“Capitán Lara”: el expolicía tiktoker que impulsó el triunfo de Rodrigo Paz en Bolivia

El gran protagonista de las elecciones presidenciales en Bolivia no solo fue Rodrigo Paz, el candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC) que dio la sorpresa al ganar la primera vuelta con el 32% de los votos.
La atención también se centra en su compañero de fórmula: Edman "Capitán" Lara, un exoficial de policía convertido en fenómeno de TikTok que transformó una campaña austera en una maquinaria viral.
¿Quién es "Capitán Lara"?
Nacido en Cochabamba y radicado en Santa Cruz de la Sierra, Edman Lara ejerció como capitán de la Policía Boliviana hasta 2023. Ese año pasó de ser un oficial con bajo perfil a convertirse en denunciante de presuntos actos de corrupción dentro de la institución policial.
A través de transmisiones en vivo y videos en redes sociales, comenzó a acusar a mandos medios de cobros irregulares, tráfico de influencias y prácticas que, según él, estaban normalizadas. La apuesta le salió cara: una denuncia en su contra por uso indebido de influencias y obstrucción al ejercicio público lo dejó suspendido un año de sus funciones e incluso lo llevó brevemente a la cárcel.
Pero esa sanción terminó por catapultarlo. Con el alias de "Capitán Lara", consolidó una comunidad digital desde donde se proyectó como outsider, con un mensaje de anticorrupción, cercanía y rebeldía contra las élites políticas.
¿Qué hizo en la campaña?
Cuando Rodrigo Paz lo sumó como candidato a la vicepresidencia por el PDC, Lara trasladó esa influencia digital a la arena electoral.
En uno de sus videos de TikTok queda claro el impulso que buscaba dar desde las redes sociales:
"Vamos a ganar, métanselo en la mente. Compartan los videos, ábranse cuentas en todas las redes sociales: TikTok, Instagram, Facebook, en todas las redes sociales. Vamos a reventar las redes sociales con nuestras propuestas. No tenemos dinero para hacer la campaña, pero sí tenemos convicción y compromiso y mucha iniciativa".
Durante la contienda, la voz del "Capitán" resonó en miles de celulares en ferias, mercados y comunidades rurales. Lara convirtió la falta de recursos en un arma electoral, apostando por la creatividad, la espontaneidad y la interacción constante con la gente.
Él mismo lo resumió así en una entrevista con el medio boliviano Red Uno:
"No invertimos millones en propaganda, invertimos confianza en el pueblo. Caminé los barrios, estuve en las calles, arrastré a un Rodrigo Paz que estaba lesionado, hablamos con la gente sin intermediarios".
¿Cómo se explica su fenómeno?
Para varios analistas bolivianos, la irrupción de Lara es una de las piezas fundamentales para entender cómo se transformó una candidatura marginal en un proyecto competitivo.
El expolicía logró insertarse en la narrativa electoral conectando con electores de ciudades intermedias y zonas rurales que no se sentían representados.
Muchos coinciden en que el voto que llevó a Paz al primer lugar no fue tanto un respaldo ideológico como un rechazo al establishment político. Lara encarnó ese deseo de un rostro nuevo, alejado de la élite y de los políticos tradicionales.
Los resultados y la sorpresa
El 17 de agosto, los bolivianos confirmaron en las urnas la magnitud del fenómeno. La fórmula Paz–Lara obtuvo 32% de los votos, superando al expresidente Jorge "Tuto" Quiroga, que alcanzó el 26,8%.
La derrota del Movimiento al Socialismo (MAS) fue histórica: su candidato apenas rozó el 3%. Evo Morales, impedido de postularse, llamó a votar nulo, lo que generó un inédito 19% de votos.
Bolivia tendrá que definir a su próximo presidente en un balotaje presidencial, entre Paz y Quiroga, previsto para el 19 de octubre.