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Diputómetro

Ariel Robles se distancia del pasado del FA y acusa a Chaves de erosionar democracia
Entrevista
Ariel Robles se distancia del pasado del FA y acusa a Chaves de erosionar democracia

El diputado y candidato presidencial del Frente Amplio (FA), Ariel Robles Barrantes, denunció que el gobierno de Rodrigo Chaves ha instaurado un autoritarismo que pone en riesgo la democracia costarricense, al atacar sistemáticamente a los poderes del Estado, a la oposición y a la prensa.

Además, en un ejercicio de autocrítica, Robles reconoce que el FA cometió graves errores por medio de su bancada legislativa entre  los años 2014 y 2018 y se distancia de posturas controversiales, como la intención, en la campaña de 2022, de gravar las zonas francas, que podrían alejar la inversión y el crecimiento.

Este es un extracto de la entrevista que el frenteamplista concedió a Diputómetro de CR Hoy Pro.

¿Qué implicaciones tiene para la democracia nacional el enfrentamiento sistemático por parte del presidente Chaves con los otros poderes de la República, la oposición y la prensa?

Yo creo que se trata de un deterioro con agravantes muy preocupantes, porque, hoy por hoy, pareciera que don Rodrigo y doña Pilar se han empeñado, durante estos años, en instaurar la lógica de que todo está mal y hay que destruirlo todo. Es entendible el enojo que pueden sentir ciertos sectores, especialmente la Costa Rica más olvidada: la Costa Rica rural. No es casual que ahí tenga mayor respaldo Rodrigo Chaves, porque estos sectores desde hace tiempo venían diciendo: "yo no como democracia".

Dejaron de creer en la clase política, y eso se volvió caldo de cultivo para que ideas radicalizadas, antidemocráticas y autoritarias —como las que tienen tanto don Rodrigo como su grupo, su séquito casi político— se vuelvan una melodía para sus oídos. Ese autoritarismo lo que busca, en el fondo, es algo muy simple: la concentración del poder.

¿Por qué decidió postularse como precandidato del Frente Amplio?

Hay dos elementos que siempre me gusta puntualizar. Yo vine a esta Asamblea Legislativa a plantear la Costa Rica que soñamos. Veníamos a trabajar por esa Costa Rica, pero nos encontramos en el camino con que, más bien, terminamos defendiendo la Costa Rica en la que vivimos.

Porque, a pesar de las discusiones que hemos impulsado, gran parte de nuestro tiempo se ha dedicado a defender la división de poderes, a evitar que en este país se meta el narco en la toma de decisiones del aparato institucional. Hemos ejercido control político en múltiples casos de corrupción.

Y para trabajar por esa Costa Rica, nos damos cuenta de que no alcanza con elegir una fracción legislativa. No alcanza solamente con un grupo de diputados trabajando aquí, como lo ha hecho el Frente Amplio durante los últimos 20 años.

El Frente Amplio tiene hoy una vocación clara: plantearse como una opción para gobernar. Porque para cambiar las cosas, hay que gobernar.

¿Cree que el Frente Amplio debe renovarse o mantenerse como está en términos de liderazgos?

Yo creo que el Frente Amplio ha dado muestras claras de renovación en sus liderazgos, sin deslegitimar ni dejar de reconocer los esfuerzos que se han hecho.

Toda fuerza política tiene que estar en constante renovación, porque, si no, se queda atrás. Se queda atrás porque la sociedad avanza, cambia de escenario. La gente ya no quiere estar en partidos, pero los partidos tienen que actualizarse, renovarse, cambiar. Hay que tomar lo bueno del pasado y sumarle lo bueno del presente.

Y si bien es cierto —y en esto coincido con Pilar Cisneros—, hoy pesan más las personas que los partidos políticos. Es por eso que vemos partidos "taxi", que al final generan un arroz con mango a la hora de gobernar, y nadie entiende ni para dónde va esto, ni de dónde viene.

¿Ha hecho una autocrítica de los errores que pudo haber tenido el partido en otras campañas presidenciales?

Siempre la hemos hecho.

Creo que la mejor forma de asumir la política es siendo autocríticos, no solo en relación con campañas anteriores, sino también en la vida misma. Uno tiene que asumirse desde la autocrítica.

En el caso del Frente Amplio, tuvimos una fracción legislativa en el periodo 2014-2018 que todos recordamos. Fue una fracción que cometió múltiples errores: muy descoordinada, con conflictos internos, con votaciones que terminaron eligiendo personas que no debían ser elegidas o tomando rumbos que no debían seguirse.

