Cada 3 días muere una persona por obesidad en el país
En Costa Rica, cada tres días fallece una persona a causa de la obesidad, según datos del Ministerio de Salud. Durante el 2024 se dieron 119 muertes cuya causa principal fue esta enfermedad.
Desde el 2017 las cifras muestran una tendencia creciente, interrumpida únicamente por eventos excepcionales como la pandemia de COVID-19 y el ciberataque a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) en 2022.
En 2024, se notificaron 96.567 casos de obesidad en el país, mientras que un año atrás se mantuvo por debajo de los 60.000. El gráfico muestra el aumento generado a partir de 2022.
El aumento más reciente entre 2023 y 2024, Salud lo atribuye a "mejoras en el sistema de vigilancia" como a un posible repunte real de la enfermedad tras la pandemia.
Mujeres lideran en prevalencia; hombres en mortalidad
La obesidad afecta desproporcionadamente a las mujeres: la prevalencia es casi el doble (1,98 veces más alta) en comparación con los hombres, especialmente entre los 40 y 59 años.
Sin embargo, son los hombres quienes lideran en mortalidad, representando el 56% de los fallecimientos. Esta diferencia podría deberse a mayor severidad de los casos en varones o a una atención médica menos oportuna.
El 53% de los decesos están registrados como "obesidad no especificada", mientras que el 44,5% corresponde a otras formas de obesidad y un 2,5% a obesidad extrema con hipoventilación alveolar, una condición grave pero menos común.
Adultos de mediana edad, el grupo más afectado
La mayor carga de obesidad se concentra en personas entre los 20 y 59 años, quienes representan el 78,9% de los casos notificados y una tasa de 2.324 por cada 100.000 habitantes.
Le siguen los adultos mayores (1.883), mientras que niños y adolescentes presentan tasas menores (683 y 721 respectivamente), aunque no despreciables.
El riesgo de obesidad aumenta progresivamente desde la adolescencia, alcanzando su punto más alto entre los 50 y 59 años, con una reducción posterior en los adultos mayores.
Las mujeres presentan tasas más elevadas en todos los grupos de edad a partir de los 20 años, mientras que en la niñez (especialmente de 2 a 9 años) los hombres superan a las mujeres, lo que podría señalar la necesidad de intervenciones preventivas tempranas.
Diferencias territoriales: Cartago lidera
Cartago es la provincia con la tasa más alta de obesidad en el país, seguida por San José y Limón. Estas cifras podrían estar vinculadas a una mejor capacidad de diagnóstico y registro en sus sistemas de salud.
En contraste, Guanacaste y Puntarenas reportan las tasas más bajas, lo que puede reflejar estilos de vida más activos, pero también un posible subregistro debido a menor acceso a servicios médicos.
Cantones como San Pablo y Barva (Heredia), Dota, Moravia, Aserrí (San José), La Unión y Paraíso (Cartago) y Grecia (Alajuela) presentan tasas extremadamente altas, algunas incluso por encima de los 4.000 casos por cada 100.000 habitantes.
Impacto en la salud pública
Aunque la obesidad representa solo el 4,3% de las muertes directamente clasificadas dentro del grupo de enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas, su influencia es mucho mayor. La condición está estrechamente relacionada con enfermedades como diabetes tipo 2, dislipidemias e hipotiroidismo, las cuales también incrementan el riesgo de muerte.
El 74% de las muertes por estas enfermedades ocurre en adultos mayores, pero uno de cada cuatro fallecimientos se da en personas en edad productiva (15–64 años), lo que significa una pérdida significativa de años de vida saludable.
Declaratoria
El pasado 8 de enero se publicó la "Declaratoria de la Obesidad Como Enfermedad Crónica de Importancia de Salud Pública y Oficialización de la Norma Nacional para la Atención Integral del Sobrepeso y Obesidad"
Con dicho decreto se declaró la obesidad con una enfermedad crónica de importancia de salud pública y pretenden que las personas con esta situación tengan acceso a una atención y tratamiento integral.
Además, se oficializó la norma que busca guiar al personal de salud en brindar esa atención integral a los pacientes, con acciones que van desde la promoción de la salud, prevención, diagnóstico, abordaje médico, farmacológico, nutricional, psicológico, entre otros.
El sobrepeso y la obesidad son causa de otras enfermedades tales como enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, dislipidemias, cáncer, osteoartritis, depresión, apnea del sueño, entre otros. Por lo que dar una atención integral a estas permite impactar la morbimortalidad de estas enfermedades no transmisibles.