Costa Rica no la tiene fácil para ganar puesto en Consejo de Derechos Humanos
Elección será el jueves 17 de octubre
(CRHoy.com) El camino de Costa Rica para conseguir un puesto en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no será fácil y el país corre con el riesgo de perder esta candidatura que lanzó el gobierno de Carlos Alvarado la semana anterior.
Dos analistas internacionales consultados por CRHoy.com resaltaron que, sin el ánimo de restarle mérito al país y reconociendo su trayectoria en pro de la defensa de los derechos humanos, Costa Rica es merecedora de un asiento en este foro, sin embargo sostienen que la premura y la improvisación con que el gobierno presentó la candidatura no favorece su elección.
A pesar de que este tipo de candidaturas y la negociación de los votos del resto de naciones son temas que se negocian con meses e incluso años de anticipación, el gobierno presentó el nombre del país apenas 14 días antes de la elección del próximo 17 de octubre, con el fin de que el puesto no se lo deje el régimen de Nicolás Maduro, en Venezuela.
La analista Nuria Marín Raventos recordó que el país bajo la conducción del Partido Acción Ciudadana (PAC) ha fracasado en materia de candidaturas internacionales por falta de pericia de quienes han llegado a dirigir la Cancillería (ver nota abajo).
La experta aseguró que el país tiene todo el potencial para formar parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, sin embargo lamentó que la candidatura se diera de manera tan apresurada y
"Esto lo que demuestra es una impericia en el tema de las candidaturas, que se negocian de previo con años de anticipación. No soy muy optimista y me preocupa lo que pueda conllevar un nuevo fracaso diplomático", dijo Marín.

El cupo latinoamericano que queda vacante este mes lo ocupa actualmente Brasil, el cual aspira a reelegirse. De este modo los rivales del país serán Brasil y Venezuela.
El analista Alonzo Mora apuntó que el hecho de que Venezuela se este postulando es un punto a favor de Costa Rica, por ser un país donde claramente se están violando los derechos humanos, sin embargo admitió que Brasil representa un contendor para el país.
Al igual que Marín, el experto dijo que el país tiene el mérito para posicionarse en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, pero el factor tiempo no le favoreció.

Desde la semana anterior CRHoy intentó constatar la versión del canciller Manuel Ventura o de algún otro jerarca del Ministerio de Relaciones Exteriores para conversar sobre la candidatura del país y el proceso de negociación con el resto de naciones que conforman la ONU, sin embargo la solicitud no fue atendida.
Para este lunes está prevista una conferencia de prensa en la Casa Amarilla en donde las autoridades diplomáticas del país se referirán a esta candidatura.
El presidente, Carlos Alvarado, aseguró que la decisión de su gobierno de postular al país para integrar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU durante el periodo 2020 – 2022 obedece, además de impedir que Venezuela ocupe un asiento en ese foro, a un tema de "consecuencia".
"Es consecuente con lo que somos. Quienes no respetan los derechos humanos no deben tener un espacio ahí, sino quienes sí los respetan. Por un tema de consecuencia, y por eso Costa Rica ha asumido este reto", afirmó Alvarado este jueves.
Una candidatura precipitada, al estilo del PAC
En octubre de 2014 Costa Rica perdió el puesto que ocupaba como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU luego de que la Asamblea General de la ONU eligiera a El Salvador, Bolivia y Paraguay como los representantes de América Latina.
De los cuatro países latinos que aspiraban al puesto, Costa Rica fue el único que quedó por fuera, tras recibir el respaldo de solamente 120 países. El Salvador logró 151 votos, Bolivia 144 y Paraguay 139.
Esta derrota fue solo la primera, de casi una decena de fracasos diplomáticos que se sumaron en el primer gobierno del PAC, a cargo de Luis Guillermo Solís.

Durante el gobierno de Solís el país sumó una decena de fracasos diplomáticos
Las candidaturas del país en este tipo de organismos son fundamentales para el posicionamiento del país en el ámbito internacional.
Se cuenta con candidaturas país y candidaturas personales que son respaldadas por el Estado. Para lograr el éxito en cualquiera de las dos, es necesario un cabildeo y un respaldo en las alianzas creadas con los diferentes países. En este aspecto Costa Rica ha perdido terreno, tanto en la planificación de la participación como en la obtención de votos para lograr dichas candidaturas.
El pasado gobierno de Luis Guillermo Solís fue todo un fiasco en materia de luchas diplomáticas para llevar a Costa Rica a importantes escaños internacionales.
El gobierno de Solís perdió 9 candidaturas en distintos organismos. La más reciente fue la de Laura Thompson para la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Si bien esta elección fue el pasado 29 de junio –bajo la nueva administración de Carlos Alvarado- toda la labor de negociación la había emprendido el anterior gobierno.
Antes de la candidatura de Thompson, el país perdió una postulación de la exdiputada y exministra de Cultura Aida Faingezicht, quien aspiraba integrar el Consejo Ejecutivo de la Unesco en el periodo 2017-2021.
Antes de esta, el pasado 27 de setiembre, Costa Rica perdió frente a Panamá el puesto de la Dirección Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés). António Guterres, secretario general de la ONU, prefirió a la panameña Natalia Kanem, quien fungía como directora interina, en lugar de la ex vicepresidenta costarricense Ana Helena Chacón.
El 15 de junio de 2017 el país perdió frente a Paraguay un puesto en el Tribunal Internacional del Derecho del Mar para el periodo 2017–2026. El entonces candidato de ese país, Óscar Cabello, se impuso frente al excanciller y exembajador costarricense Bernd Niehaus.
Durante el 2016 también se perdieron varios escaños. El 6 de noviembre de ese año el país perdió un puesto que tenía en la Comisión de Derecho Internacional de ONU al fracasar la candidatura del hoy canciller Manuel Ventura Robles. Por América Latina y el Caribe, se presentaron candidatos de diez países y Costa Rica quedó fuera de los siete asientos que le otorgó la ONU a la región, para el periodo de cinco años (del 2017 al 2021).
También durante el 2016 se perdieron las candidaturas de Milena Grillo para uno de los nueve puestos en el Comité de los Derechos del Niño, así como la de Ericka Álvarez para el Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
La más sonada de todas las derrotas fue la de Christiana Figueres como aspirante a la secretaría de la ONU. El 12 de setiembre de 2016 la exsecretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático desistió de su candidatura debido a los resultados negativos que obtuvo en los sondeos informales del Consejo de Seguridad de la ONU, en los cuales se ubicó en los últimos lugares.