Celso Gamboa trató de acercarse al OIJ “como informante” pero agentes lo rechazaron
Exmagistrado intentó reunirse para ofrecer supuestos informantes al OIJ, pero lo rechazaron
Celso Gamboa Sánchez, el exmagistrado y exministro que permanece detenido mientras se tramita su posible extradición a Estados Unidos por presunto tráfico internacional de drogas, intentó monitorear si la policía judicial le seguía los pasos.
Fue el año pasado, cuando el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya tenía tiempo de trabajar en conjunto con la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), la agencia antinarcóticos de Estados Unidos.
Gamboa se acercó —en apariencia— a oficiales de la Sección de Estupefacientes para ofrecerles supuestos informantes. Los agentes ni siquiera aceptaron el acercamiento del exfuncionario y lo despacharon.
Así lo reveló el director del OIJ, Randall Zúñiga, en entrevista con CR Hoy.
"Él se acercó a personal nuestro, ahorita no preciso a quién que trató de buscar. Él se acercó para indicar algo de unos informantes, que él había conversado, que era una cuestión para reclutarlos y otras cuantas cosas, «en su mundo».
Eso fue el año pasado y OIJ simplemente le dijo: «gracias por la información» y hasta ahí, porque nosotros evidentemente manejábamos la investigación que se estaba llevando a cabo.
(Los agentes) nos pasaron el dato que se había tratado de acercar Celso Gamboa", detalló el jefe policial.
Zúñiga explicó que, aunque no conocen con certeza las intenciones del exmagistrado, intuyen que buscaba averiguar si el OIJ o alguna otra institución, como la DEA, estaban siguiéndole la pista.
"Yo creo que lo hacía para zarandear o sondear si nosotros teníamos algún dato, desde la perspectiva de OIJ. Pero a él nunca se le dijo nada.
Desde la perspectiva de lo que es el expediente de la DEA, pues no lo podría decir. Lo podría intuir, como pasó tanto tiempo, seguramente él creyó que no era nada", relató el jefe policial.
El director del OIJ fue enfático en señalar que Gamboa nunca intentó contactarlo a él ni al subdirector de la policía judicial, Michael Soto, tal como sí hizo con figuras del Poder Ejecutivo encabezado por Rodrigo Chaves Robles.
"Él buscó a personal nuestro, pero con nosotros nunca, ni a mí nunca. Conmigo Celso Gamboa nunca ha cruzado una palabra y con Michael tampoco, nunca. Él de pronto, medio podría oler algo, pero al final nunca se le dijo nunca nada", explicó Zúñiga.
Cabe la posibilidad de que el abogado y exmagistrado procuró un acercamiento similar al que tuvo con Jorge Torres Carrillo, el actual jerarca de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), con quien tuvo una reunión hacia finales del 2022 e inicios del 2023, cuando él se desempeñaba como ministro de Seguridad Pública.
Encuentro con Gamboa, Pecueca y sospechoso
Jorge Torres Carrillo, actual director de Inteligencia y Seguridad (DIS), confirmó que sostuvo una reunión con Gamboa cuando se desempeñaba como ministro de Seguridad Pública.
El funcionario relató que Gamboa lo buscó en su despacho para conversar sobre temas de seguridad. Tal como informó CR Hoy, el exmagistrado acudió acompañado por su entonces cliente, Jair Estupiñán Montaño, alias Pecueca, así como por el hermano de este, Mario.
Pecueca es considerado un narco de alto perfil y alta peligrosidad, con vínculos con las FARC y el Cartel de Sinaloa. Además, posee cumplió penas de cárcel en el extranjero y fue arrestado en noviembre de 2023, junto a su hermano, en la operación Piazza del OIJ.
Durante la reunión con Torres, ofrecieron información para dar con el paradero o la captura de Alejandro Arias Monge, alias Diablo, uno de los criminales más buscados del país, por quien la DEA ofrece una recompensa de $500.000.
La oferta no era desinteresada. Según información en poder de este medio, los Estupiñán propusieron intercambiar esa información por que la policía dejara de detenerlos en un retén instalado cerca de su residencia en Granadilla de Curridabat, a pocos metros del condominio Monterán, donde reside el mandatario Chaves.
Torres se negó rotundamente a cualquier tipo de trato. Según relató, les dejó claro que si deseaban colaborar con información sobre Arias Monge, debían hacerlo sin esperar beneficios.
"Lo acompañaba alguien, dos personas más que no tenían puestos de gobierno. (…) Él venía a colaborar con nosotros con información supuestamente, pero no podría decirle detalles.
Las tres personas que llegaron a esa reunión (incluido Celso) están detenidas. Los otros (colombianos) es un caso diferente que llevábamos con el Poder Judicial, están detenidas por el OIJ", dijo el jefe de la DIS ante los diputados.
Torres afirmó que se negó a negociar con ellos. Fue entonces cuando uno de los hermanos hizo un comentario sobre la ubicación de la casa de sus parientes y preguntó cómo estaban, lo que interpretó como una amenaza directa.
