Avanza proyecto de ley para abrir el mercado del alcohol: Esto es lo que propone
Iniciativa autorizaría comercialización directa solo para uso industrial
Un proyecto de ley cuya intención es un mercado más abierto de la producción y comercialización del alcohol en Costa Rica avanza en la Asamblea Legislativa.
La iniciativa, impulsada por la diputada Kattia Cambronero, del Partido Liberal Progresista (PLP), ya fue avalada por la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso y ahora se enrumba hacia el Plenario Legislativo para su discusión y votación en dos debates reglamentarios.
"Costa Rica necesita dejar monopolios innecesarios que lo único que hacen es encarecer el producto para todos los consumidores, pero, además, imposibilitan el desarrollo productivo de ciertos sectores que son estratégicos para nuestra economía", argumentó Cambronero.
Si la propuesta es finalmente aprobada por el Plenario, la ruptura del monopolio estatal de la producción y comercialización del alcohol sería parcial. ¿Qué quedaría en competencia y qué se reservaría la Fábrica Nacional de Licores (FANAL)?
En competencia
La iniciativa, que se tramita en el expediente legislativo 23.627, autorizaría únicamente la comercialización directa de alcohol para uso industrial. Es decir, el alcohol que no está destinado para el consumo humano directo, como en bebidas alcohólicas.
El sector industrial podría comprar a privados el producto, sin la intermediación de la FANAL, para la fabricación de mercancías en las que el alcohol juega un papel crucial en la formulación, procesamiento o conservación.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Industria farmacéutica. Para la elaboración de medicamentos, como solvente para principios activos y en la fabricación de productos desinfectantes y antisépticos.
- Industria cosmética y de cuidado personal. En la producción de perfumes, lociones, desodorantes y productos para el cuidado de la piel y el cabello, debido a sus propiedades solventes y astringentes.
- Industria de productos de limpieza y desinfectantes. Para la fabricación de limpiadores de superficies, desinfectantes y sanitizantes de manos, especialmente en soluciones que requieren un agente de secado rápido.
- Industria química. Como solvente en la síntesis de productos químicos, resinas, pinturas y otros compuestos industriales.
- Fabricación de tintas y pinturas. Como disolvente en la producción de tintas para impresión, pinturas y barnices para mejorar su consistencia y aplicación.
- Industria alimentaria (para usos no consumibles). Como solvente en la extracción de sabores, aromas y colorantes en productos alimentarios destinados a procesos industriales específicos.
"Las empresas de manufactura del sector de la industria alimentaria, de la industria farmacéutica, de la industria de insumos, de la industria de desinfección, entre otras, se verían muy beneficiadas porque no tendrían que pagar un producto a un precio tan caro, como el que en este momento están comprando y, además, les permite tener el abastecimiento oportuno de esa materia prima", sostuvo la legisladora del PLP.
Según Cambronero, se beneficiaría al sector industrial y cañero del país porque se evitaría la intermediación de la FANAL que eleva el costo del alcohol para uso industrial y, por lo tanto, las empresas prefieren importar el producto a un precio más bajo.
En el caso de los pequeños cañeros nacionales, se mejorarían sus condiciones porque en la propuesta se define un porcentaje de compra por parte de las destilerías a ellos.
Ese esquema favorecería la ampliación del mercado de caña con la producción de alcohol para uso industrial en mayor escala.
El texto fue respaldado recientemente por la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA) que advirtió de las debilidades en el modelo de comercialización monopólico del alcohol en manos de la FANAL.
El rol de la FANAL
Según la iniciativa, la apertura del mercado del alcohol para uso industrial no eliminaría o restringiría las funciones de la FANAL en la producción y comercialización de aguardientes y licores destinados al consumo humano directo.
El aguardiente continuaría siendo un producto estancado, es decir, cuya venta está reservada al Estado, tal y como se estableció en el artículo 443 del Código Fiscal del 31 de octubre de 1885.
"Se exceptúan de los productos estancados el alcohol de uso en todo tipo de operaciones industriales y agrícolas, la cerveza, los vinos elaborados mediante fermentación natural de frutas y las preparaciones alcohólicas mezcladas con sustancias alimenticias", se indica en la reforma dictaminada.
El modelo de producción y comercialización del alcohol en Costa Rica data de 1853, cuando se creó el monopolio de la FANAL para fomentar la industria cañera y resguardar la salud pública ante el consumo de licores que resultaban dañinos por su alto contenido de impurezas y elementos tóxicos.
El 5 de setiembre anterior, la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom) recomendó eliminar el monopolio que ostenta la FANAL, como parte de una reestructuración profunda del mercado de azúcar costarricense.
"Al eliminar las distorsiones y barreras a la competencia que identificó la Coprocom, se generaría un impacto redistributivo de ingenios y productores a consumidores, además, se impulsaría la industria del etanol, que tiene un alto valor agregado y alto potencial en innovación, con importante impacto positivo en la sostenibilidad medioambiental y con demanda creciente a nivel internacional", sostuvo Guillermo Rojas, presidente de la Coprocom.
Con la propuesta, que ya superó su primer filtro legislativo, se avanzaría hacia un mercado más dinámico y competitivo.
En la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Legislativa, el proyecto de ley tuvo el respaldo del PLP y los partidos Unidad Social Cristiana (PUSC) y Nueva República, así como del oficialismo. Sin embargo, tuvo la oposición del Partido Liberación Nacional (PLN) y del Frente Amplio (FA).


