Cierres, traslados y recortes de operaciones de Intel, Qorvo y Pfizer encienden alarmas: ¿Qué está pasando?
Los anuncios realizados en las últimas horas por parte de las multinacionales Intel, Qorvo y Pfizer —relacionados con cierres, traslados o recortes de operaciones en el país— encendieron las alertas entre los sectores empresariales, industriales y políticos.
Qorvo decidió cerrar sus operaciones, Intel cerrará su planta de microprocesadores y Pfizer anunció reajustes en sus operaciones antes de tomar decisiones que impliquen recortes de personal.
Los empresarios, representados por la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), manifestaron que estas decisiones evidencian la urgencia de atender retos estructurales para mejorar el clima de inversión en Costa Rica.
Uccaep lamentó profundamente la pérdida de empleos formales y reiteró que se trata de "una señal de alerta sobre los retos estructurales que enfrenta la economía costarricense".
Además, insistió en la necesidad de acelerar reformas clave para evitar que otras compañías replanteen su permanencia o expansión en el país. Entre las prioridades urgentes destacadas están: la aprobación de jornadas laborales excepcionales, la armonización del sistema eléctrico, la simplificación de trámites, el fortalecimiento del capital humano y la atención al tipo de cambio para sectores productivos.
Desde la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) también se expresó preocupación por el cierre de la planta de ensamble y prueba de Intel, operación considerada "clave para el desarrollo del sector de manufactura avanzada en el país".
Sergio Capón, presidente de la Cámara, fueron convocados a una reunión con representantes de la empresa para este martes 29 de julio, con el objetivo de conocer a fondo los motivos de la decisión y su impacto sobre el entorno industrial costarricense.
"Estamos a la espera de sostener ese diálogo directo para comprender con claridad los elementos de fondo que sustentan esta decisión", indicó Capón en una declaración oficial.
Agregó que Intel ha sido una empresa "clave para la industria costarricense durante décadas" y expresó que, desde la CICR, valoran su permanencia en el país.
"Esperamos que esta conversación nos permita tener una mejor perspectiva sobre la evolución de sus operaciones y el contexto global en el que se enmarca este ajuste", concluyó.
La Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (AZOFRAS) dijo que estas decisiones empresariales deben ser vistas como una señal de alerta que refleja los serios desafíos que enfrenta la competitividad país, y comprometen las inversiones, la generación de empleo de calidad y el crecimiento económico.
"Esta situación no es un hecho aislado, sino el resultado de una combinación de factores que vienen afectando negativamente el clima de inversión y la permanencia de empresas en sectores clave. En reiteradas oportunidades, AZOFRAS ha advertido sobre la urgencia de actuar en temas trascendentales para el país.
Sin embargo, se continúan postergando decisiones clave y minimizando temas que afectan la competitividad. Costa Rica no puede seguir restándole importancia ni ignorando lo evidente y esperar pasivamente a que más empresas decidan irse", aseguró Ronald Lachner, presidente de AZOFRAS.
Los diputados Kattia Rivera Soto y Alejandro Pacheco Castro, de las fracciones de Liberación Nacional (PLN) y la Unidad Social Cristiana (PUSC), respectivamente, aseguraron que la política cambiaria impulsada por el Banco Central, así como los altos costos de operación para las empresas, habrían sido parte de las razones por las cuales estas compañías tomaron la decisión de reducir o cerrar operaciones en suelo nacional.
Rivera afirmó que la política cambiaria del Banco Central es "engañosa" y encarece los costos tanto para empresas nacionales como internacionales, especialmente para las dedicadas a la exportación.
"Hay una incertidumbre generada por una política cambiaria engañosa que encarece los costos de operación para personas y empresas exportadoras, como el sector de componentes electrónicos. Cuando el tipo de cambio se convierte en una fuente de inestabilidad, se afecta la toma de decisiones de las empresas para establecerse o expandir sus operaciones. Se demuestra la ineficiencia del Poder Ejecutivo no solo para atraer inversión extranjera, sino para mantener la existente", afirmó la congresista.
Pacheco, por su parte, advirtió que lo ocurrido con Intel debe tomarse como una señal de alerta.
"No es una pérdida empresarial menor, es una alerta importante. Nos preocupa y exigimos explicaciones del Poder Ejecutivo, porque no podemos seguir perdiendo competitividad ni permitir que se erosione la confianza en el país. Costa Rica está a la espera de una respuesta", señaló el legislador socialcristiano.
Tres anuncios seguidos
Intel anunció el cierre de su planta de Ensamblaje y Prueba en el país, para trasladar esas operaciones a Vietnam y Malasia, según su informe financiero y un comunicado de prensa divulgado el 24 de julio.
Según trascendió, la decisión responde a un proceso para optimizar su infraestructura de manufactura y mejorar el retorno sobre el capital invertido.
Además, la empresa informó que reducirá "aún más" el ritmo de construcción de su planta en Ohio, Estados Unidos, con el fin de alinear el gasto con la demanda del mercado.
Ese mismo día, la multinacional farmacéutica estadounidense Pfizer confirmó ajustes en Costa Rica como parte de un plan global para reducir costos. La compañía indicó que la reducción de personal será el "último recurso" y que se priorizan recortes en otras áreas para minimizar el impacto en los colaboradores.
Pfizer inició operaciones en Costa Rica en 1950 y, en 2008, su sede se convirtió en el Centro Corporativo para Centroamérica y el Caribe.
Finalmente la empresa estadounidense de semiconductores Qorvo anunció el cierre de sus operaciones en el país para trasladarlas a Asia. Qorvo, especializada en semiconductores y sistemas de radiofrecuencia, se había establecido en Costa Rica en 1996.
La decisión fue comunicada por sus principales ejecutivos durante una llamada con inversionistas a finales de abril, en la que se presentaron los resultados financieros del último trimestre del año fiscal, correspondiente al periodo de enero a marzo de 2025.