¿Cómo reducir las brechas digitales? Especialistas proponen soluciones
Las brechas tecnológicas no son unidimensionales, sino que más bien son multidimensionales, es decir, tienen múltiples causas derivadas de distintos factores.
La brecha en tecnología puede ser geográfica, de género, socioeconómica, por edad, nivel académico y acceso a dispositivos y conectividad.
En el caso de la brecha de género, de acuerdo con el Programa Estado de la Nación (PEN) "los obstáculos para que más mujeres se formen en Ciencia y Tecnología privan a Costa Rica de talento calificado que ya de por sí es escaso, lo que pone en riesgo las posibilidades de mejorar la competitividad del país de manera sostenible.
Además, limita oportunidades de empleo de las mujeres, particularmente en un contexto de alta demanda de habilidades científico-tecnológicas, esenciales para la reactivación económica y la transformación productiva".
Por ejemplo, el estudio Formación Femenina en CyT: un tema de desarrollo, equidad y competitividad, señala que los hombres tienen mayor acceso a empleos en Ciencia y Tecnología (CyT), con una participación del 61,4% en el año 2023, mientras que las mujeres representaban el 38,6%.
El informe añade que aunque los egresos en carreras de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) crecen, la participación femenina sigue siendo baja: en 2023, solo el 32,0% de los graduados en esas áreas fueron mujeres.
Políticas públicas, educación y mayor inclusión
Para analizar el tema, un grupo de expertas participó en un foro como parte del AWS Innovation Day 2025, donde se centraron en discutir, analizar y plantear soluciones específicamente en las brechas género y educativa.
El panel de especialistas fue moderado por Paula Brenes, presidenta de la Fundación YoD.
Estos son los planteamientos y posibles formas de reducir las brechas que proponen las especialistas.
La realidad es que cuando nos vamos a ver escuelas y colegios, las niñas dicen: "no escojo carreras técnicas, que llamamos STEM, porque no tengo una representación". En la actualidad, seguimos viendo en los libros de escuelas y colegios que no hay representación femenina. Siempre se habla en masculino. No hay una representación de las mujeres en carreras técnicas, en carreras STEM en general. Y el problema empieza desde los libros con que las chicas estudien. Además de eso, las carreras están estereotipadas.
En el tema de responsabilidades, todavía no existen políticas de inclusión. Entonces, muchas veces eso también pesa sobre las mujeres, para qué carrera puedo tomar, que sea más inclusiva. ¿Y qué tenemos que hacer? Pues, por supuesto, también tenemos que empezar a trabajar desde dónde buscar reducir brechas de apoyo.
En la actualidad necesitamos esa parte de que las mujeres busquen esas vías de apoyo, que se sigan desarrollando no solo a nivel de liderazgo, sino también tecnológico y, por supuesto, algo muy importante que yo considero es la mentoría, que tengan la oportunidad de que los hombres se animen a "mentorear" también a las mujeres para que sean esos aliados estratégicos y sean también sus sponsors, que las apoyen a que sigan desarrollando sus talentos.
Blanca Navarro, arquitecta de soluciones en Amazon Web Services
Hay varias iniciativas que ya se han venido trabajando; como estadística en Costa Rica el 93% de la población tiene Internet. En buena teoría, pues algunos tienen más de un dispositivo conectado, entonces puede afectar por ahí la estadística.
Tal vez está muy democratizado, pero hay que seguir llevando la tecnología a las zonas más aisladas.
También es importante contemplar los programas que puedan ser virtuales, para tener más acceso, llegar un poco más allá a las comunidades que aún no tienen, ver cómo lo trabajamos desde una perspectiva de extensión y también con temas de investigación, cómo generamos más desarrollo, investigación como país y que nos genere más impacto.
Igualmente es importante democratizar más las tecnologías emergentes, que haya más acceso, que sensibilicemos en esta línea, porque aquí lo podemos ver desde una respectiva, puede ser que fuera de GAM, esté más satanizado el tema también, por ejemplo, de la Inteligencia Artificial, porque tienen menos acceso tal vez a información, precisamente, puede ser que no tengan acceso a Internet u otras cosas.
Nosotros como universidad nos hemos preocupado de hacer algunos programas, en la línea de AWS tenemos fundamentos, tenemos machine learning, Inteligencia Artificial de forma virtual y estamos por sacar un par de técnicos bastante interesantes.
Hemos tenido un impacto de más de 400 personas, ya tenemos alrededor de 5 años de venir trabajando con este tema, yo lo redondearía como a 450 y casi 6 años, pero este es parte de ese impacto que tenemos que generar, con Cinde, que en su momento trabajamos con el programa de capacitar a 1000 mujeres en los temas de AWS y al final de cuentas esta extensión genera en población vulnerable oportunidades que requerimos como país.
La política pública es sumamente importante, hemos tenido como país avances en ese sentido. Creo que ha tenido un impacto positivo porque hemos subido el porcentaje de participación de mujeres en las áreas STEM.
Nosotros particularmente hemos subido ahí como 3%, que es un número importante. Por ejemplo, a nivel de los números que tenemos con los cursos y demás de AWS, de esas 400 personas alrededor de un 38% son mujeres, que es un número bastante bueno.
Pero igualmente aparte de la política pública, nosotros como empresas, como organizaciones tenemos un papel fundamental en la parte de sensibilización, de comunicación, que sea clara la política que hagamos, los procedimientos de todo este tema de equidad, de multiculturalidad que nos permita tener un ambiente más inclusivo.
Marilyn Arias, decana de la Facultad de Ingenierías y TICs en Universidad Latina
Tenemos un reto a nivel de cultura y de entendimiento de para qué es realmente la tecnología. Lo que quiero decir es que es una visión país lo que se necesita, un modelo de transformación.
Creo que en este mundo hoy, más allá de una carrera, creo que la gente, particularmente los jóvenes, viven la tecnología distinto a las generaciones anteriores, al menos dos generaciones anteriores que tienen que entender que la tecnología es su día a día.
Lo que no están es traduciendo esa relación que mantiene tan intensa con la tecnología en cuanto a, por ejemplo, ser parte de su marca personal, o ser parte de su estrategia de vida y demás.
Creo que es un reto que empieza en nosotros, las generaciones con experiencia, de entender que tenemos que traducir el mundo en que estamos de una manera en donde le hable a las personas normalmente y pueden enfocarlo. No solamente a los jóvenes, pero también a las personas que se han sentido rezagadas tecnológicamente y que están además con la necesidad de encontrar un empleo.
Entonces, creo que tenemos que cambiar este storytelling tradicional para poder realmente hacer de la tecnología lo que es: simplemente un elemento más.
¿Cómo deberíamos de estar tejiendo hoy y replanteando el paradigma de la sociedad en la que todos somos actores y todos somos parte de la solución para atraer la tecnología a las muchachas, las personas mayores? Porque para mí tenemos un reto con esa población, tenemos un programa que se llama Fortiplus, mucha gente está presente, pero con una brecha tecnológica que hace que muchos de ellos también tengan retos en otra dimensión, muy similares a los que vemos a nivel de los chicos de secundaria y obviamente a nivel universitario, los que salen al mercado a trabajar.
Vanessa Gibson, directora de Desarrollo Corporativo y Clima de Inversión de la Agencia de Promoción de inversiones de Costa Rica (CINDE).