Así fue el camino de Yeris Lobo para ganar Nace una Estrella
Yeris Lobo no solo se llevó el primer lugar en la categoría de adultos de Nace una Estrella; también conquistó el corazón del público. Su historia de lucha, perseverancia y pasión por la música lo convirtieron en mucho más que un ganador: fue una inspiración sobre el escenario.
El guapileño, de 20 años, aseguró que durante las 12 galas que se llevaron a cabo vivió una lucha constante por mejorar y buscar la excelencia, con el objetivo de llegar hasta la tan esperada gala final. Aunque no ganara, ya se sentía un total triunfador.
Desde que llegó a la audición, lo hizo cargado de ilusiones y con la mirada puesta en formar parte del programa. Su deseo de que las personas lo reconocieran por su talento era inmenso. En esa primera etapa lo acompañó su padre, quien siempre ha sido un pilar fundamental en su vida.
Lobo quería estar en el programa para lograr un verdadero cambio. Aseguró que deseaba ser reconocido, ya que antes nadie quería contratarlo para cantar, y conseguir trabajo en ese ámbito se le dificultaba: "Como nadie me conocía en ese momento, nadie me quería contratar. Entonces yo decía que quería ser conocido para que las personas me contrataran, poder tener trabajito y ayudarle a mi papá con los gastos y demás", relató.
Cuando le dieron la gran noticia, le costó creerlo. Era casi imposible de imaginar que uno de sus más grandes anhelos comenzaba a cumplirse. Sin embargo, ese logro también trajo consigo cierta preocupación: debía viajar desde Limón, ya que tenía que estar pronto en la capital.
Esto lo llevó a buscar ropa y hasta ver de dónde conseguía pases para tomar un bus. Estar en el programa significó tener que quedarse con algunos compañeros, pues en ese momento no tenía un lugar donde vivir en San José.
Cuando Lobo llegó, fue como un sueño hecho realidad. Era su primer acercamiento con las cámaras y el mundo televisivo, algo completamente nuevo para él. Cada gala representó un reto enorme. Desde la primera, se propuso demostrarle al jurado que tenía las ganas y el compromiso para llegar hasta el final: "Me preparé mucho para la primera gala y le entré con todo", afirmó.
Durante el programa, agradeció la oportunidad de crecer junto a los profesores de canto que le brindó el canal. Sin embargo, no todo fue color de rosa. Vivió lo que llamó "el verdadero terror" cuando le tocó cantar junto a la artista Jafet, pues enfrentó una fuerte recaída de salud que lo obligó a ensayar incluso usando mascarilla.
Aunque Lobo logró levantar el trofeo, para él la victoria llegó desde el momento en que supo que sería finalista. Esa oportunidad le permitió cumplir uno de sus sueños más grandes: ayudar a sus padres y continuar sus estudios. El cantante solo había logrado llegar hasta noveno año.
Según explicó, tomó la decisión de dejar los estudios para seguir su sueño como cantante. En ese entonces, surgió una oportunidad para cantar con un grupo de mariachis y ganarse "una platica" que le permitiera apoyar económicamente a su padre, quien atravesaba una mala racha.
Llegué a tercer año del colegio y ahora pienso retomarlo, sacar el bachillerato y tener más oportunidades, no solo en el canto, sino también en otra carrera. Me gustaría estudiar Ingeniería en Programación y Tecnología, aseguró el joven cantante de 20 años.
Hoy no solo carga con el primer lugar, sino también con la certeza de que los sueños sí se pueden cumplir. Su voz ya no solo se escucha en un escenario, también resuena como ejemplo de lucha, humildad y esperanza para quienes, como él, alguna vez pensaron que no serían escuchados.