Cinco sitios en carreteras presentan inundaciones recurrentes en la GAM
En la Gran Área Metropolitana (GAM) existen, al menos, cinco puntos en carreteras que son escenario de inundaciones recurrentes con lluvias intensas.
Algunos de estos sitios son lugares donde el problema es conocido de larga data, mientras otros son incorporaciones recientes, incluso en carreteras nuevas.
Tres sitios donde las inundaciones son conocidas son la carretera General Cañas, Calle Morenos y el cruce conocido como Figueres, en Curridabat.
A estos se suman dos lugares donde estos fenómenos se están intensificando. Estos son Circunvalación norte, una obra nueva que ya presenta inundaciones. El otro es frente a la Facultad de Derecho de la Universidad en Costa Rica (UCR), bajo el viaducto de Circunvalación.
Otro nuevo caso es en Taras-La Lima, donde una crecida de agua afectó una calle paralela a inicios de mes. Este es el primer evento de este tipo en esa obra, todavía en construcción, por lo que aún se desconoce si esto se repetirá.
Suma de factores causa inundaciones en carreteras
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica aún carece de un mapeo formal de sitios propensos a inundaciones en obras viales; no obstante, existe un cúmulo de factores en común que favorece la acumulación de agua en esos sitios.
Uno de ellos son los cambios en el entorno de la carretera. Esto tiene que ver con infraestructura heredada creada para condiciones que hoy ya no existen. Entre esas condiciones que cambian puede ser la cuenca de un río, que pasa de ser arborizada a urbanizada, o un clima diferente con el paso de los años.
Esto ha pasado, por ejemplo, en la General Cañas. Desde el 2007 se empezaron a ver inundaciones que se han vuelto usuales en esa autopista.
Desde hace 10 años, la UCR junto con municipalidades de esa región hicieron un estudio para identificar las zonas con riesgo a inundación. El resultado fue que los sitios más problemáticos son dos alcantarillas: una en la propia General Cañas y otra en la radial entre Belén y Lindora.
Otro factor que juega en contra son las omisiones en diseños constructivos. Esto es algo que está identificado en Circunvalación norte.
"Es una obra nueva, no debería inundarse. Ahí hay omisiones en el diseño de los tragantes, la geometría no es la mejor", explicó Roberto Villalobos, ingeniero especializado en hidrología e hidráulica del Lanamme.
Un tragante obstruido en la práctica no funciona. Esta obstrucción puede deberse a la basura, lo que lleva a otro factor que acelera las inundaciones.
Mucho problemas puntuales ocurren por obstrucción de basura que no debería estar en las carreteras. Esto se genera por la falta de educación ambiental, pero también por el débil mantenimiento de las autoridades nacionales y municipales.
Un caso resulto con éxito es el bajo Los Ledezma, en San José. Ese era otro punto problemático, pero recientemente se construyó un puente nuevo, más elevado que el anterior. Desde entonces no se inunda ese sitio.
Acciones de corto plazo
Para el Lanamme, hay acciones de corto plazo que pueden tomarse para reducir el riesgo a inundaciones.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) recibe informes de eventos. Estos se pueden usar para identificar los puntos en infraestructura que generan estos problemas y así priorizar inversiones.
Además, el Laboratorio trabaja en construir un método para incorporar el factor climático en el diseño de infraestructura, para edificar obras más resilientes.
También se propone mejorar la gestión de riesgo en un puntos donde ya se conoce la frecuencia de inundaciones.
A largo plazo, en todos los casos la solución pasa por la renovación o mejoras en la propia infraestructura.