Candidato favorito en Chile propone detener y expulsar a migrantes irregulares
(AFP) El candidato presidencial de ultraderecha José Antonio Kast, favorito para la elección de noviembre en Chile, planteó este lunes tipificar como delito la migración irregular para que las personas en condición irregular, incluso familias con hijos, puedan ser expulsados.
Según una estimación oficial, unos 330.000 extranjeros, la gran mayoría venezolanos, viven en Chile en situación irregular.
"La inmigración ilegal se va a convertir en un delito, y ese delito va a subir la sanción para que esa persona pueda ser detenida hasta que pueda ser expulsada", dijo el aspirante del Partido Republicano en una conferencia de prensa.
También propuso que los extranjeros que cometan crímenes en Chile sea confinados en una cárcel especial para que una vez que cumplan su condena sean deportados.
Kast encabeza las encuestas junto a la comunista Jeannette Jara, de la coalición de centro-izquierda, de cara a los comicios del 16 de noviembre para elegir al sucesor del izquierdista Gabriel Boric.
Todos los sondeos dan a Kast, de 59 años, como vencedor frente a Jara en un eventual balotaje el 14 de diciembre.
El líder de ultraderecha apuntala su campaña sobre dos ejes: la inseguridad y la inmigración, que una mayoría de chilenos asocian entre sí, según una encuesta de Ipsos.
Entre sus propuestas para frenar "la inmigración ilegal", Kast no mencionó esta vez la construcción de un muro en la frontera con Bolivia, como había planteado por primera vez en marzo.
"El que entra por la ventana jamás va a ser premiado con algún beneficio en nuestra nación", dijo Kast el lunes.
En ese sentido, sostuvo: "Cuando una familia de inmigrantes viene con sus hijos, todos ellos van a quedar en una situación de ilegalidad. (…) Todos van a quedar en centros de detención provisoria (hasta) su expulsión al país de origen o su reconducción al país por donde ingresaron".
Salvo que incurran en delitos, hoy los extranjeros que ingresan a Chile de forma irregular y se instalan en el país no son expulsados y pueden iniciar un proceso de legalización.
La población inmigrante en Chile se duplicó en los últimos siete años. Hoy representa el 8,8% de los casi 20 millones de habitantes del país, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).