Canciones, lágrimas y talento nacional: así se vivió el concierto de Myriam Hernández
Desde horas de la tarde, decenas de personas comenzaron a llegar a las afueras de Parque Viva, con la emoción a flor de piel, listas para vivir una noche mágica y llena de música junto a la cantante chilena Myriam Hernández, quien ofrecería un espectáculo como parte de su nueva gira Tauro.
A las 7:00 p. m., subieron al escenario los participantes de la sétima temporada de Nace una estrella, quienes fueron los encargados de abrir el concierto. Cada uno dio lo mejor de sí para ofrecer una presentación digna de aplaudir.
A las 8:00 p. m., las luces del escenario se apagaron. En cuestión de segundos, una melodía inconfundible comenzó a llenar cada rincón del anfiteatro Coca-Cola de Parque Viva, desatando una ola de gritos entre los asistentes. Cuatro mujeres, al centro del escenario, interpretaron una pieza con cellos, violines y violas. Detrás de ellas apareció la aclamada cantante chilena Myriam Hernández, quien dio inicio al concierto interpretando uno de sus mayores éxitos: "El hombre que yo amo".
La artista lució un saco gris, acompañado de blusa y pantalón negros, un atuendo que reflejaba su elegancia y el estilo que siempre la ha caracterizado. Sus músicos, presentes desde el primer minuto, ofrecieron un acompañamiento en vivo que llenó de emoción al público. La canción, favorita de muchos, se convirtió en un momento especial, cargado de conexión entre la cantante y sus seguidores.
Desde el arranque, los grandes éxitos de Hernández comenzaron a sonar. "Te pareces tanto a él" fue coreada desde el primer verso por quienes llenaban el recinto, mientras la cantante bailaba suavemente y jugaba con miradas cómplices hacia sus guitarristas, creando un ambiente íntimo y cercano.
Con cada canción, el juego de luces y las imágenes proyectadas en pantalla aumentaban la emotividad del concierto. Cada visual estaba cuidadosamente pensada para reforzar el mensaje de las letras, haciendo de la experiencia algo inolvidable.
A las 8:15 p. m., Hernández se dirigió a su público para contar que la siguiente canción la había escrito pensando en aquellas mujeres que han vivido un mal amor. La emoción invadió el recinto, y las primeras notas de "Soy mujer" marcaron uno de los momentos más intensos de la noche. Durante la interpretación, varias mujeres subieron al escenario a bailar junto a ella, generando una escena cargada de fuerza, sororidad y conexión.
"Muy buenas noches, Costa Rica. Estoy tan feliz, tan feliz de poder realizar este concierto tan esperado y soñado por mí. Y espero que lo sea para ustedes también. ¡Bienvenidos a mi Tauro Tour!", expresó Hernández en su primer mensaje al público. Les pidió disfrutar del show que había preparado con tanto amor, un recorrido por canciones que marcaron generaciones y que aún hoy siguen conquistando a grandes y chicos, gracias a sus letras que hablan de amores inolvidables y sentimientos universales.
A las 8:30 p. m., la artista transportó a sus fans al pasado con interpretaciones como "Lo mejor que me ha pasado" y "Si no fueras tú". Cada tema era cantado con intensidad, mientras ella se adueñaba del escenario, bailando e interpretando con singular entrega.
"Eres" fue una de las canciones más coreadas de la noche. Hernández dejó que el público tomara la batuta, cantando junto a ella. Muchas personas se levantaron de sus asientos para bailar suavemente y vivir la canción más allá de solo escucharla.
Durante varias interpretaciones, la acompañaron bailarinas vestidas de negro, quienes ejecutaban coreografías por todo el escenario, incluso alrededor de la cantante, con quien compartieron momentos de fuerza y emoción que reflejaban el poder femenino.
"¡Muchísimas gracias!", dijo Hernández, quien también conversó con sus fans sobre su paso por el programa Nace una estrella. Destacó la amistad con varios participantes, recordó al presentador Édgar Silva y mencionó que se sentía como una tica más. En ese momento anunció que regalaría al público algunas canciones que normalmente no interpreta: "Tu boca", "No hace falta más que dos", "Lloraré" y "Yo soy la única".
Las lágrimas no tardaron en aparecer cuando llegó el turno de "Se me fue", una de las más queridas y recordadas de su repertorio, dedicada a quienes ya no están en este mundo.
Pero aún había más sorpresas. Cuando parecía que solo faltaba una canción, Hernández pidió al público encender las linternas de sus celulares. En ese instante, comenzaron las primeras notas de una melodía que no fue ella quien inició, sino Juan David Montero, ganador de la categoría infantil de Nace una estrella. Segundos después, desde el extremo opuesto del escenario, apareció Yeris Lobo, ganador de la categoría adulta. La emoción se desbordó al ver cómo los tres artistas unían sus voces en un momento que celebró el talento nacional y llenó de orgullo a los presentes. Al finalizar, Hernández les agradeció por compartir el escenario con ella.
"¡Muchísimas gracias, Costa Rica!", expresó la cantante a las 9:30 p. m., cuando el espectáculo ya era un viaje de emociones, recuerdos, abrazos y lágrimas.
A las 9:40 p. m., las luces se apagaron y muchos pensaron que el concierto había terminado. Sin embargo, la banda volvió a sonar con "Ay, amor", provocando una ola de gritos y emoción. El público coreó cada palabra con fuerza.
El final se acercaba, y con él llegaron temas como "Huele a peligro", que fue cantado de pie por todos los asistentes, quienes no dejaron de aplaudir a la artista chilena por la extraordinaria interpretación que les había regalado.
Para cerrar una noche cargada de emociones y recuerdos, Hernández interpretó "Herida", canción que hizo vibrar cada rincón de Parque Viva. Así culminó un espectáculo lleno de magia y música, de esos que marcan a generaciones y permanecen en la memoria.