Cuarta víctima de balacera de San Ramón llegó a la casa donde ocurrió crimen para “pasar la tarde”

Irma Badilla Sánchez, de 18 años, es la cuarta víctima mortal de la balacera ocurrida en San Ramón el pasado 7 de marzo.

De acuerdo con su tía, Laura Sánchez, la joven llegó a la casa donde sucedió el crimen únicamente para “pasar la tarde”. Aseguró que su sobrina era una víctima inocente y que había ido a visitar a una de las mujeres que se encontraba en la vivienda.

Irma luchó por su vida durante 16 días; sin embargo, su familia afirma que permaneció con una sonda en la boca, lo que les impidió conversar con ella.

“Yo le empezaba a hacer masajes y le cantaba. La traté como a un bebé. Le decía: ‘Yo a usted no le di la vida, pero es mi bebé grande’, y siempre que le decía eso, lloraba. Yo le hablaba, y ella me respondía con gestos, diciéndome que sí o que no con la mano”, relató Laura Sánchez.

Irma Badilla Sánchez estudiaba en un colegio nocturno.

“Ahorita estaba en cuarto año. Estaba aprendiendo a hacer uñas. Era una niña llena de luz, siempre contenta y alegre. Siempre tenía una sonrisa”, contó su tía.

Además, Sánchez afirmó que desconocía a las personas que se encontraban dentro de la casa donde ocurrieron los hechos, por lo que no podría brindar detalles de lo sucedido.

“Yo no conocía a nadie. Solo a mi sobrina, nada más”, manifestó.

Entre las víctimas mortales de esa balacera también está un bebé de seis meses, quien perdió la vida en el Hospital Carlos Luis Valverde Vega.

Además, una mujer de apellido Quesada, de 34 años, y un adolescente de 16 años, fueron declarados fallecidos por la Cruz Roja ese mismo 7 de marzo.

Oficiales de la Fuerza Pública detuvieron a un sospechoso del homicidio el pasado 18 de marzo. Se trata de un hombre de apellido Valverde, quien fue localizado en la comunidad de El Progreso y a quien el Juzgado Penal de San Ramón le dictó un año de prisión preventiva.

De acuerdo con las autoridades, el hombre, en compañía de otras 2 personas, solicitó un servicio de taxi para trasladarse desde El Progreso hasta San Juan, en San Ramón.

Una vez en el lugar, se cree que los 3 descendieron del carro y se dividieron las funciones. En un momento determinado, dos de ellos ingresaron a la casa del ofendido, un joven de 16 años que se encontraba en compañía de las otras víctimas.