Luego de la reunión, el entonces ministro pidió a los visitantes que abandonaran su oficina y envió una carta al mandatario Chaves solicitando protección para él y su familia, mediante apoyo de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de Casa Presidencial.
Hermanos Estupiñán
Los hermanos Estupiñán estaban siendo vigilados por varios cuerpos policiales por presunto lavado de dinero. En noviembre de 2023 fueron detenidos como parte del caso Piazza, que investiga legitimación de capitales provenientes del narcotráfico.
En mayo de 2023, Rodrigo Chaves destituyó a Jorge Torres del Ministerio de Seguridad Pública, cinco meses después de esa reunión, aunque el exjerarca negó que su salida estuviera relacionada con ese encuentro.
“Yo fui el que abrí el caso de don Celso (con la DEA)”, afirmó Torres, alegando que nunca protegió a Gamboa.
Torres también indicó que informó verbalmente a Chaves sobre la visita de Gamboa, pero que el mandatario no mostró solo le dijo que no se reuniera de nuevo con él.
Tras la salida de Torres, Chaves nombró como ministro a Mario Zamora Cordero, quien a su vez designó como viceministro a Manuel Jiménez Steller, ampliamente cuestionado por los cambios drásticos en la Policía de Control de Drogas (PCD) y el Servicio Nacional de Guardacostas (SNG).
El caso Piazza también está relacionado con al menos tres homicidios ocurridos en 2021, cuyas víctimas serían exempleados de los negocios de los colombianos, asesinados cerca del Mercado de Mayoreo en San José.
Esta investigación se conecta con el caso Trinidad, iniciado en 2021, que permitió determinar que una red narco recibía cargamentos desde Colombia, los introducía por el Pacífico Central y luego los distribuía en el país, con destino final en Europa y Norteamérica.
Pecueca nació en el puerto de Buenaventura, Colombia, y se nacionalizó costarricense tras casarse con una tica en 2005. En 2013 fue detenido en Panamá y extraditado a Estados Unidos, donde enfrentó cargos por narcotráfico.
La Fiscalía del Distrito Este de Nueva York lo acusó de transportar grandes cantidades de cocaína para el Cartel del Valle del Norte, utilizando barcos y embarcaciones semisumergibles entre 2004 y 2012.
La entonces fiscala general de EE. UU., Loretta Lynch, afirmó que Estupiñán Montaño era el vínculo clave en el flujo de cocaína desde Colombia hasta EE. UU. Entre 2010 y 2012, el Servicio de Guardacostas estadounidense capturó dos barcos y una embarcación semisumergible operadas por él, con un total de 7.200 kilos de cocaína incautados.
De exconvicto, exnarco y exministro a extraditables
Esta semana, el OIJ detuvo a los primeros tres extraditables: el exmagistrado Celso Gamboa, al exconvicto Edwin López Vega, alias Pecho de Rata, y al empresario Jonathan Álvarez Alfaro, como parte de una solicitud de extradición de la DEA.
López Vega tiene antecedentes por narcotráfico y legitimación de capitales, con condenas en 2004 y 2014. Fue detenido en mayo de 2025 con ₡3 millones en efectivo, sin poder justificar su origen.
Álvarez Alfaro es señalado como uno de los supuestos cabecillas de una red de lavado mediante bienes raíces, subastas ganaderas, compraventa de vehículos y canchas deportivas. Su detención se dio en la operación Venus.
Gamboa, López y Álvarez se encuentran ahora en el módulo de máxima seguridad de La Reforma, donde cumplen dos meses de detención provisional mientras se resuelve la solicitud de extradición.
Según las autoridades, Gamboa sería uno de los coordinadores de una red de narcotráfico con operaciones en Colombia, Panamá, Honduras, México y EE. UU., con vínculos con el Cártel del Golfo, el Clan del Golfo colombiano y el Cártel de Sinaloa.
La DEA lo acusa de facilitar el ingreso de cocaína a Costa Rica, supuestamente con apoyo gubernamental, para luego enviarla a otros países del continente.
Mientras su defensa ya presentó dos solicitudes para sacarlo de prisión, no ha ocurrido lo mismo con su excliente y coimputado Pecho de Rata, originario del Caribe Sur.
Gamboa enfrenta dos cargos federales en Texas por conspiración y distribución de cocaína. Según declaraciones de exsocios e informantes de la DEA, habría asumido el liderazgo regional de la estructura criminal tras la detención de sus socios extranjeros, con ayuda de Pecho de Rata.
Durante años, Gamboa ocupó cargos clave en la lucha contra el crimen: fue ministro de Seguridad, magistrado de la Corte, director de la DIS, viceministro, fiscal adjunto y jefe regional del Ministerio Público.
Más recientemente, ejerció como abogado defensor de narcos como Pancho Villa, Turesky, Pecueca, Press, Pecho de Rata y del dictador venezolano Nicolás Maduro, señalado por EE. UU. como líder del Cártel de los Soles.