Comercio urge definir restricciones por COVID-19 según estado de capacidad hospitalaria
Cámara de Comercio de Costa Rica y Asociación de bares advierten inestabilidad económica y laboral
(CRHoy.com). El endurecimiento de la restricción vehicular sanitaria, en horario nocturno, no cayó bien en el sector comercial. Y, aún más en uno de las áreas más agobiadas por la volatilidad de la pandemia: los bares, las cantinas y los restaurantes.
A partir de este 11 de enero, la limitación para circular regirá entre 10:00 p.m. y 5:00 a.m., de lunes a domingo. Entre semana, entre lunes y viernes, la medida aplicará solo en el casco central de San José, entre 5:00 a.m. y 10:00 p.m., según el último dígito de la placa (por ejemplo, este martes no circularán las terminadas en 3 y 4).
Previo a estos cambios, en horario nocturno, se podía circular libremente entre 5:00 a.m. y 12:00 a.m. (medianoche).
José Quesada, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes (Asobarest), consideró que estos ajustes provocan "inestabilidad económica y laboral" en uno de los sectores más golpeados por la emergencia sanitaria del COVID-19.
"Nos mostramos sumamente molestos por las medidas tomadas por el Gobierno de Costa Rica. Estas medidas, al gremio que más perjudica, es al de bares y restaurantes. La arrogancia que ha tenido el Gobierno de Costa Rica durante esta pandemia, en no escuchar a sectores y gremios, es un tema sumamente preocupante", citó Quesada.
Para el empresario, estas medidas instan a que se visiten fiestas clandestinas o actividades que están al margen de la ley.
"El desempleo aumenta y con estas medidas seguimos en retroceso. No podemos seguir castigando al gremio de bares y restaurantes", expuso el dirigente.
En tanto, Arturo Rosabal, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCC), reiteró que cualquier medida que represente una restricción impactará negativamente en la actividad comercial, la economía y el empleo.
"Hacemos un llamado a las autoridades de gobierno para que tomen en cuenta y consideración, el indicador de capacidad hospitalaria como el más importante a la hora de tomar este tipo de decisiones", detalló Rosabal, quien solicitó a las autoridades sanitarias reducir la cantidad de días de aislamiento que se imponen a una persona contagiada (son 10 días en la actualidad).
Al 7 de enero pasado, la cantidad de pacientes hospitalizados por COVID-19, en centros médicos estatales, era de 180. De esa cifra, 51 permanecían en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la capacidad óptima para mantener camas de UCI es de 359 pacientes.
El horario de restricción vehicular sanitaria se mantendrá, al menos, hasta el 23 de enero.
Las flexibilizaciones o endurecimientos de esta estrategia dependerán en gran medida del incremento en los contagios. Pero, sobre todo, sobre el crecimiento en las hospitalizaciones.
Según las autoridades sanitarias, en próximos días los nuevos casos irán al alza en razón de la variante ómicron.