación de una zona en la que pudieran caminar con seguridad las personas no videntes.
Se trataba de dar cumplimiento a la ley 7600, que garantiza la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad. Pero se levantaron las andesitas sin inventario, sin los cuidados necesarios y sin compromiso de devolverlas a su lugar.
Ese 2015, gracias a la protesta ciudadana, se logró un acuerdo del Concejo Municipal, que satisfizo entonces a las partes, pero según el Comité Cívico se ha incumplido. lo que ha logrado enervar los ánimos.

En el 2015 ciudadanos heredianos exigieron respeto al patrimonio.
El alcalde esgrime documentos técnicos en los que ingenieros municipales aseguran que las acusaciones son falsas y que como responsables del proyecto dan fe de que se está cumpliendo el acuerdo de 2015.
Lo cierto del caso es que en este momento, por acuerdo del Concejo, los trabajos en las aceras del centro histórico están paralizados mientras una comisión especial mixta resuelve el dilema de cómo respetar el patrimonio histórico y dar cumplimiento a la ley 7600.
Entre tanto, hay ciudadanos que vigilan de noche sus apreciadas andesitas, pues aseguran que la municipalidad las levanta en la oscuridad para llevarlas hasta un plantel donde se deterioran.
"Pedimos que se respete el acuerdo del 2015 y la recomendación del Ministerio de Cultura de que no sean transferidas a otros lugares de la ciudad, explica Álvarez.
La discordia
Manrique Álvarez tiene a su haber varias luchas por el patrimonio de su provincia. Posee estudios de Derecho y a los 52 años es un apasionado de la historia.
Aunque ha afirmado que al alcalde no le cree, comentó: "Yo estoy por Heredia, no estoy en contra del alcalde. Tenemos 35 años de proteger el patrimonio".
Por su parte, el liberacionista José Manuel Ulate lleva 10 años al frente de la municipalidad herediana y tiene cuatro años más por delante.
En entrevista con CRHoy reconoció que en la construcción de las acercas se han cometido errores, pero asegura que "mienten los que dicen que no me importan las piedras. Yo las protejo. No sé por qué dicen que no".
La discusión ha estado amarga. Desde su página de Facebook, Ulate lamentó "que haya personas que se han valido de esto para hacer ataques grotescos que van más allá de la razonabilidad y sobre todo de la posibilidad de mejorar las oportunidades de un sector muy importante de nuestra población".


