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Costa Rica carece de estrategia institucional para diversificar exportaciones

Por Alexánder Ramírez | 16 de Nov. 2025 | 5:28 am

Imagen con fines ilustrativos. (Tomada de internet).

Costa Rica carece de una estrategia institucional clara para diversificar sus exportaciones, tanto en productos como en destinos.

Así lo sostiene Sandro Zolezzi, investigador asociado de la Universidad LEAD y research fellow de la Academia de Centroamérica, tras recientes afirmaciones de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer), según las cuales la diversificación de las exportaciones les corresponde a los empresarios.

"Si la responsabilidad de innovar recae en el empresario individual, el Estado renuncia a su papel de estratega del desarrollo", dice este experto.

Costa Rica tiene tres décadas contando una historia de éxito: es un país abierto, exportador y receptor ejemplar de inversión extranjera directa (IED).

Los números brutos lo confirman. En 2024, las exportaciones de bienes alcanzaron cerca de $19.000 millones, con los dispositivos médicos representando casi la mitad del total (48 %), y la IED superando los $5.000 millones anuales.

"Sin embargo, bajo esa narrativa de éxito se esconde una fragilidad institucional que amenaza con erosionar la capacidad del país para sostener su modelo. Lo que parece dinamismo exportador es, en realidad, una concentración peligrosa disfrazada de estabilidad. Costa Rica exporta más que nunca, pero piensa menos que antes en lo que exporta", señala.

Zolezzi menciona que un reciente estudio demuestra que los 20 principales productos concentran cerca del 70 % de las exportaciones de bienes y que la concentración de los países importadores —medida por el índice de Herfindahl— aumentó a 0,64, lo que indica un nivel alto de dependencia. Además, la distancia promedio entre Costa Rica y sus socios comerciales es de apenas 2.381 kilómetros, reflejando una estructura de comercio regionalizada y poco diversificada.

"En términos simples: exportamos mucho, pero siempre lo mismo y hacia los mismos mercados".

Más allá de tratados

Costa Rica cuenta con una de las redes de tratados de libre comercio más amplias de América Latina: 14 acuerdos comerciales que abren acceso preferencial a dos tercios del producto interno bruto (PIB) mundial.

Pero, según el investigador, el problema no está en la estructura, sino en la ausencia de un "cerebro coordinador" que conecte la apertura comercial con la inteligencia productiva. En otras palabras: se tiene el acceso, pero no la estrategia.

En su criterio, un país que solo promueve lo que ya exporta corre el riesgo de quedar atrapado en la comodidad de su éxito. Mientras tanto, el mundo está cambiando: los flujos de IED se desplazan hacia servicios basados en conocimiento, inteligencia artificial, biotecnología y energías limpias, sectores en los que Costa Rica tiene talento, pero no enfoque.

Patrón se repite

Zolezzi advierte que la dependencia de los dispositivos médicos como principal motor exportador repite un patrón ya conocido.

"Hace 25 años, el país dependía de los microchips de Intel. Aquella historia terminó con la relocalización de la planta hacia Asia y una economía que perdió, de la noche a la mañana, su producto estrella. Hoy, el bisturí reemplazó al chip, pero la estructura no cambió".

Según Procomer, más de 60.000 empleos provienen del sector de dispositivos médicos, pero el 47 % de las exportaciones sigue dependiendo de Estados Unidos y el 90 % de las ventas externas proviene de solo 10 empresas.

"La pregunta es inevitable: ¿cuántos aranceles o disrupciones tecnológicas más puede soportar este modelo antes de repetir el ciclo de Intel?"

"Procomer es una institución técnicamente sólida y reconocida internacionalmente. Pero su reciente postura evidencia una confusión conceptual: ser promotor no implica ser estratega. La promoción comercial es una función operativa —ayudar a las empresas a exportar—, mientras que la estrategia nacional de diversificación requiere inteligencia de mercado, coordinación interinstitucional y prospectiva tecnológica".

Zolezzi asegura que, cuando Procomer afirma que la diversificación "les corresponde a los empresarios", en realidad está admitiendo la ausencia de una política de Estado para construir nuevos motores exportadores.

"Esa afirmación, aunque probablemente no intencional, revela una crisis silenciosa de gobernanza económica: las instituciones públicas están cumpliendo funciones administrativas, pero nadie está pensando el modelo de desarrollo del país".

El experto señala que Costa Rica parece satisfecha con administrar el presente. Pero los riesgos ya están sobre la mesa:

  • El nuevo arancel del 15 % impuesto por Estados Unidos a los dispositivos médicos muestra la vulnerabilidad del sector.
  • El bajo nivel de diversificación geográfica limita la capacidad de reacción ante crisis globales.
  • La falta de nuevos sectores de servicios modernos reduce la creación de empleos calificados.

"Si no se corrige el rumbo, el país podría enfrentar una desaceleración estructural de su modelo exportador, más grave que cualquier crisis coyuntural".

Visión de futuro

Zolezzi afirma que lo que Costa Rica necesita no es una reforma cosmética, sino una reingeniería del propósito institucional.

El país requiere un Consejo Nacional de Estrategia Productiva y de Exportaciones, capaz de articular al Ministerio de Comercio Exterior (Comex), Procomer, la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), universidades y sector privado bajo una visión común: transformar la apertura comercial en sofisticación productiva.

Esa instancia debería priorizar tres objetivos:

  • Identificar los sectores de exportación del futuro, con base en inteligencia artificial, biotecnología, servicios digitales y sostenibilidad.
  • Redefinir los incentivos de IED, orientándolos hacia innovación, talento y encadenamientos locales, no solo hacia exenciones fiscales.
  • Convertir los tratados de libre comercio en plataformas activas de diversificación, no en vitrinas diplomáticas.

"Costa Rica está atrapada en una zona de confort institucional, donde la eficiencia operativa ha sustituido la visión estratégica. Mientras el mundo compite por atraer inversión en conocimiento, el país sigue celebrando récords de exportaciones concentradas y discursos autocomplacientes", concluye Zolezzi.

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