La ciudadanía nos cobró eso, y tuvimos que hacer un ejercicio de humildad para decirnos: por ahí no podemos volver a pasar.

También en las campañas políticas ha habido errores. Hay temas que, en lo personal, creo que no eran necesarios. Por citar un ejemplo: yo no creo que se deba proponer impuestos a las zonas francas. No me parece que eso deba ser una prioridad de un gobierno de la República.

Y hay que decírselo claro a esos sectores: quédense tranquilos, que el Frente Amplio no va a venir a imponer impuestos a las zonas francas en un eventual gobierno. No estamos para eso.

¿Qué sectores cree que puede representar en estas elecciones?

Vamos a dar muestras de la madurez que el partido tiene hoy para asumir un gobierno. Sin duda, representamos a un sector importante de la juventud costarricense. Representamos también a un sector significativo de mujeres en este país.

Además, los sectores ambientalistas, los pequeños y medianos empresarios, el sector agropecuario —con quienes hemos trabajado durante este tiempo— pueden sentirse totalmente cómodos con esta fracción, con esta candidatura, y con un eventual gobierno. Vamos a gobernar para las personas.

¿Qué alianzas estaría dispuesto a construir y con quién no pactaría?

No podemos pactar con el chavismo. Con el autoritarismo no se puede pactar.

El Frente Amplio ha sostenido recientemente reuniones con pastorales sociales, con empresarios honestos que quieren aportar y trabajar para que este país se supere. Empresarios que desean que la salud, la seguridad y la educación estén bien, porque sus propios negocios dependen de esa estabilidad y esa realidad nacional. Hemos podido acercarnos.

Vamos a dar muestras de que existe un diálogo que va más allá del Frente Amplio.

En las próximas elecciones, si gana el autoritarismo, pierde Costa Rica. Y no solo la Costa Rica actual, sino también la de las futuras generaciones.

¿Cuál sería el tema de principal prioridad suyo si fuera presidente, y cuál es el plan para ser exitoso en esa prioridad?

Es necesaria una reforma estructural en educación, salud y seguridad.
Se debe reformar el modelo educativo costarricense; no podemos continuar en las condiciones actuales.
No es aceptable que nuestros estudiantes egresen con enormes debilidades en matemáticas básicas, lectura y escritura.
Si queremos competir por empleos dignos con otros países, debemos demostrar que Costa Rica puede hacerlo, y asegurarnos de que las empresas que lleguen al país garanticen salarios dignos para sus trabajadores.
En materia de salud, es urgente rescatar la Caja Costarricense de Seguro Social. Recordemos que todo el programa de inversiones fue paralizado por este gobierno. Es necesario retomar ese portafolio de inversiones.
Existe una fuga significativa de especialistas, lo cual requiere atención prioritaria.
En seguridad, debemos recuperar los espacios públicos en sectores altamente vulnerables que han sido tomados por el narcotráfico.
¿Cómo lograrlo? Con mucho trabajo.

¿Hay riesgo de penetración del narcotráfico y el crimen organizado en esta campaña electoral?

Creo que es lo más peligroso que estamos enfrentando hoy.

La campaña de Rodrigo Chaves abrió un portillo. Y una de las claves es que el Tribunal Supremo de Elecciones debe tener la posibilidad de levantar secretos bancarios de las personas candidatas más fácilmente.

El TSE necesita herramientas que, en tiempo real, le permitan detectar si hay lavado de dinero o financiamiento del narcotráfico en una campaña. Esto ya ha ocurrido en México, en Colombia y en muchos países del mundo. Y Costa Rica, con el avance del narcotráfico en el Estado, enfrenta hoy un riesgo latente.

El caso de Celso Gamboa dejó en evidencia que incluso en puestos de poder —como magistraturas o fiscalías— existen filtraciones profundas relacionadas con el narco.

¿Insistirá el FA en revertir la vía rápida al plan de jornadas 4/3?

Hubo una muy mala lectura política.

Me parece que los partidos de oposición escogieron el peor momento para darle vía rápida a este proyecto de ley. Fue un error, porque es un proyecto sin consenso.

Creemos que esta iniciativa está impidiendo que la Asamblea Legislativa discuta temas de importancia nacional: seguridad, ambiente, salud, economía, educación… en fin, toda la agenda del país.

Vamos a insistir en presentar la moción para revertir la vía rápida. La seguiremos presentando cada cierto tiempo, de manera prudente.

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