Arancel impuesto por EE. UU. a Costa Rica es más alto que el de otros países del TLC
El arancel del 15 % impuesto por el presidente Donald Trump a las exportaciones de bienes costarricenses es más alto que el aplicado a los demás países que forman parte del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y superior al de otros países de América Central.
Mientras que la nueva tarifa establecida para Costa Rica subió del 10 % al 15 %, para Guatemala, El Salvador, Honduras y República Dominicana —países que forman parte del CAFTA-DR, por sus siglas en inglés—, la Casa Blanca fijó la tasa mínima del 10 %.
Solo en el caso de Nicaragua, que también integra el acuerdo comercial con Estados Unidos, el recargo es mayor: 18 %. Sin embargo, el arancel establecido para Costa Rica está relativamente cerca.
Si se compara con otros países de América Central, el arancel impuesto a Costa Rica también es mayor. Por ejemplo, a Belice y Panamá se les aplicó la tarifa mínima: 10 %.
Comparación con América Latina
Incluso otros países de América Latina, como Colombia —que representa una competencia comercial para Costa Rica, especialmente en sectores como productos agroindustriales, cosméticos y productos químicos—, recibieron un trato más favorable por parte de Washington. El recargo que se les estableció fue el mínimo del 10 %.
Perú, Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay también quedaron con la tasa del 10 %.
En el sur del continente, Venezuela y Ecuador comparten con Costa Rica la misma tarifa arancelaria: 15 %.
A Brasil le correspondió la peor parte, con un arancel del 50 % a las exportaciones de sus mercancías que ingresen a Estados Unidos.
México mantiene una tasa del 25 % para los productos que no están incluidos en el acuerdo comercial entre ese país, Estados Unidos y Canadá. Este último deberá pagar un 35 %.
Impacto en Costa Rica
Los economistas Ronulfo Jiménez, Daniel Ortiz y Leiner Vargas reconocieron que el nuevo recargo aplicado por la administración Trump a las exportaciones nacionales tendrá un impacto económico en el país.
"Es una mala noticia porque el modelo de desarrollo económico del país ha sido de apertura y de atracción de inversiones, y esto representa un obstáculo importante en esa línea de poder exportar y atraer inversiones de Estados Unidos. Está por verse cómo quedarán los aranceles que Estados Unidos le impondrá a México, porque en la medida en que esos aranceles sean menores que los de Costa Rica, el daño a la economía costarricense sería mayor", sostuvo Jiménez.
Ortiz, de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), añadió que, aunque el arancel impuesto a Costa Rica es más bajo en comparación con el establecido para Brasil, por ejemplo, impactará aún más la competitividad del país.
"Hay que recordar que el país enfrenta un entorno con desafíos en este tema. La pérdida de competitividad por el tipo de cambio, la falta de políticas públicas, el rezago en educación e infraestructura nos está afectando en sectores clave como el turismo, la inversión extranjera directa y las posibilidades de crecer más. La salida de Intel, Qorvo y posibles recortes en el empleo en otras empresas son una llamada de atención", advirtió.
Por su parte, Vargas, de la Universidad Nacional (UNA), destacó que pasar de una tarifa del 10 % al 15 % representa un aumento del 50 % respecto a la tasa inicial.
"Había la ilusión, en algunos sectores, de que las buenas relaciones entre el gobierno de Rodrigo Chaves y el gobierno de Trump permitirían reducir sustancialmente o eliminar el arancel original. Sin embargo, pareciera que la administración Trump no quiere hacer excepciones en relación con los países de esta región, y Costa Rica se ha quedado, de alguna manera, vestido y alborotado con respecto a la posibilidad de disminuir ese arancel", afirmó.
Explicó que el incremento del arancel puede significar, para algunas cadenas de producción y ciertas industrias, la pérdida del margen de ganancia sobre esas exportaciones.
"La competitividad de los productos costarricenses en Estados Unidos está siendo claramente afectada por esta medida unilateral", indicó.
También señaló que este acuerdo de Estados Unidos podría afectar las decisiones presentes y futuras de los empresarios que están en Costa Rica o tienen planes de invertir en el país para exportar.
"La sensibilidad de las decisiones empresariales está en juego, no solo por la volatilidad que genera este ruido permanente, sino porque estamos ante la posibilidad de que decisiones empresariales sean determinadas por la voluntad política de un gobierno", concluyó.
El economista comentó que el arancel impuesto a Costa Rica es similar al que se le aplicó a Nicaragua, un país con un gobierno considerado enemigo de Estados Unidos.